Capitulo 17: Verdades ocultas


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Suspire, apoyando mi cabeza entre mis manos mientras miraba sentada desde la cama la maleta vacía que estaba delante de mí. No quería esta situación, realmente no quería tener que alejarme de Cato pero no había otra solución. Al menos iría con él hasta la estación de trenes y ahí nos despediríamos pero realmente no quería que pasase eso. Al menos podría dejar de fingir ser una humana corriente ya que no estaría cerca de Cato, pero no podía quitarme el pensamiento de que no era buena idea separarme de él.

_ ¿Enserio tienes que irte? –pregunte tristemente por milésima cuarta vez

_ Lo lamento Katherin pero me han pedido que vaya a cubrir los informes de las desapariciones en las grandes ciudades y para eso debo irme al menos quince días –dijo Cato mientras seguía tirando cosas dentro de su maleta- Volveré lo antes posible, te lo prometo.

_ No quiero que te vayas –dije y entonces él se detuvo y me sonrió

_ Yo tampoco quiero separarme de ti pequeña strega –dijo pasándome una mano por la mejilla- Al menos mira el lado bueno. Tienes la casa para ti sola durante los próximos días y puedes hacer lo que quieras.

_ ¿Me llamaras todas las noches? –pregunte

Era extraño, en una situación así normalmente era el adulto quien decía que llamaría todas las noches y no la adolescente quien se lo pedía. Pero si Cato iba a ir a las grandes ciudades, deseaba poder dormir sabiendo que él estaba a salvo. Quizás podría aplicarle algún que otro hechizo de protección pero necesitaba tener una pertenencia personal de él y que estaría segura que siempre la llevaría.

_ Te llamare todas las noches –dijo él- Si no me atiendes en casa, llamare a tu celular. Por cierto, seria bueno que antes de hacer cualquier locura me llames y por lo menos me avises de lo que vas a hacer. Y trata de no hacer nada por lo que Adrian podría matarme.

_ Si sabes que yo me porto bien –dije sonriendo

_ Ante cualquier cosa puedes llamar a Diego, sabes que él estará para lo que lo necesites –dijo Cato- Y puedes irte a dormir a lo de tus amigas, solo avísame. ¿Si? Tratare de llamar en un horario razonable pero será de noche.

_ No habrá problema –dije- Solo prométeme que te cuidaras.

_ ¿Te das cuenta de que la situación debería ser al revés? –Dijo él sonriendo- Yo debería ser el adulto preocupado.

_ Somos una familia bastante extraña –dije y él me miro perplejo

_ ¿Familia? –dijo incrédulo

_ Cuando estoy aquí, tú eres mi familia –dije y él me abrazo

Finalmente, me tuve que despedir de Cato ya estando en la estación de tren. Lo acompañe hasta ahí, ayudándolo a cargar con el equipaje y disfrutan de poder saltearme la mañana en la escuela. Espere mientras Cato sacaba el boleto y cargaba su equipaje, casi deseando que por un milagro él no se alejara de mí. Realmente temía lo que podría pasarle, cualquier brujo podría atacarlo por estar investigando en sus asuntos o simplemente por que era un humano con un alma y yo no estaría cerca para protegerlo.

_ Te extrañare –dije abrazándolo por ultima vez

_ Yo también pequeña strega –dijo él y hundí más mi rostro en su pecho

_ Protectĭo –susurre y sonreí al soltarlo

Al menos así estaría protegido, al menos así ningún brujo podría tocarlo ni robarle su alma. Cato me devolvió la sonrisa. Sus ojos me miraban con amor desde detrás de sus lentes tintados aunque no pudo ocultar la tristeza de la despedida. No le quite la vista de encima en ningún momento. Lo vi subirse al tren y luego saludarme desde la ventanilla justo antes de que el tren partiera. Me lleve una mano al pecho, tocando el collar que Miguel me había regresado y acariciando el brillante sol con mis dedos.

_ Luna y Sol, grandes astros a los que sirvo, protejan a este humano de cualquier mal que pueda encontrarse –susurre y luego bese mi collar

Suspire, cerrando los ojos y confiando en que mi hechizo bastase para proteger a Cato. Salí de la estación de tren, solo que esta vez no tenia a dos desconocidos persiguiéndome y no había ningún auto esperándome. Dude durante unos segundos en como volver al pueblo pero finalmente me dispuse a caminar. No era buena idea hacer magia casi a las diez de la mañana y bajo el sol, aun si estaba en el medio de la carretera. Al menos de ese modo tendría tiempo para pensar.

Anduve tranquilamente al borde de la carretera sin lograr sacarme en ningún momento la preocupación de mi cabeza. Ya desde la mañana me había despertado con un mal presentimiento respecto a esto y no quería que Cato estuviera en una gran ciudad, plagada de seguidores de la Secta que estarían dispuestos a hacerle cualquier cosa y le robarían el alma. Trate de convencerme en vano de que nada le pasaría y él estaría bien. Sabía que mi hechizo de protección no bastaría si él se encontraba con un brujo muy poderoso. Suspire frustrada y comencé a patear una roca a tiempo que caminaba. Quizás el camino a pie seria mas largo de lo que en realidad creía.

Mire más que extrañada cuando un auto negro se detuvo a un lado mío y Gabriel salio de la puerta del piloto. Él me miro durante unos segundos desde el otro lado de su auto y empecé a cuestionarme hasta que punto ellos me tenían vigilada.

_ ¿Qué haces aquí? –Pregunto él- Se supone que deberías estar en clases.

