Capitulo 1: Descontrol y naipes


.

La discoteca era un total descontrol con los cuerpos bailando sin descansar y la música sonando fuertemente sin cesar. Sonreí, no se podía esperar otra cosa de un lugar atestado de brujos, con fiestas por y para brujos. No podía hacer más que bailar al ritmo de la música, sin dejar de sonreír mientras mi cuerpo se movía. Sentía las miles de miradas clavadas en mí. Las miradas de los hombres fijas en mí sin dejar de desearme y la de las mujeres, algunas envidiosas y otras deseando ser yo. ¡Y pensar que yo odiaba llamar la atención! Pero eso me sucedía por ser Katherin Strega y que medio mundo de los brujos me conociera. No solamente era la hija del brujo más poderoso que existía sino que también había salido con la mano derecha de Lucifer. Y apenas tenia dieciséis años.

Mi cabello color caramelo caía lacio casi hasta mi cintura y no hacia mas que brillar bajo las luces. Mis ojos destellaban mientras me divertía. Podía imaginar mi pupila totalmente dilatada como la de un gato, con mis ojos que Gabriel llamada de cielo. Él les decía así por que tenían un color extraño que se confundía entre el azul y el gris, como el cielo, cuando uno no sabe si esta nublado o despejado. Mi piel color crema llamaba la atención al estar rodeada de gente totalmente bronceada y a pesar de que mi temperatura normalmente era tibia tirando a fría, ahora estaba totalmente acalorada a causa de llevar largo tiempo bailando.

Tenia unas sandalias con taco que consistían solamente en cintas de cuero negro entrelazadas y con algunas tachas, pero sonreía ya que ellas me hacían sentir alta. Una fina musculosa me cubría el torso, con botones adelante y detalles con mostacillas pero apenas si lograba cubrirme la piel de mi cintura. Llevaba puesta una minifalda blanca en la cadera y quizás demasiado corta pero esa era la idea. Después de todo, había brujas que me cuestionaba seriamente si llevaban algo debajo de las largas camisas o sus largos abrigos. Aunque realmente no eran muy largos, apenas debajo de la cintura y sabia como terminarían ellas. Igual que cualquier servidora de Lucifer, despertarían mañana en la cama de alguien y sin recordar nada de lo sucedido ahora. Las ignore, yo no era como ellas. Y aun si estaba vestida de un modo demasiado provocador y mi nombre no hacia más que aumentar la tentación, yo era más difícil de atrapar que ellas.

Continué bailando bajo la luz de la discoteca, en el centro de la pista, sintiendo todas las miradas de alrededor clavadas en mí. Veía como varias parejas se retiraban, sin separarse y ya quitándose la ropa, a lugares mas privados. ¿Pero que otra cosa se podía esperar de una fiesta de brujos en donde todo era descontrol? Y aun estando rodeada de tantas personas con belleza sobrehumana, algunos modelos, actores e incluso cantantes, ya había dejado muy en claro que me tocaría quien yo quisiera. Ya había perdido la cuenta de cuantos hombres habían intentado hacerse conmigo y ganarme fácilmente. Y a todos les había ido igual, los había rechazado.

Sonreí al ver como unos brujos a mi costado discutían para que el más joven de ellos viniera por mí. Me pareció reconocer a un joven corredor de autos entre ellos y al menos dos actores y modelos. Hubiera rechazado al muchacho al instante de no ser por que alguien se le adelante. Unas manos me tomaron por la cintura por detrás y su cuerpo comenzó a bailar pegado al mío. Una fresca sensación me invadió y no hice nada mas que continuar así, adoraba la frescura. Tome sus manos y deslice las mías por sus brazos de modo que estuve segura de estar apresada y que él me mantendría cautiva cuanto tiempo desease. Gire apenas el rostro, aspirando el fresco aroma de su cuello que me recordaba al de la brisa en las alturas. Él era un año mayor que yo, su cabello le caía apenas sobre el rostro y parecía plateado bajo las luces. Llevaba puestos unos lentes oscuros de modo que ocultaran sus ojos pero no me pareció extraño viendo la gran cantidad de brujos que también llevaban lentes.

Continué bailando así, con su cuerpo pegado al mío y sintiendo como cada vez me sujetaba más fuertemente y sus dedos se hundían más en mi piel. Todas las miradas estaban clavadas en nosotros, mirando al muchacho que por fin había logrado acercarse a mí y tomarme. Me apoye contra él, tratando de controlar el descontrol que me provocaba y aspirando el fresco aroma que tenia su piel. Sus dedos se hundieron aun más de modo que tomaron mi prenda y la piel de sus nudillos rozaba la de mi cintura. Agradecía el hecho de la oscuridad que había, de ese modo no podía ver a todos los demás que había en la discoteca. Suspire ante el prohibido placer que él me provocaba y me deje hacer. Una mano suya subió por mi torso mientras que la otra me sujetaba más fuertemente y se detuvo en mi pecho, tomando el collar que tenia. El plateado sol con los rayos zigzagueantes destello bajo las luces y la piedra ámbar que tenia incrustada en el centro brillo. Los labios de él rozaron la piel de mi cuello y supe que estaba vencida.

_ Tienes suerte –dije girando mi rostro y sintiendo nuevamente el aroma de su cuello- Ya he rechazado a muchos que han intentado hacer lo que tu has logrado.

_ Soy un tipo con suerte –dijo y sus labios volvieron a besar mi cuello, deslizándose por toda mi piel y deteniéndose en mi oído- ¿No es así gatita?

Suspire al oír esas palabras en mi oído y perdí el control total de mi cuerpo. Supe que hubiera caído al suelo ahí mismo de no ser por que él estaba sujetándome. Trate de recobrar el control sin lograrlo, el placer era mas fuerte que yo. ¿Cuántas personas me llamaban así? Todo hombre que se cruzaba en mi camino siempre me decía gatita y aun así esas palabras en sus labios me habían resultado totalmente irresistibles.

