Capitulo 19: Entrevista con una estrella de Rock


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_ Debo estar loca –me dije nuevamente mirándome al espejo

Detrás de mi, Sol maulló estando sentada en el suelo. Por otra parte, Luna seguía sentada sobre el borde de la ventana, vigilando el exterior casi como si esperara que algo pasara. Había estado así desde hacia unos días, exactamente, desde que le había perdido la localización a Nicholas. No me sorprendía. Continué mirándome al espejo mientras me delineaba los ojos, me terminaba de maquillar y me peinaba. De lo último que tenia ganas el día de hoy era de tener que adoptar la apariencia adecuada para ir a encontrarme con un brujo que era estrella de rock. En otros tiempos, hubiera estado entusiasmada por salir ya que antes todo mi mundo parecía ser entorno a las fiestas que organizaban los brujos. Ahora mismo, prefería quedarme en casa y no hacer nada a ir a encontrarme con Drake.

Suspire vencida, no tenia otra opción. Simplemente tendría que ir, actuar como era debido para conseguir la información y luego podría volver. Era cuestión de fingir ser una bruja más y confiaba en que no tendría problemas con Drake.

_ ¿Por qué siento que me arrepentiré de esto? –dije y Sol me miro con curiosidad

Llevaba puesta una falda muy corta y negra, una musculosa blanca con tachas, un tapado que era apenas mas largo que la falda y por ultimo una bufanda alrededor del cuello por el frío. No le temía al frío, me preocupaba el hecho de ir a encontrarme con un brujo y lo que este pudiera hacerme. Me convencí de que no importaba, si Drake me ponía una mano encima terminaría inconsciente en el suelo. Me calce rápidamente los zapatos con taco que utilizaría. Sonreí, unos centímetros más alta. Estas tonterías permitían que me distrajera del temor que sentía por encontrarme con un brujo. Me mire nuevamente al espejo, realmente estaba esplendida y no podía dejar de sonreírme una y otra vez.

Ya era plena noche cuando me subí en el auto de Gabriel. Otra vez sentí esa extraña esencia en el aire que por alguna razón me hacia sentir bien y extraña a la vez. En cierto modo me resultaba incomoda, como si hubiera una parte de mi que no la aceptara.

_ ¿Qué es eso que siento en el aire? –pregunte

_ El agua bendita que se me volcó en el auto cuando tenía quince –respondió Alex y me sobresalte al darme cuenta de que él estaba en el asiento de atrás- ¿Qué?

_ ¿Qué haces aquí? –pregunte

_ Es mi castigo por estar ocultando información –dijo cruzándose de brazos- Raphael dijo que ya que te había encubierto una vez, me tenia que ocupar de ti. No te voy a quitar el ojo de encima esta noche, no pienso dejar que cometas un error por ir a reunirte con un brujo. Y lo que hay en el aire es la esencia del agua bendita que se me volcó a mí hace dos años.

_ Otra de las razones por las que no me gusta que él este en mi auto –dijo Gabriel

_ Ni que fuera para tanto –dijo Alex- Al menos míralo de este modo, ningún ser maldito puede meterse en este auto sin sentirse al instante mal. Lo que me sorprende es como es que ella puede estar en presencia de agua bendita y parece que no le pasa nada.

_ No es exactamente nada. La siento y me es un poco molesta pero puedo ignorarla –dije

_ Perfecto, ni con agua bendita puedo deshacerme de ella –dijo Alex- ¿Al menos alguno me explica la locura que estamos a punto de hacer?

_ A mi no me preguntes –dijo Gabriel

_ Lo que sucede es que Drake Williams es un brujo y el mejor amigo de Nicholas. No me cae muy bien pero es la única forma que tengo de poder ubicar a Nick. Drake me dirá donde esta él, estoy segura que lo sabe –dije- Lo único que tengo que hacer es ir y encontrarme con él.

_ Entonces estas dispuesta a ir y encontrarte con el mejor amigo de tu ex-novio que anda buscándote para volver a encarcelarte –dijo Alex- Cuanta lógica tiene. Solo por curiosidad. ¿Tienes idea de la locura que estas haciendo?

_ Es Drake Williams, conociéndolo, no sabe nada sobre lo que pasa en la actualidad –dije- Si siempre que lo veía le contabas algo y ni sabia de lo que le hablabas. Solo se preocupa por si mismo y no sabe nada fuera de sus giras y conciertos. Estoy segura de que ni siquiera debe saber lo que sucedió conmigo ni que me están buscando y ofreciendo recompensa.

_ ¿Y si sabe que hacemos? –pregunto Alex

_ Algo se me ocurrirá –dije

_ Tócalo y listo –dijo Gabriel- Me dijiste que hasta puedes matar a la gente con solo tocarla.

_ No es tan fácil –dije con una mueca- El don de Drake Williams es que ningún otro don lo afecta. Eso es bueno ya que en el caso de que él luego se cruce con Nicholas, a menos que le diga, Nicholas no podrá meterse en su cabeza y saber algo de mí. Por otra parte, no le pasara nada si lo toco así que tendré que pensar que hacer. Aunque podré con él. Drake se deja llevar y se distrae muy fácilmente, tiene la actitud de cualquier estrella de rock y es aun más mujeriego. Será fácil quitarle la información y ocuparme de él.

_ Ahora entiendo por que hay que cuidarse de las brujas –dijo Gabriel y reí por lo bajo- No puedes ir por ahí provocando a los hombres.

_ Si quiere provocar a una estrella de rock así vestida, lo hará –dijo Alex y no pude evitar sonrojarme- Por mí, basta con que consiga la información. Después no me importa lo que haga.

_ ¿Y ustedes que van a hacer? –pregunte

_ Yo esperare en el auto, él esta obligado a acompañarte –dijo Gabriel- No te dejaremos sola con otro brujo.