_ Vuelvo de la estación de trenes y estoy yendo a la escuela –dije

_ ¿Quieres que te lleve? De un modo u otro yo también voy para allí –dijo Gabriel y asentí

Me acerque al auto y abrí la puerta para poder sentarme en el asiento del copiloto. Casi al mismo tiempo, Gabriel entro y cerró la puerta antes de poner el auto en marcha. Había un extraño olor en el aire, más bien una esencia y mire con curiosidad el bolso que estaba en el asiento trasero.

_ Admito que no imagine encontrarte en el camino –dijo Gabriel- ¿Qué hacías en la estación de tren?

_ Creí que lo sabrías. Mandaron a Cato a las grandes ciudades a cubrir los informes sobre las desapariciones y fui a despedirme de él –dije y Gabriel se quedo sorprendido

_ No estaba al tanto pero nosotros no tuvimos nada que ver. No nos conviene que nuestro mejor periodista este fuera del pueblo –dijo él

_ Me preocupa que algo pueda pasarle –dije tristemente- Esas ciudades están atestadas de brujos. ¿Tu de donde vienes?

_ Había un hombre-lobo suelto en la ciudad cercana y estaba causando problemas –respondió él y casi temblé al fijarme nuevamente en el bolso que estaba atrás- No te preocupes, no lo mate. No intervino en la vida humana pero aun así no es bueno encontrar tantos destrozos en la ciudad y tantos cuerpos de animales. Lo estuve persiguiendo toda la noche, recién logre atraparlo al amanecer.

_ ¿Y recién ahora estas volviendo? –dije y él sonrió

_ Tenia que tomar un aspecto normal, no puedo volver con el aspecto de haberle dado caza a un hombre-lobo toda la noche y haber peleado con él –dijo Gabriel- Tuve que esperar a que los cortes y las heridas se desvanecieran y también tuve que cambiarme. No puedo llegar a la escuela con la parte de la espalda de cualquier prenda superior totalmente destrozada. Aunque lo tendrá que arreglar Raphael, coserá toda la espalda de la camisa después de todo lo que perdió apostando.

_ Por un segundo creí que enserio había ganado él –dije

_ Yo no. Lo conozco a Alex y sé que cuando se va al demonio apostando es por que esta completamente seguro de que va a ganar. Hay que tener demasiada suerte para tener un par de ases –dijo él y reprimí una sonrisa

_ ¿Alguna vez perdió apostando tanto? –pregunte

_ Si. Tuvo que ocuparse de los comunicados con el Consejo por un mes y ya te diste cuenta de que a Alex no le cae muy bien el Consejo ni él le cae muy bien a ellos –dijo Gabriel- Al cabo de una semana creí que iba a enloquecer pero logro superar el mes. Lo único que me pregunto es como estaba tan seguro de que ganaría esta vez.

_ No lo se –dije- Aunque he visto partidas peores. En las partidas de poker entre brujos, se usan todo tipo de hechizos y se aprovechan los dones para poder ganar. Y no tienes idea de las cosas que apuestan.

_ Deben ser terribles esas partidas –dijo Gabriel- ¿Raphael ya ha cumplido con parte de las condiciones por perder y lo has tocado o aun no?

_ No me gusta tocar a la gente por que tienden a reaccionar mal no importa cuales sean las intenciones con las cuales los toco y pienso que Raphael no será una excepción –dije- Cuando yo toco a los demás, les hago revivir recuerdos y normalmente reaccionan mal ante la extraña sensación. Yo no pienso tocar a Raphael mientras él no quiera.

_ Tocaste a Alex y a él no le gusto. ¿Verdad? –dijo él y asentí

_ Lo toque por accidente. Yo tenía miedo de hacerlo y por eso le hice revivir un mal recuerdo. Es depende con que intensiones te toque el recuerdo que veras –dije

Escuche sonar mi celular dentro de la mochila y rápidamente lo busque. Gabriel me miro curioso mientras me fijaba en el número del móvil y me lo llevaba a la oreja para atender. Resultaba extraño que Derek me llamara a esta hora, él sabía que normalmente yo debería estar en clase. Escuche su respiración agitada del otro lado y no pude evitar sentirme preocupada.

_ Tenemos un problema –dijo

_ Ya lo sé, encontré a los ángeles de esta zona –dije

_ Entonces eso solo empeora la situación –dijo Derek totalmente exhausto como si viniera de correr- Lucas le perdió el rastro a Nicholas.

Me quede totalmente sin aire y casi mas se me cae el celular de la mano. De todas las cosas que podría haber imaginado, esta era precisamente la ultima. ¡Ya no sabia donde estaba Nicholas! Por alguna razón él había dejado de perseguir a Lucas y se había separado de Diana y eso solo me traería problemas.

_ ¡Que! –Exclame totalmente desesperada- No puedes estar hablando enserio. ¡Maldición! ¿Cuándo paso esto?

_ Esta noche. Lucas me llamo a la mañana diciéndome que ya no lo seguía y salí corriendo. Lo primero que se me ocurrió fue llamarte y avisarte –dijo Derek

_ ¿Y ahora que haremos? –Pregunte- No es seguro no saber donde esta él.

_ Estamos en problemas –dijo él- Podría estar en cualquier parte y nosotros no lo sabemos.

_ Hay que hacer un hechizo de rastreo –dije aunque ya ni estaba pensando

_ Es Nicholas de quien estamos hablando –dijo Derek- No es tan fácil encontrarlo con un hechizo de rastreo y hasta pienso que nos saldría al revés y él terminaría por encontrarnos.

_ Entonces habrá que encontrar el modo de saber de él sin arriesgarnos a que nos descubra –dije y suspire- Soy la única que podrá encontrarlo sin que se de cuenta. Conozco todos sus trucos.