El hecho de cederle también el control de mi cuerpo hizo que todo concluyera en fin. Ya no podía ni moverme, simplemente me quería dejar hacer. Él me dio vuelta, sujetándome entre sus brazos como una muñequita de porcelana. Sus labios primero besaron mi sol mientras sujetaba una mano contra mi pecho, luego subieron, recorriendo toda mi piel y finalmente se encontraron con los míos. Sus labios rozaron los míos y por ese segundo mi corazón se detuvo, permitiéndome disfrutar de cada milímetro de ese beso. Luego volvió a latir cuando sus labios se alejaron un centímetro. Mi mano sentía perfectamente la alta temperatura de su pecho y como su corazón latía tan rápidamente como el mío. Sonreí, sintiendo su fresco aliento sobre mi rostro y entonces mis labios rozaron los suyos. Él me tomo fuertemente y no permitió que nuestros labios se volvieran a separar.

Escuche las exclamaciones de asombro a nuestro alrededor por ver a alguien que había podido totalmente conmigo y los ignore. Que se fueran al diablo nuestros espectadores, yo solo quería estar con él. El muchacho me tomo mas fuertemente entre sus brazos y me arrastro fuera de la pista de baile mientras nos seguíamos besando. Sonreí, y pensar que yo no debía estar ahí y que había prometido portarme bien. Sentí el frío pilar de concreto contra mi espalda cuando prácticamente me choque con él. El muchacho continuó besándome y mis labios se movían con descontrol deseando más de los suyos. ¿Por qué sus besos tenían que ser tan irresistibles? Ni con toda la voluntad del mundo hubiera podido controlarme en ese momento. Simplemente cedía ante él, entregándole todo mi cuerpo.

Suspire cuando él se separo de mí y me limpie la boca, mirándolo fijamente. Él volvió a tomarme fuertemente entre sus brazos y su cabeza se hundió en mi cuello, besándome el cuello nuevamente. Suspire de placer, apoyando mi cabeza sobre su hombro y aspirando su embriagador aroma. Y otra vez me deje hacer. Él me levanto en el aire y mis piernas estuvieron alrededor de su cintura. Nos movimos y no hubo nada más contra mi espalda que me sostuviera. Perdí cualquier noción de tiempo y lugar, tan solo me concentraba en seguir respirando a pesar de la excitación y de todo lo que deseaba hacer con él. Sus labios volvieron a chocar con los míos casi al mismo instante que mi espalda choco contra una pared. Rodee su cuello con mis brazos, sujetándome fuertemente y besándolo. No supe cuanto tiempo estuvimos así, pudieron haber sido horas o segundos, no lo sabía. Sus manos recorrieron todo mi cuerpo y yo seguía agarrada a él como un koala. Sus labios volvieron a estar contra la piel de mi cuello y mi cabeza sobre su hombro.

_ ¿Quién eres? –pregunte respirando agitadamente

_ Quien tú desees que sea –dijo él

Cerré los ojos, sintiendo como todo mi cuerpo cedía ante su tacto. Mis labios estuvieron contra los suyos en otro desenfrenado beso y su mano permaneció contra la piel de mi pecho por unos minutos. Luego se deslizo a un lado, llevándose parte de la tela consigo y dejándome el hombro totalmente al descubierto. La marca que yo tenia en la espalda latió y su mano de deslizo hacia abajo por mi brazo hasta detenerse alrededor de mi muñeca. Escuche algo abrirse a nuestro lado, una puerta. Sentí la luz iluminarme medio rostro y la figura de alguien recortada por la iluminación.

_ ¡Encontré al novato! –exclamo alguien

Enseguida él me soltó y mis pies volvieron a estar en tierra. Gire el rostro, viendo al brujo que aun sostenía la puerta del sector privado abierta a nuestro lado y este se quedo helado al verme. El muchacho que estaba frente a mi sonrió, con una sonrisa de ganador que me parecía muy suya de él. Él me tomo y me obligo a caminar mientras seguía besándome en los labios. Sentí cuando entramos al lugar y cuando la puerta se cerró detrás de nosotros. El muchacho se dejo caer sobre un sillón y por consiguiente yo sobre su regazo mientras nuestros labios seguían unidos. Sentía la presencia de las demás personas en la habitación y el ruido de la música había quedado totalmente apagado. Me obligue a desligar mis labios de los suyos y abrí los ojos, mirando toda la habitación. Él estaba sentado sobre un rojo sillón de terciopelo. Había más brujos ahí y una mesa para cartas delante de nosotros. El sector privado era realmente alucinante, una lujosa sala nada más para que los brujos pudieran reunirse y jugar a los naipes.

Listo, ya había entrado al juego, aquí comenzaba mi papel. Me fije nuevamente en el muchacho sobre el que estaba sentada y me había estado besando descontroladamente en la última hora. Su cabello era en realidad rubio como el oro y estaba despeinado o más bien yo lo había despeinado totalmente cuando lo besaba. Había mas brujos ahí pero no les preste atención, simplemente me apoye contra el hombro del muchacho, cerrando los ojos y permitiéndome respirar contra su piel.

_ Nada mal para un novato –dijo uno

_ Cállate Mike, deja que el muchacho disfrute de su premio –dijo otro y un terrible olor a habano inundo la sala- Has tenido suerte muchacho al conseguirla.

_ Quizás Pet, pero siempre fui un ganador –dijo el novato y lo sentí sonreír

_ Es la primera vez que te vemos por aquí –dijo una voz nueva- Espero que tengas tanto éxito con las cartas como lo tienes con las mujeres. ¿Qué trajiste?

Me permití abrir los ojos y mirar a los seis brujos que había en la habitación. Todos se quedaron boquiabiertos, con los ojos que parecía que se salían de las orbitas y a uno se le cayo el habano al suelo. Sonreí. Yo era Katherin Strega, ni nada mas, ni nada menos. Mire a los seis hombres y mire las siete sillas que estaban dispuestas alrededor de la mesa, los sillones tan solo eran para esperar.

_ Cuando dijiste que ibas por algún bocadillo para pasar el tiempo mientras llegaban los demás no creí que te referías a esto –dijo un hombre alto y de cabello oscuro

_ Thom, dije que iba por un bocadillo de primera clase –dijo el novato y volvió a tomar mi rostro con una mano- Creo que saque el premio mayor.