_ ¿Y como diablos esperas que consiga que Alex me acompañe sin levantar sospecha? –exclame

_ Es lo que he estado diciendo todo el día pero no me escucharon –dijo Alex tranquilamente- Raphael dijo que no eras de fiar mientras estuvieras con otro brujo y que alguien debía mantenerte vigilada. El problema es que se nota claramente que no soy un humano.

_ Entonces tendrás que hacerte pasar por brujo –dije y él me miro alarmado

_ ¡Que! ¿Acaso estas loca? –Dijo él- No me haré pasar por un maldito brujo nunca.

_ Si no lo haces, no hay modo de que puedas acompañarme –dije

_ ¿No has pensado en que yo soy un ángel y me estas pidiendo que me haga pasar por un brujo? Hay varios inconvenientes en eso. Por empezar, no hago magia –dijo Alex

_ Arréglenselas para hacer que Alex pueda ir contigo por que no te dejaremos sola con otro brujo –dijo Gabriel y suspire frustrada

_ Dame unos minutos, algo se me ocurrirá –dije

Clave mi vista a un lado, mirando a través de la ventana lo rápido que pasaba el paisaje nocturno frente a mí. ¿Cómo demonios hacer pasar a un ángel que odiaba a los brujos por uno? Era casi imposible, existían demasiados inconvenientes. Por empezar, ya bastante me estaba arriesgando yo al presentarme con esta presencia tan extraña que ahora tenia. Seria mucho peor si encima me presentaba con Alex que su presencia pasaba totalmente desapercibida para cualquier brujo normal. Además, estaba el inconveniente de los ojos, de la forma de comportarse, del atuendo y la actitud.

Hice una lista de todo lo que debía cubrir y poco a poco un plan fue tomando sentido en mi cabeza. Ya había llegado muy lejos, no habría vuelta atrás. Sonreí triunfal al tener una gran idea. Cerré los ojos, haciendo aparecer un par de cosas frente a mí y rápidamente se las lance a Alex. Le cayeron encima y él me miro más que confundido.

_ ¿Qué es esto? –pregunto

_ No puedes presentarte con ese aspecto frente a un brujo, sabrán que no eres de los nuestros –dije- Los anteojos cubrirán tus ojos y será mejor que te pongas ese sombrero si no quieres levantar sospechas. Cámbiate el abrigo, los zapatos y ponte la bufanda.

_ ¿Puedo preguntar para qué diablos es todo esto? –dijo él

_ Si esperas hacerte pasar por un brujo tienes que vestirte como tal –conteste- Los brujos que le sirven a Lucifer son muy dados a la última tendencia en moda y tratan de vestirse del mejor modo posible. Si quieres que no sospechen de ti, debes estar vestido igual que un modelo de revista.

_ Aun te faltan varios puntos mas que cubrir si quieres que yo me haga pasar por un brujo –dijo Alex

_ También lo pensé. Tu don es ocultar y modificar presencias. Es la excusa perfecta para que nadie pueda sentir tu presencia y de por que la mía es tan fuera de lo normal –dije- Tienes el aspecto, tienes la magia, ahora solo falta la actitud. ¿Crees poder actuar como un brujo?

_ Por favor dime que luego me contaras todo lo que pase en la noche –dijo Gabriel riendo

_ No pueden condenarme a hacerme pasar por un maldito brujo –se quejo Alex

_ Es el arreglo que tuviste con Raphael, no protestes –dijo Gabriel- Además, solo será una noche.

_ Míralo de este modo. Si esto sale bien, serás el primer ángel en infiltrarse entre los brujos y conseguir información –dije

_ Aun así, el hecho de hacerme pasar por un brujo ya es bastante torturante y tener que acompañarte a ti mucho peor –mascullo Alex- Raphael me las pagara.

_ ¿No hay algún hechizo que puedas hacer para que no proteste mas? –pregunto Gabriel y negué con la cabeza

_ No es tan fácil. No sé hacer hechizos para callar a una persona en especial además de que no me gusta hacer hechizos sobre la gente –dije

_ Lastima –dijo Gabriel- Tendré que conformarme con estar solo cuando se vayan y que luego me cuentes lo sucedido.

_ Estas yendo muy lento Gabriel –dijo Alex y me fije en la velocidad

_ ¿Doscientos kilómetros por hora te parece lento? –pregunte

_ Esa es la principal razón por la que no me gusta que se suba en mi auto –dijo Gabriel- Para él, todo es lento a menos que aceleres al máximo. Pero te recuerdo Alex que esto es un auto y no una motocicleta, no puedo ir rápido y meterme por cualquier lugar que haya por el que apenas si pasaría una bicicleta. Mientras me sea posible tú no tocaras mi auto.

_ ¿Por eso lo haces ir atrás? –pregunte y Gabriel asintió

_ Es una injusticia terrible –dijo Alex

Reprimí una sonrisa y me recosté mejor contra el asiento. Mi vista se perdió mas haya del horizonte, dejando que mi mente divagara totalmente. O el viaje se pasó más rápido de lo que esperaba, o Alex se equivocaba y Gabriel si estaba yendo muy rápido ya que antes de que pudiera darme cuenta las luces de la ciudad ya estaban pasando frente a mí.

Levante apenas la cabeza para ver todas las tiendas y comercios totalmente iluminados. La gente caminaba tranquilamente por la acera, paseándose bajo las brillantes luces de la ciudad y disfrutando de la fresca noche de otoño. Me había olvidado completamente de lo que era estar en una ciudad de noche, con todas las luces y toda la vitalidad por todas partes. Los humanos caminaban de aquí para allá. Desde los adultos que salían a cenar hasta los jóvenes que salían a bailar. Llegamos hasta la parte más alta de la ciudad, donde estaban los restaurantes más famosos y prestigiosos. Ya se podía ver la fila para poder entrar y como había un sujeto en la puerta de cada establecimiento permitiendo o denegando la entrada.