_ Te arriesgaras a que te encuentre –dijo él y respire hondamente para tomar fuerzas

_ Puedo con él. Lo que no puedo es permitir que te haga daño a ti o a Lucas solo por que me estén defendiendo. Puedo conseguir la información, sé que hacer y como actuar para obtenerla. Salí dos años con Nicholas, sé lo que es capaz de hacer y como hacer para encontrarlo –dije

_ ¿Crees que haya descifrado que Lucas era un señuelo? –pregunto Derek

_ Conociéndolo... –dije y cerré los ojos- Ojala me equivoque. Llamare a Lucas y espero no tener razón en lo que creo.

_ Suerte Kat, te quiero –dijo él

_ Por favor, cuídate –conteste- Adiós Derek, yo también te quiero.

Colgué y rápidamente marque el número de Lucas tratando de ignorar la mirada inquisitiva de Gabriel. Estaba demasiado alterada y respire hondamente para recuperar la calma. No era bueno no saber la ubicación de Nicholas, no era seguro sino que todo lo contrario. Corría un gran peligro si Nicholas andaba paseándose por ahí libremente y yo no sabia donde. Al tercer tono Lucas por fin atendió.

_ Hola Katherin –dije ya que él seguía guardando mi apariencia

_ Hola Lucas, espera un momento –respondió él con mi voz y pasaron unos segundos antes de que volviera a hablar, pero esta vez con su verdadera voz- Listo, ya estoy en un lugar seguro, podemos hablar.

_ ¿Es cierto que le perdiste el rastro? –Pregunte preocupada- Por favor dime que no es cierto.

_ Dejo de seguirme hace unos días en Roma –respondió Lucas- Creí que simplemente se había separado de Diana y continuaba persiguiéndome pero ahora ya es definitivo que no es así. No se a donde esta él, yo ahora mismo estoy en Atenas y tengo a Diana pisándome los talones como siempre. Quizás se alejo de mí para ir a visitar su antigua casa.

_ No lo creo, yo lo conozco perfectamente y si ese hubiera sido su motivo te aseguro que ya te estaría siguiendo nuevamente –dije- Se dio cuenta de que todo era una farsa y por eso dejo de seguirte. Deshará todo su camino y volverá a empezar desde el punto de partida. Ahora ya es seguro, vendrá tras de mi.

_ Puedo volver al país en un día –dijo Lucas- Haré que nuevamente empiece a seguirme y listo.

_ Despistaras a Diana y eso solo le daría mas razones a él para sospechar de que eres un señuelo –dije y sonreí muy a mi pesar- Quédate ahí, yo solucionare todo pero me ayudas un montón si sigues entreteniendo a Diana. Te quiero Lucas y ya sabes que hacer si te descubre y te ataca.

_ Sabes que yo puedo escapar perfectamente pero no estoy seguro de ti –dijo él- Que la luna cuide de ti y mucha suerte. Te quiero.

Suspire y prácticamente tire el celular dentro de la mochila. Me recosté contra el asiento, llevándome ambas manos al rostro y conteniendo las ganas de gritar. ¡Maldición, maldición, maldición! Esto no podía estar pasando. Me preocupaba cual seria el temperamento de Nicholas al haberse dado cuenta de que había caído en una trampa y trate de no pensar en lo que él seria capaz de hacer. Por lo menos Lucas parecía estar a salvo de él. Pero ahora que ya se había dado cuenta de que todo era una farsa. ¿Cuándo tiempo tardaría en encontrarme?

_ Demonios –dije

_ ¿Puedo saber que sucedió o son asuntos de brujos en los que no puedo involucrarme? –pregunto Gabriel y suspire

_ Hasta hace unos días Nicholas estaba en Europa habiendo seguido una pista falsa hasta ahí. Al parecer se dio cuenta de que todo era una farsa y de que yo en ningún momento estuve en Europa. Ahora no se donde esta –dije- Volverá sobre sus pasos y empezara todo desde el punto de inicio otra vez.

_ ¿Temes que te vaya a encontrar? –dijo él

_ Es Nicholas de quien estamos hablando. Ya no le tengo miedo, pero si me preocupa lo que pueda hacerle a mis amigos –dije- No es seguro no saber por donde anda él pero si llega a aparecer por aquí lo enfrentare.

_ ¿Estas segura de que podrás con él? –dijo Gabriel y sonreí

_ Salí con él. Conozco todos sus trucos y se como vencerlo si es necesario –dije- Siéndote sincera, no me preocupa lo que él pueda hacerme sino lo que pueda hacerle a los demás.

_ ¿A quienes te refieres con los demás? –dijo Gabriel

_ Me preocupa lo que pueda hacerles a Derek y a Lucas por haberme ayudado y haber armado este plan y trampa en el que Nicholas cayó. Me preocupa lo que pueda hacerle a Cato, a Mecha, a mis amigos humanos –dije y suspire- Y me preocupa lo que pueda hacerles a ustedes. Aunque me detesten, yo no quiero que terminen heridos por mi culpa.

Gabriel no respondió y se quedo en silencio el resto del camino. Suspire, no tenia idea de cómo debía de habérselo tomado él pero yo lo decía enserio. Llegamos al colegio justo para la tercera hora de la mañana y llegado el mediodía hubo un grito que resonó por todo el pasillo. Me lleve ambas manos a los oídos, tapándolos para protegerme del agudo grito y el dolor que este me provocaba al tener el sentido auditivo mas desarrollado de lo normal. No resultaba ser de la clase de grito que alguien pegaba por miedo o por dolor, más bien era de la clase de grito que alguien hacia cuando estaba totalmente excitado y no podía contenerse.