Asentí, aun hipnotizada por él. Volví a hundir mi cabeza en su cuello y supe que debía hacer si deseaba permanecer allí. Mis labios recorrieron cada centímetro de su piel a pesar de que tenía la camisa cerrada totalmente hasta el cuello de modo que me quedaba una zona muy limitada. Mientras yo no fuera mas que un simple trofeo, no prestarían atención a lo que podría llegar a oír.

_ ¿Ella es Katherin Strega? –pregunto otro hombre

_ Viste sus ojos, solamente puede ser ella –dijo Pet- ¿Aaron, que opinas?

_ Pienso que es ardiente –dijo Aaron- Mira lo larga que son sus piernas y este maldito tiene la suerte de tenerla encima.

_ Quizás deba compartir –dijo un hombre

_ Zed, no –respondió el muchacho con firmeza

_ ¿Cuándo empezaremos a jugar? –pregunto Mike

_ Esperemos media hora más, si él no llega, entonces jugamos sin él –dijo Thom

Tome nota mientras mis labios seguían pegados a la piel de mi supuesto dueño. Thom, Zed, Pet, Mike, el novato y Aaron. Pero ahí había seis personas más que nosotros dos y por lo tanto me faltaba un nombre. ¿Y a quien estaban esperando para comenzar a jugar? Lo sabría tarde o temprano. Mientras yo no pareciera más que el trofeo del novato, ellos hablarían sin darme importancia y yo escucharía todo. ¿Y por que estaba haciendo todo esto? Lo recordé, por que debía conseguir la información, necesitaba saber que estaba pasando entre los brujos. Ante ese pensamiento clave los dedos uno por uno en la piel del muchacho, casi como si estuviera contando.

_ ¿Damon, cuando llegara el que falta? –pregunto el novato

Sonreí, listo, ya tenia el sexto nombre. Adoraba que todo fuera tan fácil y ellos cayeran en mi engaño tan tontamente. Había entrado sin problema y esperaba salir del mismo modo. Pero yo no seria un juguete para ellos, no permitiría que me tuviera nadie mas que no fuera él. Si enserio iba a comportarme así frente a brujos, al menos mantendría algo de dignidad y lo haría con uno solo. Pero realmente la dignidad no contaba aquí, estos hombres eran de los más deshonrados que pudiera encontrar. Eran brujos, no podía esperar otra actitud de ellos, no me veían más que como un objeto sexual. Me daban asco ellos.

Mire al muchacho sobre el que estaba sentada. Levante la mano, queriendo quitarle los lentes oscuros y verle los ojos. Pero él me detuvo tomándome por la muñeca y bajo mi mano. Giro el cuello y pude ver que tenia una marca ahí. Un as de pic estando en llamas. Sonreí y pase mis dedos sobre la piel tintada, deslizándolos lentamente. Pero después de todo, cada servidor de Lucifer tenia alguna marca oscura, a veces a la vista y otras no. En cambio yo no servia a Lucifer pero aun así tenia una marca en la espalda que casi siempre permanecía oculta. Los otros brujos también tenían sus marcas, algunas totalmente visibles, otras no. Pero tampoco podía ver mucho de ellos ya que todos llevaban lentes oscuros y sombreros. Todos vestidos igual de bien, tanto que parecían modelos recién salidos de la página de las revistas. Ni me molestaba en prestarles atención, todos los brujos eran igual.

_ No se por que aun no ha llegado –dijo Damon

_ Con todas las mujeres con las que duerme no me sorprende que haya preferido quedarse un tiempo más en la cama y luego venir –dijo Pet

_ Quizás salio a robar un alma y listo –dijo el novato- Aunque se esta tomando su tiempo.

_ Quizás nosotros deberíamos ir por un alma –dijo Zed- O al menos energía vital, me da lo mismo que tomar. Además será fácil, tomamos a cualquier humana que pase, la llevamos al callejón y de paso nos divertimos un rato.

_ Oscuro y lujurioso –dijo Aaron y sonrió maliciosamente- Me gusta.

Thom rió mientras ellos dos se ponían en pie dispuestos a retirarse, luego también se les unió. Sentí como el cuerpo debajo de mi se tensaba. No pude evitar quedarme helada al saber lo que ellos tres harían pero no podía evitarlo. No podía hacer nada más que continuar así a menos que quisiera que me descubrieran. Rece internamente con todas mis fuerzas que ningún humano pasara cerca de aquí aunque sabia que era en vano. Era imposible resistirse al encanto fatal de un brujo y una vez que este te tenía no podías liberarte nunca más.

_ No iras con ellos y me dejaras. ¿No? –susurre en el oído del novato y permití que mis labios tocaran su piel

_ ¿Te parece que me interesa una humana cuando te tengo a ti? –dijo él y me beso en los labios

_ Puedes ir con ellos si quieres, nosotros la cuidaremos en tu ausencia –dijo Mike sonriendo y revelando sus oscuras intenciones

_ Sigue soñando Mike –dijo el novato y sus labios recorrieron mi rostro- Ella es solo mía.

_ Esta bien, no tienes que ser tan posesivo –dijo Mike y se levanto de su lugar- Iré por alguna golosina aunque él ya saco el premio mayor.

Sonreí al ver como él partía antes de que dijera algo por lo que quisiera matarlo. Me apoye contra el pecho del muchacho, abrazándolo y tranquilizándome totalmente. Cuanto me gustaría poder dormir así como estaba pero debía permanecer despierta y atenta. Aun así entrecerré los ojos y me mentalice a no ser nada más que un lindo objeto de adorno en él. Después de todo eso era para los demás. Aunque estos hombres me daban ganas de matarlos, no estaba segura de salir de aquí sin causar ningún herido.