Nos detuvimos frente a uno que no daba más aspecto que al que iría cualquier estrella. Había una gran alfombra roja que se extendía desde la entrada hasta la calle, cordones dividían la entrada de la multitud que había reunida. La gente bajaba de sus elegantes autos y solo se escuchaba como la multitud gritaba para recibirlos mientras avanzaban hacia la entrada. Me pregunte que clase de lugar había escogido Drake para que nos reuniéramos y solo después me di cuenta de los carteles y pancartas que tenia la multitud. Había un festival de música en la ciudad, eso lo explicaba todo, y los artistas venían a comer a este restaurante. Mire mas detenidamente la multitud y pude ver las miles de muchachas empujándose por estar al frente y gritando. Y pensar que yo estaba aquí por la propia invitación de Drake Williams.

Gabriel detuvo el auto justo en la entrada y Alex bajo primero para abrirme la puerta. Le sonreí, agradecida y me detuve a mirarlo por un instante. Si, daba la perfecta apariencia de un brujo y para mi mala suerte estaba terriblemente guapo.

_ Te juro que me las pagaras por hacerme pasar por esto –susurro él en mi oído

_ Mientras sepas fingir, no habrá problema –dije tranquilamente- Deja que sea yo quien hable con Drake y por nada del mundo intervengas. No importa lo que suceda.

_ Yo haré bien mi trabajo –dijo él tomándome por el brazo- Ahora haz bien el tuyo.

En algún lugar, un flash de cámara me despisto. Camine elegantemente por la alfombra roja y nos detuvimos frente al corpulento hombre que permitía la entrada. Lo mire detenidamente por un momento y por tan solo un segundo sus ojos cambiaron a los de un gato y me devolvieron la mirada, luego volvieron a parecer los de cualquier otro humano. Basto simplemente con que le diera una sonrisa de cómplice para que me dejara pasar. Quizás él tendría un hechizo para ocultar la presencia, pero seguramente sentía la mía. Note la rápida mirada inquisitiva que me echo Alex mientras pasábamos junto al hombre.

Hacia tiempo que no veía restaurante mas moderno y elegante que aquel. Me detuve en la puerta, sin saber exactamente como hacer para encontrar a Drake y de hecho, sin saber que aspecto tendría él esta vez. Alex me soltó y se separo de mí justo antes de que un alto hombre de traje y anteojos viniera a pararse frente a mí. Me quede mirándolo por un rato, sentía mas que a la perfección su presencia y podía ver como un mango de un cuchillo asomaba desde debajo de su cinturón.

_ El señor Williams la esta esperando señorita –dijo él de una voz profunda y se levanto apenas los anteojos, dejando a la vista unos oscuros ojos de gato, para fijarse en Alex- No dijo que vendría con compañía.

_ Creí haberle dicho –dije inocentemente- Perdóneme si no avise pero ando con una agenda muy ocupada últimamente. Pero Alexander es para mí lo mismo que usted para el señor Williams, supongo que no habrá problemas en eso.

_ ¿No es un poco joven para encargarse de este trabajo? –dijo el hombre

_ El Señor ofrece juventud eterna –respondí sonriendo- Usted mejor que nadie debería saber eso para quien trabaja. Además, soy muy prejuiciosa, no me gusta que me acompañe gente que parezca adulta.

_ Esta bien. Pero solo para confirmar. ¿Qué estarías dispuesto a hacer, muchacho, por vuestra señora? –dijo el hombre

Me mordí apenas el labio inferior de un modo casi imperceptible, no tenia planeado esto. Podía fingir ser una bruja más, otra servidora de Lucifer. Hasta podía hacer pasar a Alex por otro brujo más y lograr que el guardaespaldas de Drake lo creyera. Pero lo que no me esperaba era justamente eso, que el guardaespaldas le preguntara a él. Me tranquilice, confiaba en Alex y él había dicho que haría bien su trabajo. ¿Pero en algún momento le había dicho como debía comportarse? Casi me estremecí ante ese pensamiento y agradecí que nadie se fijara en ello.

_ Haría cualquier cosa por mi señora –respondió Alex elegantemente- Después de todo, estoy para servirle.

_ ¿Cuál es tu don, chico? –continuo el hombre y Alex sonrió

_ Modifico y oculto las presencias. Mi señora debe estar protegida en todo momento de cualquier enemigo que pueda cruzarse en su camino y que mejor que ocultar su presencia para mantenerla a salvo –dijo Alex

_ Le diré al señor Williams que ha venido acompañada señorita –dijo el hombre y se dio media vuelta- Por favor síganme.

No me había dado cuenta hasta ese momento que estaba sosteniendo el aire. Apenas el hombre estuvo lo suficientemente lejos, me permití suspirar de alivio. Le eche una rápida mirada a Alex. Él parecía confiado, seguro de cómo debía actuar y por lo que había hecho recientemente podía estar segura de que haría bien su papel. Mientras él fingiera ser un brujo, se comportara y hablara como tal, yo me encargaría de cubrirlo en todo lo demás. Seguimos al guardaespaldas de Drake por todo el largo del restaurante hasta la sección más exclusiva. Tuvimos que subir unos escalones hasta la parte mas alta del restaurante y ahí estaba sentado Drake en una mesa junto al barandal de cristal que separaba un piso del otro. Suspire hondamente ante lo que me aguardaba. En realidad, Drake Williams daba toda la apariencia de cualquier otra estrella de rock. Unos lentes oscuros, una chaqueta de cuero, en esta ocasión tenia el cabello teñido de negro que apenas le caía por el rostro y siempre portaba esa sonrisa burlona suya. Sus relucientes dientes, junto con sus brillantes anillos y las marcas que tenía hechas debajo de la oreja era lo único que me permitía saber que era él. Me detuve un segundo al ver las líneas negras debajo de la oreja izquierda, clara marca de que servia a Lucifer. Estaba flanqueado a ambos lados por dos guardaespaldas mas, ellos permanecían de pie detrás de él y parecía que me examinaban hasta el más mínimo detalle.