_ ¿Qué crees que haya sido? –pregunte

_ Sinceramente no lo se y no me importa –dijo Mecha- ¿Puedes creer que el fin de semana ese ángel se haya presentado en mi puerta portando un vestido de cuero negro de la mama? –Dijo ella y no pude evitar reír- Te juro que aun sigo sin asimilarlo, creo que no reía tanto desde hacia años.

_ Perdió una apuesta –dije- Estaban jugando al poker y terminaron por apostar eso. Cuando Raphael perdió, tuvo que hacerlo.

_ Sabes, he estado revisando los libros de mi padre del Consejo y dice que es ilegal retener a alguien contra su voluntad –dijo ella académicamente- Por lo tanto esos ángeles no estaban en su derecho a retenerte.

_ Tengo mayores problemas de que preocuparme que de si ellos andan rompiendo la ley conmigo o no –dije y el timbre sonó- Lastima, hubiera creído que aun nos quedaba tiempo de almuerzo.

_ El tiempo es bastante relativo. Para los humanos es lento, para nosotras, pasa volando –dijo Mecha sonriendo

No tuve más remedio que ir con ella hasta la clase de música. Lo único en lo que podía pensar era que en cuanto terminara la escuela, podría estar sola en casa y ocuparme de mis asuntos. Necesitaba más que nada encontrar el modo de localizar a Nicholas sin que él se diera cuenta y sin darle ninguna información sobre mi paradero. Entramos en la gran sala y encontramos a un grupo de chicas que estaban reunidas alrededor de una mesa. Enseguida me acerque, haciéndome espacio entre ellas y fijándome en como Nikky tenia la voz de mando y les enseñaba un periódico del día de hoy.

_ ¿Qué esta pasando? –pregunte

_ El gran, el inigualable, el bombonazo de Drake Williams estará en la ciudad de al lado este fin de semana –dijo Nikky y miro seriamente a todas las que estaban alrededor de la mesa- Esta estrella de rock que todas adoramos pasara a tan solo unos kilómetros de este pueblo y debemos encontrar el modo de llegar hasta él. Necesitamos averiguar en que hotel se hospedara y en que habitación, a cuales restaurantes ira a comer y cuales serán sus actividades durante el día. Llegara el viernes en la mañana y se quedara hasta el sábado a la noche. Será muy poco tiempo pero el suficiente para nosotras. ¿Quién se une al plan?

_ Están locas –dijo Mecha tomándome de un brazo y alejándome del lugar- A veces no entiendo como pueden estar tan obsesionadas por un humano cualquiera.

_ Es que no es un humano –dije deteniéndome en seco y ella me miro- Es un brujo y no cualquier brujo.

Mis pensamientos iban mas rápido de lo que los podía asimilar. Drake Williams era un brujo, un brujo que era amigo de Nicholas y que yo conocía perfectamente. Seria el modo perfecto de saber en donde estaba Nicholas. Si había alguien que sabia su paradero, ese era Drake, eran algo así como mejores amigos ellos dos. Solo necesitaba encontrar el modo de acercarme a Drake para sacarle la información y...

_ No estarás planeando una locura –dijo Mecha sacándome de mis pensamientos

_ Creo que una locura es perfectamente lo que voy a hacer –dije- Necesito contactarlo, él sabe algo que yo necesito.

_ No es tan fácil ponerse en contacto con una estrella de rock, aun si esta es de los tuyos –dijo Mecha

_ Es que no entiendes, yo lo conozco a él. Necesito acordarme de su numero –dije tomando mi celular

_ Señorita Strega seria tan amable de guardar su móvil –dijo el profesor entrando en la sala y obedecí- Muchas gracias. Ahora alumnos, comienza la clase así que todos a sus lugares y espero que hayan repasado la lección de la vez anterior.

Suspire, sentándome en mi lugar y cruzándome de brazos. Por más intentos que hice, no lograba acordarme del número de Drake. Aunque lo cierto era que tampoco le había dado mucha importancia cuando él me lo había dicho. Y es que lo cierto era que realmente no me interesaba por Drake Williams, solamente era un amigo de Nicholas que yo había visto algunas veces.

Al final de las clases seguía sin acordarme totalmente de su número y había conseguido una hoja que contenía el artículo relacionado a Drake. No había sido difícil considerando que las chicas las habían fotocopiado y las estaban repartiendo a todo aquel que se cruzaban en el pasillo para que las ayudara con su idea de ir tras el artista. Salí de la escuela, esforzándome más que nada en recordar el número y entonces Miguel se detuvo frente a mí sonriéndome en modo de disculpa.

_ ¿Y ahora que? –Dije- Cuando me sonríes de ese modo es por que hay algo que no me va a gustar.

_ Sabemos lo de Nicholas y me pidieron que te lleve a casa –dijo Miguel- Lo siento.

_ ¿Tiene que ser ahora? Necesito pensar en que haré –dije

_ Perdóname pero me dijeron que tenias que venir si o si –dijo Miguel- Al menos Gabriel se ofreció a llevarnos así no tendrás que caminar.

_ Espero que sea algo importante o voy a mandar a tu líder al demonio –dije

Miguel hizo una mueca a tiempo que se rascaba la nuca y luego se dirigió al auto de Gabriel que estaba esperando en la calle. Lo seguí sin mas opción y me senté en la parte trasera del vehiculo agradeciendo que ya no había ningún bolso. Al instante Gabriel puso el auto en marcha y no pude evitar acercarme hasta estar entre ambos asientos delanteros.

_ ¿Y los demás? –pregunte

_ Alex siempre vuelve en su motocicleta y Raphael y Daniel prefirieron volverse caminando –dijo Gabriel- Se negaron a la idea de volver en el mismo auto con una bruja.