_ Tu novio se pondrá molesto cuando esta noche no vuelvas con él –dijo el novato riendo y sonreí

_ Solo para ti, no tengo novio –dije

_ Creí que salías con Nicholas Devang –dijo él

Negué con la cabeza. Recordé a Nicholas, sus perfectos y únicos ojos azules y su cabello dorado oscuro, lo portaba corto la última vez que lo había visto. Para ser un brujo italiano y de 19 años, era demasiado conocido. Claro, él había sido la mano derecha de Lucifer, luego la oscuridad lo había dominado y paso a ser Nick. Abandono su oficio una vez que recupero el control sobre si mismo y partió. No lo había vuelto a ver desde entonces, sabia que había regresado a su casa pero aun así lo extrañaba y me preguntaba como estaría él. Pero no le había mentido al muchacho. Yo había terminado con Nicholas en el mismo instante que la oscuridad lo había dominado y había dejado de ser él. De eso hacia meses, justo cuando me había negado a servirle a Lucifer.

_ ¿Acaso no conoces la historia? –dijo Pet

_ Ya te lo dije, soy nuevo –dijo el novato- Casi llevo un mes como brujo pero creo que es lo mejor que he hecho. Esta vida es magnifica, siempre en fiestas y en tan buena compañía.

_ ¿Cómo encontraste la Secta? –pregunto Damon

_ Ella me encontró a mi –dijo el novato sonriendo y miro a Pet- ¿Y como es la historia?

_ Ella es la hija de Adrian Strega, el brujo más poderoso que existe en el mundo y los tiempos hasta ahora. Sus dos padres son brujos, eso es casi imposible pero ese es su caso. Ella salio con Nicholas Devang, la mano derecha de Lucifer y entro al Instituto Bella Vista –dijo Pet- Ahí donde todos los brujos desean ir. Te cansas de estar siempre en fiestas en algún momento. Pero ella era bruja de nacimiento por lo que no tuvo que jurarle lealtad al Señor para entrar. Y luego, cuando ella tuvo que jurarle lealtad a Lucifer

_ Me negué –interrumpí y pase una uña por el rostro del novato, acercándome a él- Soy una chica mala, no me gusta seguir las reglas. Aunque, ya que eres nuevo, podrías luego llevarme a tu apartamento y te enseñare mis hechizos mas ocultos.

_ ¿Eso es una insinuación? –pregunto el novato, sonriendo y acercándose a mi

_ Quizás –respondí sonriendo

_ Ten cuidado muchacho, no vayas a terminar muerto –dijo Pet- Siempre que jugaba a las cartas con Nick él decía que tenia una chica con una belleza mortal.

_ Conservo lo que me gusta –dije pasando mis dedos por el rostro del muchacho

_ No parece peligrosa, al menos no en el sentido de que me vaya a matar –dijo el novato y reí- Aunque quizás si sea peligrosa en el otro sentido.

_ No tienes idea de cuan peligrosa puedo llegar a ser –dije y él sonrió

_ Entonces lo averiguare luego y espero ver el amanecer –dijo

_ Ya esta, otro mas que cayo –dijo Damon recostándose contra su sillón- ¿Acaso sabes que le sucedió a su ultimo novio? Se rebelo contra su Señor y por consecuencia terminó totalmente dominado por la oscuridad, nadie quiere terminar como él. De hecho, ya nadie sabe de él.

_ Dijeron que lo vieron por Italia –dijo Pet- Habrá vuelto a sus tierras. Pero corren los rumores de que ya no es más uno de nosotros.

_ ¿Qué quieres decir? –pregunto el novato

_ Dicen que ya no le sirve mas a Lucifer –dijo Pet- Aunque no se como es eso posible, después de todo el único brujo que se enfrento a Lucifer y logro vencerlo fue

_ Mi padre –interrumpí nuevamente y mi dedo continuo recorriendo la piel del muchacho- Él venció al gran rey de la oscuridad y recupero su alma.

_ Eso es una insolencia –dijo Damon

_ No. No lo es –dije y sonreí- Es un acto de rebeldía y la rebeldía esta en mi sangre, no debería sorprenderte de mi.

_ ¿Por qué? –pregunto el novato

_ Fue la bruja mas buscada hace unos meses –dijo Pet- Fue un gran descaro negársele a Lucifer en su rostro y entonces iniciaron una búsqueda tras ella. Había una gran recompensa por su captura y no lograron encontrarla. Pero al parecer todo aquel movimiento se borro de la nada y aquí estamos. No hay búsqueda, no hay recompensa, simplemente hay una mujer mas que peligrosa.

_ ¿Y como es que todo se borro tan simplemente? –pregunto el novato

_ Alguien se ocupo de encubrirlo –dijo Pet- Nadie sabe quien fue pero se encargo de encubrir todo el asunto.

_ Solamente es la calma antes de la tormenta para mí –dijo Damon- Si tuvieras una falta de respeto de ese modo hacia mi señor yo no te permitiría seguir con vida.

_ ¿Por qué? –Pregunte mirándolo y señalándolo con un gesto de la cabeza- ¿A quien sirves?

Casi al instante me mordí la lengua. Yo no debía hablar, no debía hacer ningún comentario de ningún tipo, solamente ser el lindo trofeo callado del novato. ¡Y aun así hablaba! Por suerte Damon reacciono más que nervioso ante esas preguntas y no respondió. Hubiera suspirado de alivio de haber podido.

Por suerte el novato volvió a recorrer todo mi cuerpo con sus manos y a besarme, casi como si se hubiera dado cuenta de que estaba en problemas y necesitaba esa escapatoria. Me acomode mejor sobre él, sosteniendo mi cabello con una mano mientras lo besaba. Sentí las miradas envidiosas de los demás, podía sentir todo en esta habitación y sin embargo quería sentirlo solo a él. Disfrute de sus irresistibles besos por lo que me pudo haber parecido una eternidad o un segundo, y de sus manos recorriendo todo mi cuerpo, varias veces metiéndose debajo de mi prenda y tocando la piel de mi espalda. Fui yo quien se detuvo y se permitió separarse un centímetro de sus labios. Con un dedo toque su labio inferior, deslizándolo hacia abajo y luego soltándolo. Y aun así su mirada parecía estar solamente clavada en mí, casi como si estuviera hipnotizado.