_ Ya basta muchacho, es una amiga –dijo Drake sonriéndome- Hacia tiempo que no te veía gatita. Toma asiento, no te quedes ahí parada, tu compañía siempre me resulta más que placentera.

_ Lo mismo digo Drake –dije tomando asiento

¡Ah, que insoportable seria fingir que él me caía bien! La noche no se me pasaría para nada rápida estando en compañía de Drake. Además, con lo poco que me gustaba estar cerca suyo, esto seria una terrible tortura. Y conociendo a Drake, sabia que tenía más intensiones de las que demostraba.

_ Veo que has traído compañía, no habías mencionado eso –dijo él levantando las cejas

_ Se me ha olvidado. Pero lo cierto es que uno no puede andar solo cuando quiere divertirse –dije y le dedique una maliciosa sonrisa- Sabes a lo que me refiero, lo ultimo que quiero son problemas con los seres de luz.

_ Esos tontos alados –dijo Drake recostándose sobre su silla- Creen que son la ley y sin embargo son mas idiotas de lo que creía. Llevo seis almas esta semana y no he tenido ningún problema. A veces me pregunto si saben lo que nosotros hacemos.

_ Mientras ninguno se cruce en mi camino estará todo bien. Sino, un corte y listo –dije y Drake sonrió

_ Se me ocurre que luego de esto podríamos salir por un aperitivo si queremos tener una divertida noche –dijo Drake con una mirada que revelaba todas sus intensiones

_ Lamentablemente debo decirte que no. Vengo de tomar una –dije y estratégicamente me pase la lengua por un lado del labio superior

Mire por un segundo de soslayo a Alex, preguntándome que tanto le debería estar costando todo esto. A mi me era fácil fingir, sabia que decir y que hacer, sobretodo con Drake. ¿Pero a él? ¿Qué tan difícil debía ser para un ángel pararse y tener que soportar, no solo como dos brujos se burlan de los ángeles sino también como hablan de las almas como un aperitivo que puedes tomar cuando quieras?

_ Que afortunado debió ser el pobre bastardo que cayo bajo tu encanto –dijo Drake- ¿Cómo es que Nicholas decía? ¿Una terrible atracción?

_ Puedes elegir: Un encanto fatal o una terrible atracción –dije- Pero es algo que se lleva en la sangre. ¿No es así?

_ Si por sangre te refieres a ti y a tu hermana, no lo dudo. Pero sabes una cosa, creo que tú eres peor que Diana –dijo él

_ No te creo –conteste y reí tontamente

_ Diana conseguirá a todo quien desee, pero tu puedes hacer que cualquier hombre pierda totalmente la cabeza si lo deseas –dijo Drake apoyándose sobre la mesa y acercándose mas a mi- Belleza como la tuya es muy rara. Es como un diamante, debes encontrarlo, no hacerlo y es esa inocencia que a veces muestras lo que hace que vuelvas loco a cualquiera.

_ ¿Por qué tienes tres guardaespaldas esta vez? –pregunte para salirme rápidamente del apuro y él sonrió, echándose hacia atrás

_ Lujos que me puedo dar. Sabes como soy yo y lo que me gusta hacer. Además, son muy útiles cuando me tengo que deshacer del envoltorio del caramelo –dijo él y luego se fijo en Alex- Puedes decirle al tuyo que se siente, no tiene por que quedarse todo el tiempo parado. Y veamos... quien se sentara de ustedes tres... Laurent. Me has sido muy fiel últimamente así que creo que mereces el honor de tomar asiento a mi lado.

_ Me halaga con su concebimiento señor –dijo el mismo hombre que nos había recibido mientras tomaba asiento a un lado de Drake al igual que Alex a un lado mío

_ Como veras, yo no puedo darme el lujo de tener a tres guardaespaldas –dije

_ Sabes que si lo deseas puedes conseguir que cualquier hombre dé la vida por ti y sin esperar nada a cambio –dijo Drake- Baltasar, ocúpate de traernos la comida.

_ Con mucho gusto señor –respondió el hombre que estaba parado a su derecha y luego partió

_ A veces me aburren, creo que son muy obedientes. Estoy pensando en reemplazar a alguno –dijo Drake jugando con una cajita y luego me la ofreció- ¿Milsabores?

_ No, gracias –dije

_ ¿Y tú? –pregunto mirando a Alex

_ Debo denegar por puro respeto algo que mi señora no acepte –dijo Alex

_ Ese si es un buen guardaespaldas. Hace unos días tenia a un hombre llamado Lucian, estábamos en una fiesta cuando me ofrecieron caviar y no lo acepte. En cambio, él, se abalanzo sobre la bandeja y por eso lo despedí –dijo Drake y luego me miro casi de un modo suplicante- Vamos gatita, no me puedes negar un milsabores, si sabes que te encantan. ¿No quieres saber que es lo que mas te gustaría en este momento?

_ Es que lamentablemente sé a que me sabría –dije, bajando la mirada y sonrojándome

Sonreí dulcemente y Drake me miro totalmente a gusto. Trate de no pensar en el modo en que él debía de estar interpretando mis gestos, Drake Williams solo pensaba que el mundo giraba en torno a él y no le importaba nadie mas que él. Pero no había mentido en la parte de que sabia a que me sabría un milsabores en este momento. Simplemente me sonroje mas ante el pensamiento, sin dejar de tener la vista baja y evitando sobretodo mirar a Alex.

_ ¿Y a que te sabría? –dijo Drake

_ A un beso –respondí

_ ¿Y se puede saber de quien? –pregunto Drake, de golpe interesado

_ ¿Debo responder? –dije, levantando apenas la vista y sonrojándome aun mas al ver que Alex tenia los ojos clavados en mi

_ Supongo que no –dijo Drake y se metió un milsabores en la boca, cerrando los ojos y haciendo un sonido de placer- Creo que has adivinado el sabor del mío. Un beso de una hermosa bruja, no podría haber pedido algo mejor.