_ Hubiera ido caminando yo y listo –dije

_ Entonces hubiera ido yo caminando contigo –dijo Miguel y lo mire sorprendida

_ ¿Enserio? –pregunte y él asintió sonriendo

_ Soy al que mejor le caes. Luego está Gabriel, Daniel y Alex y Raphael compiten por el último lugar –dijo él

_ Entonces supongo que gracias Miguel... por lo bueno que eres conmigo. Y gracias Gabriel por haberme alcanzado esta mañana y estarme llevando ahora –dije

_ No tienes por que agradecer –dijo Miguel

_ Hay conflictos entre ustedes por mi, eso no esta bien –dije

_ El problema no es por ti –dijo Gabriel- Entiende que servimos al Consejo y nos es difícil aceptar que ellos se equivocan en lo que dicen y estar rompiendo la ley contigo. Además, piensa que no es fácil relacionarte con quien por naturaleza es tu enemigo. Somos ángeles, tu una bruja, no es tan fácil. Miguel por que es así, amigable hasta con quien quiera matarlo y yo por que soy de mente bastante abierta aunque te admito que me esta costando. Pero para los demás no es tan fácil. Para Daniel esto va contra toda lógica, Raphael es muy apegado a las reglas del Consejo y Alex odia a los brujos por que estos le quitaron a su hermano. Dales tiempo y quizás se acostumbren, Daniel ya esta empezando a ceder un poco.

_ Aun así, no quiero ser un problema –dije, dejándome caer hacia atrás y cruzándome de brazos

_ El problema contigo seria si te atraparan y cobraran la recompensa. No podemos dejar que eso pase, un deseo puede caer en manos de cualquiera y no todos tienen buenas intenciones –dijo Gabriel

_ No me atraparan, no tengo que preocuparme por los demás que me buscan. Las únicas personas por las que debo preocuparme son Nicholas y Diana –dije- Sus dones son muy poderosos. Nicholas puede meterse en la cabeza de quien desea y Diana puede hacerte ver lo que ella quiera. No es bueno estar cerca de alguno de ellos dos.

_ Creo que podremos –dijo Miguel tranquilamente- Es decir, somos cinco contra dos y en todo caso se supone que estarás de nuestro lado.

_ No se si es tan fácil –dije y suspire- Diana sigue en Europa siguiendo el señuelo. Yo me encargare de ubicar a Nicholas y encargarme de él si llega a aparecer.

_ No te dejaremos, será divertido enfrentarse a un brujo enserio –dijo Gabriel sonriendo- Hacia tiempo que no teníamos tanta acción y desde que llegaste las cosas se han vuelto mas interesantes. Por empezar, me retracto de haber acabo con el vampiro tan rápido el otro día.

_ Si, lo hubiéramos retrasado un poco mas –dijo Miguel- Si eso es lo que pasa por ingerir sangre de una verdadera bruja, entonces creo que quiero enfrentarme a un brujo para ver como seria.

_ No saben lo que están diciendo –dije- Los dones que tenemos son algo peligroso. El don de Nicholas y el de Diana pueden ser mortales y el mío también. Si toco lo suficiente a una persona y con malas intenciones puedo matarla.

_ No creo que tu don sea tan malo, adelante, tócame –dijo Gabriel tendiéndome una mano- A ver que tan terrible puede ser.

_ No pienso tocarte con malas intenciones –dije

_ Dijiste que si lo hacías con buenas intenciones reviviría un buen recuerdo. No hay problema, te permito, tócame –insistió Gabriel

Vacile durante un momento pero finalmente me acerque hasta estar nuevamente entre ambos asientos. Gabriel aparco el auto en el frente de la casa y se dio vuelta para mirarme. Me saque un guante sin dejar de dudar por más que él parecía convencido. ¿Y si lo tocaba y él se lo tomaba mal? ¿Y si luego pasaba a odiarme igual que como había sucedido con Alex? No, no podía tocarlo mientras temiese que su reacción no fuera buena por que entonces le haría revivir un mal recuerdo.

_ No, no puedo tocarte –dije- Perdona pero temo que tu reacción no sea buena y mientras tenga miedo te haré revivir un mal recuerdo al tocarte.

_ Entonces tócame a mi –dijo Miguel sonriendo- Sabes que no reaccionare mal.

Le devolví la sonrisa y permití que mi mano rozara apenas con la suya. Él era bueno conmigo, lo había sido desde el primer momento y confiaba en que su reacción no seria mala. Lo toque con buenas intenciones, sin tener miedo ni nada mas que lo a gusto que me sentía con Miguel. Sentí casi al instante el placer y la felicidad que le causo su recuerdo y luego de unos segundos él separo su mano de la mía.

_ Asombroso –dijo y sonreí dulcemente- ¿Así que este es tu don? ¿Por el que no tocas a nadie? ¿Por lo que Alex esta tan molesto contigo?

_ A ti por que te toque con buenas intenciones y por eso habrás revivido tu mejor recuerdo. Pero a él lo toque con miedo y le hice revivir su peor recuerdo –admití- Me odia por que le hice revivir su dolor y además por que viole su privacidad. Yo puedo decidir si ver o no lo que les hago revivir a los demás cuando los toco, en tu caso no me fije, pero a él lo toque sin darme cuenta y entonces vi su recuerdo.

_ Esta exagerando, no puede enojarse por que lo hayas tocado –dijo Miguel

_ Dudo que te gustaría que te tocase con malas intenciones o con miedo –dije y me baje del auto

_ Pero si tocas a los demás con buenas intenciones no tienes por que ir siempre con guantes –dijo Miguel bajándose también

_ No puedo ir por ahí causándole recuerdos y sensaciones a la gente cuando la toco -dije

_ Aun así seria algo divertido –dijo Miguel

_ No puede ir interfiriendo en la vida humana e ir causándole recuerdos a cada uno que toque –dijo Gabriel y saco las llaves de la casa- Dudo que sea algo que podamos permitir.