_ ¿Cuánto tiempo nos queda Pet? –pregunto el novato sin dejar de mirarme casi boquiabierto

_ Al menos diez minutos –respondió él

_ Perfecto –dijo el novato y tomo mi mano- Vamos a un lugar mas privado.

_ Eso me encantaría –dije

Me levante enseguida y casi al instante él estuvo a un lado de mi. Me tomo de la muñeca y tiro sutilmente para que lo siguiera. Pet nos miro y sonrió, sus blancos dientes destellaron bajo la luz mientras se acomodaba aun más bajo su sombrero como un típico chico malo. Damon ni se molesto en mirarnos, tenia la cabeza hacia atrás y la mirada perdida en el techo. Les eche una última mirada cuando no se fijaron y luego seguí al muchacho. Los sillones y las mesas para jugar cartas continuaban aunque hoy el lugar parecía estar reservado exclusivamente para ellos siete, u ocho, aun faltaba que llegara uno. La luz iba disminuyendo ya que la única lámpara encendida era la de aquella zona y nos fuimos hundiendo más en la oscuridad. Mis ojos se adaptaron al instante, adoptando la forma felina y entonces doblamos en un oscuro pasillo a la derecha. Aquí estaba la salida de emergencia, las paredes estaban totalmente pintadas de negro y apenas si quedaba algo de la luz del salón y la luz que provenía del exterior.

Sonreí al chocarme nuevamente contra la pared, en un lugar que era imposible que alguien nos viera sin que nos diéramos cuenta. Él se puso frente a mí, acorralándome nuevamente y apoyándose contra la pared teniendo un brazo a cada lado mío de modo que estaba atrapada. Sonreí aun más, no me importaba ser su prisionera, no ya que sabía como terminaría esto. Quizás con un poco de suerte dentro de una hora estaría fuera.

_ ¿Estas bien novato? –pregunte y él sonrió

_ ¿A quien crees que llamas novato? –Dijo él y sus labios rozaron los míos- Luego de un mes soy más que un experto, sino mírame.

_ Ya quisieras –dije sonriendo- En cuanto a esto, tengo muchos mas años de experiencia que tu. ¿Y a quien esperan?

_ No lo se, no lo han mencionado –dijo el novato- Pero Damon parece saber de él aunque no habla mucho al respecto.

No pude hacer mas que sonreír, entonces la clave estaba en Damon. Él se acerco más a mí, poniendo su cuerpo sobre el mío y volvió a besarme. ¿Por qué esto me resultaba tan adictivo? Por empezar, yo no debería estar aquí. Cerré los ojos mientras continuaba besándolo y mis pensamientos corrieron. Los recuerdos de hacia tan solo unas horas me invadieron.

Estaba en una habitación totalmente a oscuras y la luz de la luna apenas si se filtraba por la ventana. Termine de cambiarme, arreglándome la minifalda y las sandalias. Me di vuelta, sonriendo al ver que él aun estaba tal cual lo había dejado. Sentado sobre su cama y con los ojos vendados, parecía no haber movido ni un pelo mientras yo me cambiaba. Me acerque a él, tomando su rostro entre mis manos y besándolo. Disfrute del sabor de sus labios contra los míos y le quite la venda. Me tomo entre sus brazos y me atrajo mas a él, besándome nuevamente.

_ No tienes idea de cuanto odio y a la vez adoro cuando te vistes de ese modo –dijo él y me volvió a besar- Provocas a cualquiera que te eche una simple mirada encima.

_ Sabes que odio llamar la atención –dije

_ Pues entonces estas haciendo todo lo contrario –dijo él y me acaricio el rostro con una mano- Te quiero mucho Kat, por favor cuídate.

_ Se cuidarme perfectamente –dije sonriendo y aun así la preocupación no se borro de sus ojos- Estaré bien. ¿Luego de todo lo que hemos vivido te preocupas por esto?

_ Es por eso que no tengo que pensar a la hora de actuar –dijo él y sonrió- No hagas ninguna tontería.

_ No me portare mal, lo prometo –dije

Él tiro de mí hacia él y entonces caí encima de él. Nuestros labios volvieron a chocar, no quería tener que separarme de él pero no quedaba otra alternativa. La hora se acercaba, tendríamos que separarnos en cualquier segundo y sabía que en cualquier momento alguien tocaría a la puerta para llamarnos.

_ ¿Hiciste trampa mientras me cambiaba? –pregunte entre besos

_ No –dijo él y sonreí

_ Maldito mentiroso –dije y lo volví a besar

Sus brazos estuvieron totalmente entorno a mí y entonces caímos hacia atrás mientras nos seguíamos besando. Y aun así no me importaba saber que estaba mintiendo por más que a cualquier otro lo hubiera dejado inconsciente al saberlo. Lo bese aun mas, lo amaba demasiado. Escuche los pasos en el pasillo fuera de su habitación y alguien se detuvo para llamar a la puerta.

Volví al presente, dejando ese recuerdo atrás y mirando al muchacho que estaba frente a mí. Era extraño dejar que aquella parte que era totalmente una bruja de mi me controlara y me hiciera actuar de un modo como el de mi hermana o el de las demás brujas. Existía una palabra para su actitud pero yo no lo era, yo simplemente era una infiltrada que deseaba oír la información que buscaba. Además, era increíble el machismo que existía entre los brujos y nadie le prestaría atención a una simple chica que el novato se había ligado.

_ ¿Crees que ganaras en las cartas? –pregunte

_ No lo creo, lo se –dijo él sonriendo- Además, tengo la suerte de mi lado.

_ Pues ojala tengas razón –dije- Deseo verte entre los tres finalistas al menos.

_ Serás mi amuleto de la suerte, mientras estés a mi lado ganare –dijo el novato y me miro orgulloso de si mismo- Pienso que tengo un amuleto de la suerte muy hermoso.

_ Aun así no me convences –dije

_ Hagamos una apuesta: si tú ganas te diré lo que quieras –dijo él y sonrió- Y si yo gano, ya se me ocurrirá el modo de hacerte pagar.