_ Quisiera saber quien es la afortunada –dije

_ Lo mismo digo –respondió Drake- No puedes dejarme con la incógnita de quien ha sido el afortunado. ¿De quien?

_ Es un secreto –susurre y sonreí

_ Aun recuerdo aquella noche en Le Moulin Rouge que andábamos jugando a secretos y mentiras –dijo Drake sonriendo- Estábamos con Diana y Nicholas. Me dejaste solo con tu hermana y partiste con él.

_ ¿Has hablado con él últimamente? –pregunte fingiendo extrema curiosidad

_ Que coincidencia, hable con él justamente esta mañana mientras aun estaba en el avión. Me llamo para decir que volvía a los Estados Unidos y quería arreglar para encontrarnos. Lamentablemente yo estoy partiendo a América Latina mañana así que no puedo darme el lujo de cruzar todo el país para encontrarme con él –respondió Drake y me guiño un ojo- Además le dije que tenia otro compromiso pendiente. ¿Por qué no estas con Nicholas?

_ Tuve una pequeña pelea con él –dije a la ligera- Estaba visitando a una amiga en esta ciudad y vi los carteles de tu concierto. Entonces se me ocurrió que podríamos reunirnos, he tenido muchos deseos de verte desde la ultima vez.

Drake sonrió más que complacido ante el comentario y me pregunte que tanto creería él que estaba interesada. ¿Tomaría esto como un coqueteo? Era Drake Williams, el simple hecho de sonreírle para él significaba que tenía la noche ganada y cuanto mas lo creyera mas fácil me seria quitarle información sin que se diera cuenta. Aunque realmente me disgustaba terriblemente la idea de estar coqueteando con Drake.

Agradecí enormemente el momento en que su guardaespaldas regreso con la comida. Una pizza mediana, la mitad llena con todas esas cosas extrañas que a Drake le encantaban y la otra mitad solo con la mozzarella. ¿Pero que otra cosa se podría esperar de él? Solo una estrella de rock pediría una pizza en tan lujoso restaurante. Durante toda la cena él no dejo de hablar de su reciente concierto, comentando desde su equipo de producción hasta las desesperadas muchachas que gritaban al frente y trataban más que nada de subirse al escenario con él.

_ Había una rubia hermosa llamada Rose que la subí al escenario, jugué un poco con ella y se quedo sin alma a la medianoche –dijo Drake sonriendo maliciosamente- No tienes idea de la energía vital que ella tenía.

Hice una mueca de disgusto ante ese comentario pero por suerte Drake atribuyo que se debía a que el pedazo de pizza que estaba comiendo contenía ananá. Le eche una rápida mirada a Alex, él seguía en su papel pero pude ver lo tenso que estaba y como la mano totalmente pálida le temblaba un poco cuando tomo su vaso para beber. Ya bastante me estaba costando mantener mi papel a mí por lo que contaba Drake, no quería ni imaginar a él. Debía admitirlo, Alex tenía una gran resistencia y autocontrol. Conociéndolo, ya le hubiera gustado atravesar a Drake con su espada al menos un par de centenares de veces.

_ Iré a pagar la cuenta señor –dijo Laurent una vez que Drake se puso en pie

_ Eso es lo que me gusta de ti Laurent, siempre pareces estar un paso más adelante que yo –dijo Drake y me miro- Oh, por favor, permíteme –dijo retirándome la silla y le sonreí mientras me ponía en pie

_ Muy caballeroso de tu parte –dije

_ Seré una estrella de rock pero se como asistir a señoritas, sobretodo a una tan bella –dijo él

_ Me halagas –conteste dulcemente

_ Créeme que aun no he empezado. ¿Estas segura de que no quieres reconsiderar mi anterior propuesta? Seria un simple postre –dijo él sonriendo

_ Ya sabes que no. Además, no necesito de un alma para sentirme activa esta noche –dije acercándome totalmente a él y reí en su oído- Eres tan... vitalicio. Eres como un ratón, siempre vivaz.

_ Me gusta lo que dices –respondió él y me aleje- Podríamos continuar esta noche, no hay necesidad de despedirnos a la salida.

_ Miau –respondí a propósito y Drake sonrió

_ Definitivamente no me arrepentiré de haberme encontrado contigo esta noche –dijo él ya tomándome por la cintura y reí nerviosamente mientras me deshacía de su agarre

_ Tan solo discúlpame un momento y me tendrás el resto de la noche –dije- Debo arreglar un par de cosas con mi guardaespaldas y me tendrás para ti solo luego.

_ No te tardes –respondió Drake y me beso rápidamente en la punta de la nariz como solo él podía hacerlo

Drake Williams partió junto con sus tres guardaespaldas, le sonreí una última vez antes de verlo salir y solo luego me permití dejar de contenerme. Me limpie más que asqueada la punta de la nariz con las manos. ¡No podía creer que ese idiota me hubiera besado ahí! Luego de esto, me bañaría mil veces si era necesario para sacarme la horrible sensación de encima. ¡Y además se había atrevido a poner sus manos en mi cintura! ¡Aah! Las únicas manos que realmente quería volver a sentir sobre mi cintura eran las de Alex y sabía que él preferiría seguir fingiendo ser un brujo antes que eso.

Su simple recuerdo me hizo volver a la realidad de que él estaba ahí conmigo. Lo mire mas que preocupaba, pensando en como debería estar soportando él todo eso. Estaba totalmente tieso y con las manos blancas, y aunque lo ocultara, sabia que había una terrible expresión de sufrimiento en su rostro.