_ No te preocupes, no tocare a nadie –dije sonriendo- Soy buena. O al menos intento serlo.

_ Lastima que estés maldita por naturaleza –dijo Gabriel- Realmente es una pena.

_ Aprendí a convivir con ello –dije con indiferencia

Nuevamente tenia que estar durante quien sabe cuanto tiempo en esa casa donde dos personas competían por ver cual me odiaba más. Realmente no tenía mucha lógica el hecho de venir aquí pero el asunto de Nicholas los involucraba a ellos también si estaban averiguando sobre el tema. Gabriel introdujo las llaves en la cerradura y rápidamente abrió la puerta. Alex estaba recostado a lo largo del sillón y levanto apenas la cabeza al oírnos entrar. Nos miro confundido durante unos segundos y luego adopto esa seriedad que siempre tenia en mi presencia. Suspire, algunas cosas parecían no cambiar.

_ Según ella, estamos en problemas si le perdieron el rastro al brujo –dijo Gabriel dejando las llaves sobre una mesita y dirigiéndose a la cocina

_ No exactamente. Dijo que no seria bueno estar cerca de él –dijo Miguel siguiéndolo

Deje mi mochila a un lado y me apoye contra la pared. Alex se levanto de su lugar, estirándose y echándome una ultima mirada de odio. ¿Es que acaso siempre seria lo mismo? Lo mire durante unos segundos mientras él se paseaba por la habitación y entonces me acorde de algo. Durante unos segundos me quede totalmente helada, preguntándome como es que había podido pasarlo por alto, y luego clave mi vista fijamente en él.

_ Dime que no tuviste nada que ver con el hecho de que Nicholas se haya dado cuenta de que no me estaba siguiendo realmente o te juro que no te ayudare cuando se meta en tu cabeza –dije seriamente y él me miro incrédulo

_ ¿Qué te hace pensar que yo tuve algo que ver? –pregunto

_ Tu eres él que ha estado jugando con él –respondí, cerrando las manos en puños y acercándome a él- Ojala estés consciente del peligro que corremos todos si él aparece por aquí.

_ A ver si entiendes maldita bruja que yo no tuve nada que ver en el hecho de que tu ex-novio se haya dado cuenta de que estaba siguiendo a la persona equivocada –dijo él furioso y luego suspiro para calmarse- ¿Cuándo te enteraste?

_ Esta mañana –dije

_ ¿Y es peligroso no saber donde esta él? –pregunto

_ Muy –dije- Tengo que encontrar el modo de localizarlo pero no puedo arriesgarme a que me encuentre.

_ Estarás bien. Mientras estés dentro de los límites de este pueblo, estarás a salvo –dijo él

Al instante lo mire, sin palabras, sin poder pensar claramente, pero enseguida Alex evito mi mirada. Estaba segura de haber oído eso antes, me lo había dicho cuando yo vivía con miedo y él aun creía que yo era una humana. Cualquier enojo, cualquier enfado que hubiera tenido contra él se desvaneció en menos de un segundo. Solo entonces pude darme cuenta de que tan cerca lo tenia de mi. Estaba enfrente de él, hacia días que no lo tenía tan cerca y le estaba discutiendo. Además, ya no parecía tan serio, por un momento parecía que lo estaba diciendo enserio y le importaba.

_ Puedo cuidarme sola –dije casi en un susurro y me separe de él

No me atreví ni a fijarme en su reacción cuando me di vuelta. Tenía la mirada solamente clavada en el piso. Suspire, recobrando mi ánimo y entonces me cruce con la inescrutable mirada de Gabriel. Sofoque un grito, llevándome una mano al pecho y casi quedándome sin aire. Él esta ahí, cruzado de brazos y apoyado contra la pared. ¿Hacia cuanto tiempo estaba él parado ahí, mirándonos? Estaba segura de que él ahora sabia que algo pasaba entre Alex y yo. Alex levanto la vista y también se percato de la presencia de Gabriel. Ambos se quedaron mirando durantes unos segundos hasta que finalmente Gabriel negó con la cabeza justo antes de que Miguel apareciera.

_ ¿Qué esta pasando? –pregunto él

_ Nada –respondió Gabriel seriamente y luego volvió a ser el mismo de siempre- ¿Cuánto tiempo crees que nos quede antes de que llegue Raphael y volvamos a caer en la discordia?

_ Entre quince y diez minutos, o eso dijo –contesto Miguel e hizo una mueca al escucharse el ruido de la puerta- Quizás menos.

Tome mi mochila y me deje caer en el sillón sin darles mucha importancia a Daniel y Raphael cuando entraron. Yo sabía que tenía que hacer, recordar el número de Drake, no escuchar como ellos cinco discutían sobre la situación. Tome el articulo de mi mochila y lo di vuelta para poder escribir sobre él. Rápidamente comencé a garabatear todos los números que me venían a la mente, tachando unos tras otros al saber que eran incorrectos por más que todos fueran parecidos. Solo estaba concentrada en recordar aquel numero, apenas si escuchaba la conversación de ellos cinco como ruido de fondo y levante apenas la cabeza al reaccionar que me estaban llamando desde hacia tiempo.

_ Si nos das alguna información en vez de estar haciendo números no estaría mal –dijo Daniel

_ Lo siento, no estaba escuchando –dije- ¿Qué decías?