_ Entonces espero que no ganes esa partida de poker, no me gusta perder en estas apuestas –dije

_ Pues a mi me encanta ganarlas –dijo el novato sonriendo

Nos volvimos a besar y su mano se deslizo por todo mi brazo hacia abajo hasta terminar en mi muñeca. Sentía mi agitada respiración y el placer correr por todas mis venas, pero era simplemente imposible de evitar. Parecía como si las más excitantes cosas sucedieran en este tipo de situaciones. ¿Y ahora que? Ahora simplemente esperar, ver la partida de poker e irme cuando esta terminara.

_ Creo que se nos esta acabando el tiempo –dije y sonreí, clavando la mirada en el suelo y sonrojándome- Realmente pareces uno mas de ellos. Encajas perfectamente entre los brujos.

_ Supongo que debo tomarlo como un cumplido –dijo él y se acerco a mi- Gracias gatita. Déjame jugar a las cartas y partimos si tanto quieres.

No le respondí al escuchar los pasos viniendo hacia aquí y mire al muchacho casi alarmada. Una bruja normal no estaría hablando estando en esta situación y en este lugar, estaría haciendo todo menos hablar. ¡Maldición! No deseaba que una tontería así me delatase. Por que por más insignificante que pareciera, ellos justamente se fijaban en este tipo de cosas.

El novato me beso al instante y estuve totalmente contra la pared. Su beso, mi salvación. Mis piernas estuvieron alrededor de su cintura mientras me abrazaba fuertemente a él y le devolvía el beso. Sentí sus manos tocarme totalmente y mi prenda se levanto casi hasta la mitad de mi torso. Pero se sentía increíblemente placentero sentir sus manos sobre mi piel. Su mano estuvo sobre mi muslo al mismo tiempo que una persona nos encontró y se quedo mirando. Sentí su mano ascender por mi piel, metiéndose bajo mi falda y acariciando toda mi pierna.

_ Hey, venia a decirte que ya vamos a jugar –dijo Damon

Escuche sus pasos al retirarse, perfecto, había creído lo que debía creer. Y aun si todo había sido una farsa, ahora no podía despegar mis labios de los suyos o mi cuerpo del suyo. Listo, ya había perdido todo control, simplemente no podía separarme de él y sabia que para él debía ser igual. Sentía sus manos tocar cada centímetro de mi piel y causar un choque entre mi ardiente piel y su fresco tacto. Finalmente una mano suya estuvo en mi pecho y desprendió el primer botón de mi musculosa. Luego, el segundo. Sus dedos vacilaron en el tercer botón mientras nos seguíamos besando descontroladamente y entonces él me soltó. Mis pies tocaron el suelo y me apoye contra la pared mientras él se alejaba un paso.

_ Basta –susurro- Me harás perder el control y no podemos aquí.

_ Si pierdo el control de mi tacto terminaras muerto –dije y clave mi vista en el suelo

Me maldije por no llevar puesto guantes. Eso no era lo debido, yo tenía que portar siempre guantes si no quería herir a la gente. No exactamente para evitar herir, sino el hecho de no causarle sensaciones a la gente cuando la tocaba. Cada brujo tenia un don, único e irrepetible. Mi don era causar recuerdos al tocarte con mi mano y además te incrementaba las sensaciones. Lograba controlarlo pero no totalmente. Y si no estaba concentrada, era muy posible que mi don se saliera de control y eso podía ser catastrófico. Podía aumentar la sensación del recuerdo de un simple corte hasta matarte por el dolor. Si, ya lo había hecho, ya había matado a una persona de ese modo. No deseaba perder el control con él y herirlo. ¡Que estupidez de mi parte no estar portando guantes!

Ambos salimos de ese lugar y me arregle la ropa mientras volvíamos hacia donde estaban los demás brujos. Sonreí, un toque más que convincente para que ellos creyeran lo que debían. Todos ya estaban alrededor de la mesa y el novato fue el ultimo en llegar y tomar su silla. Conté los brujos, seguían siendo el mismo numero por lo que habían decidido no esperar mas a quien faltaba para comenzar su partida. Las fichas se pusieron en mesa, las cartas también y empezaron las apuestas. Primero era simple, dinero.

Me senté sobre el regazo del novato, pasando mis brazos alrededor de su cuello y apoyándome contra él como una niña chiquita. Más bien como una niña en su poder y eso no hacia más que sumarle puntos a la apariencia del novato que ya era totalmente de ganador. Mi vista se perdió en la mesa, viendo como eran agregadas constantemente fichas de diferentes colores y valores. Pet mezclo las cartas y repartió. Bese al novato una vez en la mejilla cuando recibió sus dos cartas.

_ Para la suerte –dije sonriendo

_ Entonces veamos si funciona –dijo el novato

_ Perderás en la primera ronda –dijo Aaron- No tienes idea de cómo se juega a las cartas estando entre brujos.

_ O quizás si tenga idea –dijo Pet con la vista fija en sus dos cartas- Ya lo veremos.

_ Apenas tiene un mes, no esta al nivel para jugar con nosotros –dijo Zed- De hecho, no se como demonios entro al juego o como consiguió a esa chica. Aun así, no ganara.

_ Te doy un consejo –dijo Mike mirando al novato- Guárdate los trucos para las demás rondas, la primera nunca es muy importante, solo es dinero.

_ Además el Texas es pura apuestas –dijo Damon

_ Era el mejor jugando cuando era humano, no veo la diferencia ahora –dijo el novato- Las personas hablan mucho durante estos juegos y apuestan, pero nada mas.

_ Se habla para distraer al contrincante –dijo Pet- Se supone que así puedes pensar y hacer la mejor jugada mientras que los otros ni se dan cuenta.

_ Aunque eso es siendo humanos. Aquí entre brujos, todo es mucho mejor –dijo Mike, mirando a los demás y rió

_ Los humanos usan anteojos para no delatar sus ideas con sus ojos –dijo Aaron

_ Nosotros para no delatar la magia utilizada –dijo Mike y rió mas- Diablos, si que hay que tener concentración para hacer hechizos sin mencionarlos y sin que nadie se de cuenta.