_ ¿Estas bien? –pregunte

_ Luego de todo lo que he pasado esta noche, dudo volver a estar bien en mi vida –dijo él

_ Exageras. Si quieres vete y espera a que termine –dije y él me miro intensamente

_ No pienso dejarte sola con ese brujo –dijo, haciendo énfasis en “ese”

_ Puedo perfectamente con Drake –dije y Alex me tomo por el brazo acercándome totalmente a él

_ Ese brujo roba más de un alma por día y tú tienes una. No pienso dejarte ni un segundo sola con él –dijo Alex y luego me soltó- Sácale el resto de la información rápido, quiero irme de aquí cuanto antes.

Asentí más que obediente al ver lo tenso que él estaba. Y aun así, mis pensamientos estaban en otra cosa, en que él parecía preocuparse por mi alma. Pero no es que Drake fuera capaz de robarme el alma. ¿O si? Casi me estremecí ante ese pensamiento. Era mi alma, él la llegaba siquiera a desear y lo mataría.

_ Estaba pensando en que podríamos ir a mi suite en el hotel, queda a tan solo unas cuadras –dijo Drake apenas salimos

_ Parece que me hubieras leído el pensamiento –dije poniéndome a su lado mientras caminábamos- ¿Podemos mantener nuestro pequeño encuentro en secreto?

_ Siempre y cuando haya algo que ocultar –dijo Drake insinuándose

_ No te preocupes que lo habrá –dije sonriendo maliciosamente y susurre- Lo prohibido siempre es tentador.

_ Más que eso –dijo Drake pasándome una mano por la cintura- No te preocupes, no le diré a nadie.

_ ¿Prometido? –pregunte tiernamente y él sonrió

_ ¡Hey, mi don es una barrera que me protege de cualquier otro! –Dijo golpeándose la cabeza- No hay forma de que nadie lo sepa, ni Nicholas puede meterse en mi cabeza. Promittĕre.

Mas adelante nuestro caminaban dos de los guardaespaldas de Drake mientras que detrás nos seguían Laurent y Alex. “Solo resiste un poco mas, solo un poco mas” me decía a mi misma dentro de mi cabeza. Pero lo cierto era que no soportaría más allá de quince minutos. De por si, la mano que sentía a un lado de la cintura parecía estar quemándome, deseaba deshacerme de ella. Tenia la vista clavada en el suelo, las manos juntas adelante y a pesar del frío lo único que deseaba en este momento era poder dejar inconsciente a Drake y partir. En algún momento él miro para atrás pero no quise ni pensar en que se estaba fijando.

Finalmente llegamos al lujoso hotel en donde se hospedaba Drake por tan solo esta noche. El lujoso edificio, con relucientes pisos de mármol y llamativos decorativos en dorados captaba la atención de todo quien pasaba. Los guardaespaldas de Drake mantuvieron la puerta abierta para que nosotros dos pudiéramos pasar y dejaron que los demás se las arreglaran solos. Caminamos por la lujosa alfombra, cruzando toda la recepción hasta el ascensor. Un humano que había en un escritorio, a un lado del camino que estábamos haciendo, nos miro más que sorprendido pero luego siguió con lo suyo. Me quede helada al ver como solo Drake subía al ascensor y sus guardaespaldas se quedaban fuera.

_ De ahora en adelante seguimos solos –dijo él

Mire a Alex mas que preocupada, casi del mismo modo en que él me miro a mi. Temía por él, no quería dejarlo solo con los tres guardaespaldas de Drake. ¿Qué podría pasarle? ¿Y si lo descubrían? Yo no estaría cerca para cubrirlo inventando cualquier excusa como que tenía un hechizo sobre él o algo así. ¿Y si le sucedía algo a Alex en el tiempo que yo no estaría con él? Ese pensamiento me torturaba terriblemente.

_ Solo dame unos segundos para que pueda dejarle mi abrigo a mi guardaespaldas y luego seré toda tuya –dije sonriendo maliciosamente

Drake sonrió más que complacido, ya abalanzándose sobre mi pero rápidamente me deshice de su agarre y salí del ascensor. En realidad, no había pensado en lo que había dicho antes de salir, lo único que estaba en mi mente era que deseaba alejarme de Drake y que mi preocupación por Alex resultaba ser más grande de lo que esperaba. Pero agradecía lo genio que había sido mi subconsciente al decir esas palabras tan apresuradamente y sin pensarlas.

_ Déjeme que pueda ayudarla con su abrigo señorita –dijo Alex educadamente

_ Muchas gracias Alexander –dije

Me di vuelta, mas que agradecida con mi subconsciente por que recién ahora me había dado cuenta de lo que significaba lo que había dicho. Cerré apenas los ojos por el placer que me producía sentir como sus manos se deslizaban delicadamente por mi cintura para sacarme el abrigo. No me importaba cuales eran las circunstancias, era mas que fascinante poder sentir su cuerpo tan cerca del mío, poder sentir su tacto y su calor. Sentía su respiración contra mi oído e involuntariamente gire mi cabeza de modo que mi rostro rozó apenas con el suyo.

_ Dame solo unos minutos –susurre de un modo que solo él pudo oírme

_ Si no vuelves en diez minutos iré por ti, no me importan cuales sean las circunstancias –dijo con sus labios pegados a mi oído- Prométeme que no tendré que ir a buscarte y estarás bien.

_ Lo prometo –respondí y finalmente me separe de él

Me hubiera gustado haber disfrutado más de ese momento, de poder sentirlo tan cerca de todos los modos posibles. Una parte de mi mente se dejaba engañar, me hacia pensar que él enserio se mostraba preocupado por mi en este momento. Aunque la otra parte me gritaba que él estaba fingiendo y que solamente lo hacia por que desconfiaba de mi estando sola con otro brujo. Como si yo fuera a planear matarlo con Drake pensé sarcásticamente y casi reí.