_ Si dejara de preocuparte solamente por tus cosas y nos ayudaras estaría bien. Dejando de lado tu asunto con ese brujo, si él se mete en este pueblo pone en riesgo la vida humana –dijo Daniel

_ ¿Tu crees que no lo se? –Dije poniéndome en pie y caminando hasta estar frente a él- Realmente no tienes idea del riesgo que todos corremos. Nicholas es muy poderoso, si, pero cuando era bueno jamás utilizó sus poderes para el mal. Ahora lo controla Lucifer, no sabes lo que él es capaz de hacer. Hay hechizos que no deberían ser mencionados.

_ Y eso lo dice una bruja débil –se burlo Daniel

_ Quizás no sea tan poderosa como él, quizás haya hechizos que me dejan totalmente agotada luego de hacerlos, pero te puedo asegurar que débil no soy –dije

_ Si no fuera por tu tacto no serias nada –dijo él

_ ¿Eso crees? –dije y reí por lo bajo- Entonces no tienes idea de que creer.

_ No tienes modo de saber lo que creo –dijo Daniel y sonreí, aun con la cabeza gacha

_ Nascosto la verità –dije

_ Tengo miedo de Nicholas Devang –dijo Daniel instantáneamente

Me lleve una mano a la boca para no reír. Me mataría, él me mataría por haberle hecho ese hechizo pero al menos así aprendería a no subestimarme. Además, solo era un hechizo que te hacia revelar tu mayor verdad oculta, nada mas. Aun así, eso no basto para evitar la mirada de odio que me tiro Daniel y vi perfectamente como él se contenía de atacarme.

_ Así que ese es tu mayor secreto –dije tranquilamente y lo fulmine con la mirada- No me provoques y no vuelvas a decir que soy débil por que ya viste que no es cierto. Puedo hacer que confieses tu mayor secreto con tan solo tres palabras.

_ ¿Eso es cierto? –Pregunto Miguel acercándose a Daniel y asentí- No tienes de que preocuparte Daniel, es simplemente un brujo mas y podremos con él.

_ No te recomendaría que lo toques –dije rápidamente al ver que él estaba dispuesto a ponerle una mano sobre el hombro en señal de apoyo- Es uno de los pocos hechizos que se hacen por si solos y tienen movimiento. Si lo tocas, el hechizo pasara a ti y yo no tendré nada que ver.

_ ¿Qué tan malo podría ser? –Dijo Miguel apoyando su mano sobre el hombro de Daniel y al segundo el hechizo tuvo efecto- Salí con la hermana de Raphael durante dos semanas.

_ ¡Que! –Exclamo Raphael- ¡Eres un maldito! Yo estaba seguro de que no podía confiar en Marina estando ella acá.

_ Tranquilo Raphael –dijo Alex riendo- Después de todo es a tu cuñado a quien le estas gritando.

_ Lo siento, lo nuestro se dio y no pude hacer nada –dijo Miguel tranquilamente- Tarde o temprano te ibas a enterar.

_ Engañar a Raphael durante dos semanas, eso es casi imposible. Bien hecho Miguel –dijo Gabriel sonriendo y entonces lo toco- ¡Ah, yo tenia razón! –Exclamo victoriosamente cuando el hechizo tuvo efecto- ¡Katherin no era una humana mas! Se burlaron de mí el primer día cuando dije que había algo extraño en ella y me dijeron que solamente tenia el ego dañado por que me había superado en biología. ¡Pero yo tenía razón! A ver si ahora aprenderán a escucharme y a no burlarse de mi cuando supongo algo.

Esta vez si que no pude evitarlo y reí. Gabriel, la persona mas tranquila y paciente que conocía, quien siempre guardaba la calma, estaba festejando y echándole en cara el hecho de haber tenido razón a los demás. Realmente no había ninguna lógica. Daniel que era el ser mas racional decía tenerle miedo a Nicholas solo por lo que había escuchado de él. Y Miguel, que era la viva imagen del buen amigo, había salido a escondidas con la hermana de su amigo. Por más que lo intentaba, no podía dejar de reír para poder deshacer el hechizo.

_ Si dejaran de tocarse entre si dejaría de pasar esto –dije

_ ¿Por qué? Se siente bien decir la verdad –dijo Gabriel sonriendo y aproximando a Raphael- Me pregunto que secreto guardaras.

_ Anduve con una vampiresa y hasta deje que ella me mordiera –dijo Raphael automáticamente cuando Gabriel lo toco y todos rieron

_ Momento. ¿Saliste con una chica vampiro y encima le diste tu sangre? –Dijo Daniel aun riendo- Eso si que me resulta imposible de creer.

_ Habla por ti mismo –dijo Miguel riéndose y limpiándose las lagrimas de los ojos de tanto reír- Eres el primero en recordarnos la ley y saliste con una vampiresa. Creo que no he escuchado nada más irónico en mi vida.

_ ¿Y tu buen juicio Raphael? –dijo Gabriel

_ A ver si entiendo. ¿Te niegas a admitir que votaste a favor de una bruja pero si eres capaz de darle tu sangre a una vampiresa? –Dijo Alex- Recordare esto, junto con la apuesta que perdiste el fin de semana, durante el resto de mi vida.

_ Esta bien, veamos que secreto ocultas tu –mascullo Raphael abalanzándose sobre Alex

Deje de reírme y mire alarmada a Alex. Lo intente, pero aun así no pude deshacer el hechizo a tiempo y antes de que pudiera darme cuenta Raphael ya lo había tocado. Me puse nerviosa. Él podría decir que yo tenía una pluma suya, que sabía desde antes que yo era una bruja, que había roto todo tipo de reglas conmigo. Aunque realmente, nada logro prepararme para lo que oí.