_ Aunque los dones también ayudan –dijo el novato y sonrió- Aun sigo sin asimilar la idea del Instituto con todos los brujos ahí reunidos. Prefiero la libertad de las calles.

_ Si pero el Instituto Bella Vista esta genial si eres brujo –dijo Aaron- Aunque no esta aceptando inscripciones últimamente.

_ No desde que cayó la mano derecha –dijo Thom y Pet silbo, bajando su mano e imitando una caída

_ Claro, desde que Nicholas Devang renuncio a su puesto ya no hay nadie que se ocupe –dijo Zed y sonrió- El puesto de la mano derecha de Lucifer esta libre hasta que el Señor elija a un brujo para ocuparlo.

_ Nicholas era quien se ocupaba de los ingresos al Instituto –dijo Mike- Ahora que él no esta, no hay nadie que se encargue de eso.

_ No entiendo por que tanto problema, simplemente presento una solicitud y listo –dijo el novato

_ El problema no es entrar, sino llegar al Instituto –dijo Zed

_ El Instituto no puede ser encontrado, se tiene que utilizar un hechizo de transporte adecuado para ir –dijo Pet

_ Y claro, ese hechizo solo lo conocen sus alumnos –dijo Mike

_ Además, lo que sucede dentro de las paredes del Instituto, se queda en el Instituto –dijo Damon- De allí es de donde salen los brujos mas poderosos.

_ ¿Sabían que lo que se esta preparando ahí dentro cambiara todo? –Pregunto Pet y todos lo miraron- Dicen que Lucifer esta formando a los mejores brujos para una gran batalla.

_ Esas son puras patrañas –dijo Zed- Mi primo trabaja ahí y esta en el cuadro de honor de los estudiantes por lo que tiene acceso a mucha información. No habrá ninguna batalla, no mientras Lucifer siga encerrado en el Infierno.

_ ¿Entonces alguien planea liberarlo? –pregunto Mike muy interesado- Si alguien lo libera, seria la época de oro para nosotros. Basta con que Lucifer sea libre para que ataquemos a todos los ángeles y el mundo sea nuestro como debió ser desde un principio. ¿Se imaginan? Seria un mundo soñado.

_ Podríamos tomar almas cuando quisiéramos todo el tiempo sin que nadie nos lo impidiera –dijo Aaron

_ Todo seria un descontrol y caos –dijo Zed

_ La oscuridad dominaría –dijo Damon

_ Nosotros dominaríamos –dijo el novato y todos asintieron

_ Seria un mundo ideal –dijo Pet- Con nuestras reglas. Sin luz, sin leyes y aun mejor, sin ángeles. Esos alados deberían volver al lugar de donde salieron.

_ Entonces hagámosles un favor y matémoslos, devolviéndolos al cielo –dijo Zed sonriendo maliciosamente

_ Pero para todo eso necesitamos que Lucifer este libre –dijo Mike y suspiro, desalmado

Para mi suerte, logre ocultar mis emociones mejor de lo que creí. Mi rostro seguía igual aunque internamente trataba de olvidarme de todo lo que ellos acababan de decir. No podía imaginar un mundo donde el mal dominara, donde Lucifer fuera libre y controlara todo. Hundí mi rostro en el cuello del novato, de ese modo, en caso de que no lograra ocultarlo mas, nadie vería mi expresión de desagrado ante ese mundo que deseaban.

_ Es que alguien planea liberarlo –dijo Zed y se acerco mas a la mesa para que solo quedara entre ellos la conversación- Mi primo me dijo que alguien esta buscando el modo de liberarlo y lo encontrara pronto.

_ Eso no es cierto, es imposible liberar a Lucifer –dijo Pet- Sino, ya lo habrían hecho hace mucho tiempo.

_ Hubo una época en la que todo fue oscuridad y Lucifer quedo libre –dijo Aaron- Pero cuentan que los malditos ángeles intervinieron y arruinaron todo. Volvieron a encerrar a Lucifer y para que no fuera libre de nuevo, esta vez le pusieron dos candados.

_ ¿Y como lograron encerrar a Lucifer nuevamente? –pregunto el novato

_ Nadie sabe –dijo Aaron- Supuestamente hubo un traidor, un brujo que ayudo a los ángeles para que lo volvieran a encerrar. Antes había un simple candado que mantenía encerrado a Lucifer. Eran objetos benditos, si se los utilizaba, se podía liberar a Lucifer y si se los destruía Lucifer quedaría encerrado para toda la eternidad. Pero para eso debían reunir los objetos. Alguien reunió esos objetos y libero a Lucifer pero los ángeles lo volvieron a encerrar. Ahora hay dos candados que mantienen encerrado a Lucifer pero nadie sabe exactamente que es el segundo candado.

_ Dicen que crearon mas objetos, así seria mas difícil volver a liberar a Lucifer –dijo Zed- En el Instituto están algunos objetos pero faltan la mitad. Pero corre el rumor por los pasillos de que esos objetos no están más.

_ ¿Qué quieres decir? –pregunto Mike

_ Alguien robo esos objetos –dijo Zed- O al menos eso dicen. Pero son solo rumores de pasillo. Ni siquiera se sabe si es cierto que lo que mantiene encerrado a Lucifer sean objetos.

_ Lo dije –dijo Pet- Son puras patrañas. Si enserio ahora fuera posible liberar a Lucifer, alguien ya lo hubiera hecho.

_ Pero lo están intentando –dijo Zed- Hay alguien que esta buscando el modo de liberar a Lucifer, solo le pido al diablo que tenga suerte y encuentre el método.

_ Eso espero –dijo Damon

_ No lo lograran –dijo Aaron

_ ¿Por qué? –pregunto Mike

_ La otra vez se necesitaron de un brujo y un ángel muy poderosos para volver a encerrarlo. Supongo que debe ser reciproco y se debe necesitar de un brujo y un ángel muy poderosos para liberarlo –dijo Aaron- Y que yo sepa, ningún ángel seria capaz de hacer algo así.