Le eche una última mirada a Alex, él se había quedado con mi abrigo y lo tenía sobre su brazo. Entre al ascensor, sintiendo nuevamente como me ardía la mano de Drake sobre mi cintura. Justo antes de que las puertas se cerraran, la expresión inescrutable que Alex había mantenido toda la noche cambio y se convirtió en una que mostraba totalmente preocupación. Le devolví también una mirada totalmente preocupada y entonces quede sola en el ascensor con Drake.

_ Creo que tu guardaespaldas te mantiene muy bien vigilada, no te quito un ojo en toda la noche –dijo Drake

_ Es su trabajo –respondí con indiferencia

_ Aun así, pienso que se preocupa más de lo que debería por ti –dijo él- Y creo que tú también te preocupas mucho por él.

_ No es en realidad preocupación. Tu mismo lo dijiste, yo puedo hacer que cualquier hombre pierda totalmente la cabeza si así lo deseo –dije maliciosamente y me acerque mas a él- ¿Enserio crees que me importa?

_ Mientras ese bastardo no interfiera esta noche no me importa lo que le hagas –dijo Drake, nuevamente tomándome entre sus brazos y pegando su frente a la mía

Sentí internamente como si alguien me apuñalara. No, yo no estaba engañando a Alex, a quien en realidad estaba engañando era a Drake. Y sin embargo, no podía dejar de sentir que estaba traicionando a Alex. Las manos de Drake sobre mi cintura no se comparaban en nada a las calidas manos que habían estado ahí hacia apenas unos minutos. Tramposamente, permití que mi mano tocara la piel desnuda de mi brazo y me hice revivir ese recuerdo. Por unos segundos me deje creer que seguía abajo, con los brazos de Alex a mí alrededor y que ese momento no había pasado tan rápido como ahora me parecía.

El pitido de que el ascensor había llegado al piso solicitado me hizo reaccionar y volver a la realidad al mismo tiempo que Drake se alejaba de mí. Por un momento maldije al pitido, había interrumpido mi recuerdo pero por otra parte lo adoraba ya que había provocado que Drake se alejara de mi. Él fue el primero en bajar del ascensor y enseguida lo seguí. Había en el pasillo dos guardaespaldas mas, uno a cada lado de la puerta de la suite de Drake. Abrieron la puerta para que pudiéramos pasar y él se detuvo solo un segundo.

_ Muchachos, pase lo que pase no interrumpan –dijo y ambos guardaespaldas asintieron

Casi me estremecí al cruzar el umbral de la puerta y escuchar como esta se cerraba detrás de mí. Ahora estaba sola, encerrada en una habitación con Drake Williams y sus intenciones que no deseaba imaginar. Diez minutos había dicho y tenía que cumplirlos. Le había prometido a Alex que estaría bien y así seria.

La suite de Drake me hubiera parecido increíble de no ser por que no tenía deseos de estar ahí. Las paredes eran de un color que parecía dorado y el piso estaba totalmente alfombrado. Era más que una suite de primera clase, definitivamente solo una estrella de rock mundialmente conocida se alojaría ahí.

_ Linda suite. ¿Verdad? –dijo él parándose detrás de mi

_ Es hermosa –dije más que fascinada y entonces volví a sentir las manos de Drake alrededor de mi cintura y como él me atraía mas hacia su cuerpo

_ Sabes, hay una cosa que siempre le envidie a Nicholas –dijo él besándome en el cuello

_ ¿Y que es? –pregunte tratando de contenerme

_ Tu –susurro en mi oído y volvió a besarme en el cuello

Quería deshacerme de él. Golpearlo y salir corriendo. Pero no tenia alternativa, aun necesitaba quitarle la información. Solamente me hice una promesa antes de actuar, que ese maldito jamás tocaría mis labios.

Me di vuelta, sonriendo y pasando mis manos alrededor de su cuello. Lentamente le acaricie su pierna con la punta de mi pie mientras sonreía y tiraba su cabeza hacia atrás. Si había algo que realmente odiaba, era tener que actuar como Diana pero solo de ese modo conseguiría la información. Empuje a Drake hacia atrás, dejándolo caer sobre un sillón y entonces me puse encima de él. Le bese el cuello, acariciándole el cuenco de la oreja con mi nariz y sin dejar de respirar agitadamente contra su piel. Escuche su agitada respiración y el rápido palpitar de su corazón. Sentí sus manos agarrarme fuertemente por las caderas y como él también se abalanzaba sobre mi, besándome ferozmente el cuello y tratando de llegar a mis labios pero sin que yo se lo permitiera. Reí tontamente en su oído cuando él se detuvo.

_ Ahora entiendo por que Nicholas te tuvo durante tanto tiempo gatita –dijo Drake- Eres imposible de no desear.

_ Miau –respondí y entonces le volví a acariciar el cuello con la punta de la nariz, sintiendo como él se relajaba totalmente- ¿Dónde esta Nicholas? No quisiera que él interrumpiera en lo nuestro –dije de una voz totalmente irresistible

_ Lejos de aquí –dijo Drake- Nunca había conocido a alguien como tu, me excitas demasiado.

_ Ya lo sabia –respondí y volví a besarlo en el cuello mientras mis manos se deslizaban lentamente por su pecho quitándole la chaqueta- ¿Dónde esta exactamente? No quiero estar mas con él. Sino contigo.

_ En Florida –respondió Drake casi como si estuviera hipnotizado- Volvió a los Estados Unidos el día de hoy y me dijo que se dirigía hacia Florida, Miami.

Me separe de él, sonriendo más que complacida por haber conseguido lo que debía. Unos segundos y toda mi farsa terminaría. Entonces Drake sonrió, deslizando sus manos por el resto de mi espalda hasta que estuvieron sobre mi cola. Reí tontamente, bajando la mirada mientras mi sonrisa se ensanchaba. Entonces todo término, lo mire seriamente y tome su cuello entre mis manos. Escuche el crujir de sus huesos cuando se lo torcí y vi como quedaba medio inconsciente. Me acerqué mas a él, pegando mis labios en su oído mientras sentía como él se desvanecía.