_ Sé que Katherin es una bruja desde el primer día que me la cruce –confeso Alex

Me quede helada y me lleve dos dedos a los labios. Entonces él lo sabía cuando... No lograba pensar claramente, no lograba asimilarlo. No me era posible creer que él supiera que yo era una bruja desde el primer instante en que me había visto. Los demás lo miraron totalmente atónitos a excepción de Raphael que sonreía maliciosamente.

_ Sabia que ocultabas algo por el estilo –dijo Raphael sonriendo y alejándose de él- Estaba seguro.

_ Ya tienes lo que querías –dijo Alex seriamente- ¿Algo más?

_ Apuesto a que sabias todo esto desde el primer día y no nos dijiste nada –continuo Raphael- Nos ocultaste información, este tipo de información y sabes lo que eso significa. Puedo pedir sin ningún problema relevarte de tu cargo, ya tengo una prueba.

_ Entonces hazlo si eso es lo que has estado deseando todo este tiempo –dijo Alex

_ Lo haré. No puedes ocultarnos este tipo de información y mucho menos con respecto a una bruja –dijo Raphael- Es mas, estoy seguro de que sabes muchas mas cosas y no las has dicho. ¿Por qué no nos avisaste?

_ Por que yo le hice un hechizo de olvido –dije rápidamente, mentí- Alex... él me descubrió cuando me vio y entonces le hice un hechizo de olvido para que no revelara lo que yo era. Cuando lo toque por accidente, le hice revivir el recuerdo de que me había descubierto.

Me mordí la lengua para no seguir hablando. ¿Qué diablos acababa de hacer? Defender a una persona que me odiaba. Y sin embargo, mi cabeza estaba en otra cosa, estaba en el hecho de que Alex había sabido todo este tiempo que yo era una bruja. De hecho, debería estar preocupándome por lo que acababa de decir. Técnicamente, acababa de admitir que había hechizo a un ángel y a su líder, y estaba segura de que ellos no se lo tomarían a bien.

_ ¿Qué? –dijo Raphael

_ Lo que oíste –respondí- Para el hechizo de olvido basta con grabar la palabra sobre la piel. Es un ángel, el corte se desvanece al instante y el hechizo tiene efecto sin dejar ningún rastro. Si él no les contó fue por que yo hice que se olvidara del hecho. Si permitía que Alex les contara, hubieran venido tras de mi el mismo día y me hubieran matado.

_ Entonces creo que te he estado juzgando mal todo este tiempo, perdona –dijo Raphael tranquilizándose y mirando a Alex- Pero aun así eso no cambia el hecho de que nos ocultaste información. Por otro lado, ella queda como culpable por que hechizo a Alex.

_ Lo se –dije clavando la vista en el suelo

Internamente, estaba calculando que tan difícil me seria salir huyendo del lugar. Podría detener el tiempo, o inmovilizarlos, o simplemente hacerme un hechizo de velocidad y huir. ¿Pero por que había hecho aquello? Me acababa de condenar con una mentira para que él no tuviera problemas.

_ Ella es inocente –dijo Alex- Hicimos un trato. Le dije que no la entregaba ni la mataba si ella no decía lo que yo ocultaba. Tienes razón Raphael, oculto mas cosas. Por empezar, tengo el número de Devang y me he estado comunicando con él.

Lo mire más que extrañada. ¿Acaso no entendía que yo estaba tratando de ayudarlo? No le encontraba el más mínimo sentido a lo que él estaba haciendo ahora. Estaba admitiendo que ocultaba más cosas y todo para que. ¿Para que Raphael no me matara por que me consideraba culpable? Raphael no dejaba de cambiar constantemente la mirada del uno al otro. Daniel y Miguel parecían totalmente confundidos mientras que Gabriel no dejaba de meditarlo y parecía ir encajando las fichas del rompecabezas una por una.

_ Yo le pase el numero esta semana, es por eso –dije

_ Eso no es cierto –dijo Alex- Tengo el numero desde que fuimos hace dos meses a la ciudad de al lado y le robe el celular a un brujo.

_ Uno de los dos me esta mintiendo para encubrir al otro –dijo Raphael

_ Ella me esta encubriendo –dijo Alex- Piensa que si se enteran de todo lo que oculto, la culpare del hecho y la matare.

_ Él es quien me esta encubriendo por que tengo una pluma suya –dije rápidamente

¿Hasta que punto estaba dispuesta a llegar para encubrirlo? Me matarían, ya era definitivo, si Raphael no lo hacia lo haría cualquiera de ellos cuatro. ¿Pero es que enserio estaba dispuesta a decir cualquier cosa para que Alex no fuera el culpable? No quería ni pensar que tan malo debía ser admitir que le había robado una pluma.

_ Eso no es cierto –dijo Alex

_ Si lo es –dije cerrando las manos en puños para contener mis emociones- Me estas encubriendo por que tengo una pluma tuya por que sabia que sino me matarías.

_ ¡Ya basta! –Exclamo Raphael y se llevo ambas manos a las sienes- Necesito pensar con claridad, los dos están diciendo la verdad. Se van los dos afuera ya hasta que logre encontrar quien es el que esta encubriendo a quien y que castigo le corresponde por ello.

_ Ella esta mintiendo –dijo Alex, pasando a un lado mío y saliendo

Vacile durante unos segundos, ya me había condenado bastante pero sabia que si Alex resultaba ser el culpable su castigo no seria bueno. Raphael no solamente le quitaría el puesto sino que también lo entregaría al Consejo y sabia lo suficiente como para saber que eso no seria bueno. Tome mi mochila, había algo ahí que necesitaba concluir, y me dirigí hacia la puerta. Me detuve justo frente a ella, aun sintiendo la mirada de ellos cuatro clavadas en mí.

_ Es él quien esta mintiendo –dije finalmente

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