Epilogo de Diana:


.

Mire mis temblorosas manos delante de mi y sentí como las lagrimas continuaban cayendo por mis mejillas. Mi cuerpo totalmente herido y ensangrentado seguía temblando por la angustia y el grito de dolor y desesperación que estaba reprimiendo. Una asesina, eso era yo. No importaba lo que Gabriel me hubiera dicho, no importaba que él hubiera intentado ayudarme. ¿Con que rostro lo miraría ahora? ¡Yo era una asesina! ¡Había ayudado a matar a mi propia hermana! Quise gritar pero me obligue a contenerme mientras me esforzaba por que mi don siguiera teniendo efecto. Aun así, aquel segundo de debilidad basto. La terrible jaqueca me invadió en cuanto Nicholas fue consciente de la ilusión y logro burlarla fácilmente.

_ ¡Tápale los oídos! –le oí gritar

Aun así, supe que ya era demasiado tarde. Escuche cuando el cuerpo de mi hermanita cayo sin vida al suelo y el disturbio que al instante se armo. Mi madre había sido muy clara cuando había dicho que si el equilibrio dentro de mi o de mi hermana se rompía, aquello podia costarnos la vida. Christ se había mostrado mas que complacido cuando meses atrás le había revelado aquel dato.

Mi cuerpo continuo temblando, las manos que había delante de mi eran las de una asesina y ya no sabia como haría para seguir con mi vida sabiendo lo que había hecho. Levante la vista, desesperada y temerosa, apenas escuche al brujo salir y él me miro desde arriba con desprecio. Él se limpiaba tranquilamente con un pañuelo el cuello totalmente ensangrentado, con un profundo corte en medio de la garganta. Me puse en pie temblando, aun sosteniéndole la mirada a Christ y él tomo violentamente mi mano y me sonrió.

_ Gracias por la ayuda Caín –dijo y luego me miro con odio- Aquí tienes tu alma de regreso, tu trato conmigo se rompe. Si te atreves a cruzarte en mi camino o intervenir en mis planes, te matare sin más.

Él se deshizo de mi mano con tanta brusquedad y violencia como la había tomado y me atreví a darme vuelta. Vacile, parada frente a la puerta trasera de la casa. ¿Y ahora que haría? Si, tenía mi alma de regreso y había quedado libre de cualquier trato o juramento de lealtad que le hubiera hecho a Christ. ¿Pero a cambio de que? ¿De ayudarlo a matar a mi hermana? Ella era la única que se había preocupado por mi, que me había ayudado y me había recibido con los brazos abiertos. Era la única que creía que aun quedaba algo de bien en mi interior, que me había cubierto con mis padres. Pero todo aquello había acabado cuando yo había colaborado a que le rompieran el corazón. No me sorprendía la actitud que ella había tenido cuando la había ido a buscar hacia unos días para pedirle ayuda, yo sabia que lo tenia merecido a pesar de cuanto me dolió su rechazo. ¿Qué hubiera sucedido si esa mañana le hubiera dicho que me había equivocado, que me arrepentía de lo que había hecho y ya no deseaba servirle a Christ?

Aun así, ahora ya no había modo de cambiar lo que había hecho. Christ había sido muy claro con su propuesta, mi libertad a cambio de que lo ayudara y lo ocultara bajo una ilusión de los demás. Ahora me odiaba a mi misma y aun más a él. ¿Cómo se había atrevido a jugar conmigo de ese modo? Nuevamente contuve un grito de dolor y me limpie furiosamente con una mano las lágrimas. Mire al frente sabiendo lo que era correcto y prometiéndome que de ahora en más haría lo que estaba bien en vez de lo conveniente. Me concentre por unos segundos en retomar la ilusión anterior, me imagine totalmente invisible a los ojos de cualquier ángel y a los ojos de Nicholas. Respire hondamente, decidida, y di un paso.

Entre a la casa sabiendo el peligro que aquello acarreaba. Seguía llorando sin poder evitarlo luego de lo que había hecho. Mire a Gabriel y supe que ya nada seria igual cuando él supiera la verdad. La desesperación por lo que había sucedido estaba grabada en el rostro de todos, hasta había dolor en el rostro de Raphael. Me acerque siéndoles completamente invisible hasta el centro de la sala y sentí mi corazón detenerse al ver el cuerpo de mi hermana. Alexander estaba agachado a un lado y la sostenía, temblando ligeramente y con la cabeza baja de modo que el cabello le ocultaba el rostro. Nicholas estaba agachado frente a él y al otro lado de Katherin, sosteniéndose una mano contra la herida que tenia en el abdomen mientras miraba totalmente dolido y furioso a mi hermana.

Me agache también a un lado suyo y puse mi mano sobre la mano de Katherin, odiándome por lo que había hecho. Nicholas levanto la vista y gemí cuando sentí mi ilusión romperse. Los dos con sus rostros totalmente destrozados por el dolor me miraron furiosos y en menos de un segundo cada uno tenía un cuchillo sobre mi garganta. Sabia que me lo tenia merecido y no esperaba otra cosa. Alexander me miro con odio y apretó los dientes mientras sus ojos brillaban a causa de las lágrimas. Con una mano sostenía el cuchillo contra mi garganta al igual que Nicholas, con otra sostenía a Katherin. Al menos hubiera deseado obtener un beso de Gabriel antes de mi fin.

_ Di tus ultimas palabras –dijo Nicholas

Your Reply