_ Un ángel jamás ayudaría a liberar a Lucifer –dijo el novato- Esperaremos una eternidad antes de verlo a Él fuera del Infierno y para entonces los ángeles habrán acabado con nosotros.

_ Quizás no estés tan en lo correcto –dijo Damon

_ Seguramente quien este intentando liberar a Lucifer buscara otro método –dijo Zed- Aunque dudo que lo encuentre.

_ Aun así, se aproximan épocas muy oscuras –dijo Damon y sonrió

_ ¿Y quien es el que esta intentado liberar a Lucifer? –pregunto el novato distraídamente mientras agregaba algunas fichas al montón de la mesa

_ Seguramente debe ser la mano izquierda de Lucifer –dijo Pet- Ese sujeto es lo suficientemente visionario para querer eso.

_ Y ese tipo esta lo suficientemente loco para intentarlo –dijo Aaron- ¿Existe realmente? Yo nada mas oigo hablar de él.

_ Existir, existe –dijo Damon totalmente seguro de si mismo- Y yo creo que podrá liberar a Lucifer si lo desea.

_ Ese sujeto esta loco –dijo Zed y se echo a reír- Dicen que nunca nadie le ha visto el rostro y que su don es uno de los mas poderosos que existe, capaz de matarte con una mirada.

_ Seguramente oculta su rostro por que debe ser horrible –dijo el novato y toda la mesa se echo a reír excepto Damon

_ No lo creo –dijo Aaron seriamente- Cuanto más alto el rango, más hermosos son. Por eso consigue tan fácilmente mujeres.

_ Es el segundo brujo mas poderoso del mundo –dijo Pet- Claro, primero esta el padre de la chica que tienes encima.

Me hice la distraída, como si no hubiera estado escuchando en ningún momento de todo lo que hablaban. Mis labios recorrieron todo el cuello del novato, agradeciendo el hecho de que pareciera como si lo viniera haciendo desde hacia minutos y no ahora. Los brujos dejaron de mirarme y volvieron a sus cartas. Sonreí, ahora ya tenia la información que deseaba. Lamentablemente, no volvieron a la conversación que deseaba sino que comenzaron una nueva.

_ ¿No eran dos Strega? –pregunto Mike

_ Si, Diana y Katherin Strega –dijo Pet- Ambas hermanas. No sabes cual es más peligrosa y hermosa que la otra. Aunque claro, ella parece estar borrada del mapa desde hace meses. Y la otra, Diana, no se sabe nada de ella desde hace un mes.

_ ¿Gatita, y tu hermana? –pregunto Zed y lo mire

_ Se cayo –dije y continué con lo mío, besando el cuello del novato

_ Que respuesta tan precisa –dijo Mike- Lo peor es que ella se ira esta noche y no volveremos a saber nada, se borrara del mapa nuevamente.

_ Yo le seguiré la pista –dijo el novato sonriendo y me beso

Disfrute de sus labios contra los míos, por más que el beso me resulto muy corto. Él volvió a sumirse en el juego y esta vez dejaron las conversaciones de lado para darles el papel principal a los naipes. Los siete hombres se sumieron en un juego de poker que parecía nunca terminar, cada vez haciendo una apuesta mayor. Reían, fumaban, tomaban de sus vasos de whisky. El novato no, él se limitaba conmigo. Sus manos me tocaban, sus labios me besaban constantemente cuando no estaba concentrado jugando. Varias veces se llevo el monto en mesa y los brujos comenzaron a darse cuenta que quizás no era tan novato en los naipes. Él reía al ganar la partida y juntar las fichas, luego me sonreía a mí y por ultimo me besaba intensamente.

Conforme pasaron las primeras rondas, el juego comenzó a tomar seriedad. Adiós a las bromas, adiós a las charlas, adiós a tomarse esto a la ligera. Jugar al poker no resultaba fácil, no cuando tus oponentes eran brujos capaces de hacer cualquier hechizo para hacer trampa. Sonreí, yo me ocuparía de que el novato no perdiera por esos sucios trucos. Ni siquiera tuve que mencionarlo, hice un simple hechizo de escudo y ningún otro hechizo logro cruzar la barrera que cree entre el novato y los demás. Además, era simple jugar al poker teniéndome a mí para ayudarlo.

_ Un tres de trébol y un siete de corazones –susurre en el oído del novato luego de haber tocado las cartas de Zed

Esto era simple sabiendo cual era cada carta con solo tocarla. En estos momentos, adoraba que mi don se basara en mi tacto. Reía y sonreía cuando el novato ganaba la partida y yo juntaba las fichas, trayéndolas hacia nosotros y besándolo a él. Tome de su vaso y todo fue perdiendo cualquier control por el desenfreno de no dejar de ganar. Entre besos, alcohol, naipes y fichas, apenas si podía recordar por que estaba aquí realmente. Las apuestas cobraron intensidad, se empezaron a apostar todo tipo de cosas conforme el juego iba llegando a su fin. Y aun así, el novato continuaba ganando. Aun sin mi ayuda, él lograba ganar la partida o retirarse cuando era debido. Y el hecho de que los demás no supieran que mi don se concentraba en el tacto y que con tocarlos podía saber sus cartas solamente mejoraba la situación. Apenas si rozaba a los demás brujos por accidente o tocaba sus naipes cuando estaban boca abajo para saber cuales eran. Y claro, hacia parecer todo accidental, como si no estuviera tocando a propósito.

_ Creo que esta gatita da suerte –dijo el novato luego de ganar otra partida

Él paso sus brazos alrededor de mi cintura y volvió a darme uno de sus irresistibles besos. Él estaba feliz y yo igualmente. Hacia tiempo que no me divertía de este modo y además ya había conseguido la información que necesitaba. Cuando el juego terminara, simplemente partiría y volvería a borrarme del mapa tal como había dicho un brujo. Volvería a mi hogar, o lo que era mi hogar ahora.

_ Última mano –dijo Pet cambiándose el habano de lugar en la boca- Apuesten todo lo que tengan si tienen coraje.

Your Reply