­_ Credĕre –dije- Tuvimos la noche que tanto deseabas. Tuve que partir temprano para no perder mi vuelo y tú debes partir para continuar con tu gira. Por cierto Drake, deberías agradecer de seguir con vida.

Volví a torcerle el cuello hasta que se desplomo totalmente. Me levante del sillón, arreglándome la ropa y escupiendo al piso por el asco que tenia. Sentía la adrenalina correr por mis venas, sentía mis ojos exactamente iguales a los de un gato en este momento. Con las pupilas en forma ovalada de modo que me tocaba arriba y abajo y también extremadamente pequeña. Camine lo largo de la habitación para llegar hasta la puerta y salir.

Enseguida los dos guardaespaldas reaccionaron al verme salir y mirar hacia atrás, al interior de la habitación. Sonreí, saltando sobre uno de ellos y torciéndole de un rápido movimiento el cuello de modo que cayo al suelo. El segundo guardaespaldas se abalanzo rápidamente sobre mí y lo evite, haciendo que siguiera de largo. Me agache, haciéndolo tropezar con un pie y entonces me puse de pie de un salto. Aterrice sobre su espalda, escuchando el grito de dolor que hizo y luego también quedo inconsciente. Tome mi diminuta daga, prendida en un bolsillo de mi falda, pero aun con su insignificante tamaño bastaba para hacerles un hechizo de olvido a cada uno. Seria pequeña, pero no necesitaba hacerla tomar su real tamaño para que cortara. Me levante luego de marcar a ambos guardaespaldas y entonces mire directo a la cámara de seguridad que había en el pasillo.

_ Elimināre –dije y cualquier grabación que haya habido quedo totalmente eliminada junto con el funcionamiento de la cámara

Tome el ascensor y baje hasta la planta baja. Estaba segura de que habían sido menos de diez minutos los que me había tomado. Salí y camine seriamente el largo trayecto hasta la puerta. Me distrajo un segundo el grupo de chicas que estaban en la recepción pidiendo ver a Drake Williams. Las conocía, eran de la escuela, hasta podía jurar que la morocha que estaba al frente era Nikky. Una de ellas me miro solo por un segundo y entonces seguí caminando antes de que las demás lo hicieran. Salí del hotel. El helado aire me hizo estremecer y entonces me hizo reaccionar, logrando que volviera a ser yo misma y no un gato salvaje.

Alex estaba a un lado de la puerta, apoyado tranquilamente contra una pared y limpiando con un pañuelo algo que tenia en la mano. Lo mire, ya no portaba ni los anteojos ni el sombrero y había un terrible olor a quemado en el aire. Entonces me fije en el casi imperceptible humo que había en el callejón que estaba enfrente. Sentí como se me helaba la sangre. Conocía ese olor, sabia que era lo que se estaba quemando y me fije en el objeto afilado que Alex tenia en la mano. El filo de las tijeras me provoco nauseas mientras Alex seguía limpiándole la extremadamente oscura sangre.

_ Los...

No pude terminar la frase, estaba totalmente aterrada solo de ver las tijeras. Eso podía matarme, me las clavaba en el cuello y moría al instante. Con gran esfuerzo pude tragar saliva por más que estaba paralizada. Él me miro durante un momento, confundido y luego mirando lo que tenia en las manos. Reacciono y las guardo apresuradamente en un bolsillo de su pantalón, casi me había parecido de un modo desesperado por ocultarlas de mi vista aunque quizás el pánico me estaba haciendo imaginar cosas.

_ Que... ¿Qué fue lo que paso? –pude articular finalmente

_ ¿Estas bien? –Dijo tomándome por los hombros y mirándome directamente a los ojos- Kat, Katherin, reacciona.

Me lleve ambas manos a la cabeza, sacudiéndola para salir de ese estado de miedo y pánico en el que estaba. No, Alex jamás seria capaz de matarme con esas tijeras, me lo había prometido. Me había dicho que no me mataría ni me haría daño mientras yo cumpliera con mi parte del acuerdo. Suspire recuperando la calma.

_ Si, estoy bien –dije y cerré por unos segundos los ojos, tratando de eliminar la imagen de las tijeras de mi cabeza

_ Lo lamento, no era mi intención causarte esto. No me había fijado en ti hasta que hablaste y no creí que reaccionarias de ese modo al ver un par de tijeras –dijo él, soltándome

_ Es una de las pocas cosas que puede matarme definitivamente. Me clavas eso en el cuello y muero. ¿Cómo querías que reaccionara al verla en tus manos, sabiendo ya que me quieres ver muerta? –Dije y entonces me entro la desesperación- Por un segundo creí que serias capaz de matarme.

_ Cumplo con mi palabra, dije que no te haría daño –dijo Alex y suspiro, dándose vuelta hacia la calle- Perdona si te cause ese pensamiento.

_ ¿Qué fue lo que paso? –pregunte

_ Me atacaron los tres guardaespaldas, no se muy bien por que. Fue por orden de su jefe pero lo extraño es que no supieron que era un ángel hasta que pelee con ellos –dijo él- Los tres están muertos. Te dije que podría con los brujos.

_ Hay que irnos de aquí, hay chicas de la escuela en recepción pidiendo ver a Drake Williams y no creo que trascurra mucho tiempo antes de que vean lo que he hecho –dije

Me abrace a mi misma por el frío que tenía, clavando la vista en el suelo. Levante la cabeza, apenas sorprendida al sentir como Alex dejaba su abrigo sobre mis hombros. Lo mire agradecida, la prenda aun conservaba su calor y me abrace mas para que este me invadiera. No quise ni pensar en que habría sucedido con mi tapado, seguramente él lo habría perdido durante la pelea pero eso ahora no me importaba. El simple hecho de sentir el calor de su abrigo sobre mi bastaba para complacerme y hacerme sonreír.

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