capitulo 11: Un Engel entre Solcius


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Bostece y me estire a tiempo que trataba de mantenerme despierta. El lugar estaba desierto, completamente desierto y el hecho de haber pasado toda la noche en vela para consolar a Diana no ayudaba mucho. Apenas parpadeaba mis ojos hacían todo lo posible por permanecer cerrados y debía luchar contra el sueño. Y pensar que estábamos aquí por nada. Habíamos venido todos temprano a Solcius como de costumbre y solo después de estar todos reunidos nos enteramos que teníamos el día libre y no teníamos por que estar ahí. Esto era torturante.

_ ¿Crees que Will se sienta mejor? –pregunto Lupe

_ Míralo –dijo Sam- Yo creo que esta mejor que nunca.

Will estaba como todas las mañanas en la arena, empuñando una espada y atacando a un enemigo invisible. Jeremiah estaba a un lado, jugando con la tierra y poniéndole dificultades. Suspire, no lograría mantenerme despierta por mucho mas tiempo y Jude no estaba aquí para mantenerme activa. Estaba sentada en las gradas, apenas dos escalones debajo de donde estaban Lupe y Sam.

_ ¿Vieron lo que le sucedió a Martin Mollet? –Pregunto Sam- Rompió la orden del director de no atacar a la familia Engel. Ahora tendrá que hacer servicio comunitario por tres semanas.

_ ¿Qué tan malo puede ser el castigo? –pregunte

_No es tan malo como lo harían en otras organizaciones –dijo Lupe- Solamente estará limpiando los pasillos y los baños y ayudando en la cafetería o la tienda. Nada más. ¿Por cuánto tiempo será?

_ Tres semanas –dijo Sam- Le quise preguntar más al respecto pero no habla con nadie desde que lo castigaron y mucho menos sobre ese tema.

_ Seguramente fue una orden del director –dije

_ Probablemente –dijo Lupe- Pero Martin ha sido el más cercano en contactarse con un Engel. Por cierto. ¿A quien ataco?

_ No lo se –dijo Sam- Pero sea quien sea, lo venció y lo dejo inconsciente. Además de eso, quien haya sido no tenía ningún arma ni nada a mano, Martin no presenta ninguna herida. Vencer a Martin Mollet a mano limpia es...

_ Sorprendente –dijo Lupe

_ Si, eso creo yo también –dijo Sam- Pero Martin se la tiene merecida por romper las órdenes del director.

_ ¿Qué estamos haciendo aquí? –pregunto Jeremiah al unírsenos

_ Estamos esperando a que Jude vuelva –dije- Luego, creo que iremos a pasar el día en el mercado negro. ¿Vienes?

_ Por supuesto –dijo él sonriendo- No me vendría mal un poco de comida de los míos.

_ Si por comida entiendes una brocheta de lianas y musgo... –dijo Sam poniendo los ojos en blanco y luego sonrió- Yo iré al banco de sangre. Veré si puedo conseguir buena sangre a un precio razonable.

_ Pero eso es al mejor postor –dijo Lupe- No importa cuanto dinero ofrezcas, siempre habrá alguno que ofrecerá mas.

_ Algo conseguiré –dijo Sam

_ Yo me conformo con un conejo asado –dijo Lupe- Y luego podríamos ir a la plaza del Sol a jugar un partido de football.

_ ¿De donde eres Lupe? –pregunte

_ Argentina –dijo ella sonriendo

_ Creí que tu padre trabajaba en mi país en el Consejo –dije

_ La sede central del Consejo se encuentra en New York –explico Sam- Pero hay más sedes en diferentes partes del mundo. El padre de Lupe consiguió su puesto y tuvo que mudarse a los Estados Unidos pero Lupe se quedo en su casa con su madre. Cuando se mudo también, escapo de su casa y vino a Solcius. Su padre es el representante de los licántropos en el Consejo.

_ ¿Y tu de donde eres Sam? –pregunte y él sonrió

_ Rumania –dijo él- Y tengo 170 años. Eso es lo bueno de ser vampiro, que aun sigo conservando mi aspecto de 16 años. Una de las cosas buenas de Solcius es que podemos ser nosotros mismos, respetando nuestros orígenes y nuestras culturas. Yo hablo en rumano y sin embargo el emblema te permite entenderme perfectamente en tu idioma. Lo mismo pasa con Lupe o con Jeremiah, él es de...

_ Sudáfrica, vivía en una cueva en una montaña –interrumpió él

_ Y con Jude pasa lo mismo, él solo habla y entiende finlandés –continuo Sam- Esa es una de las cosas geniales de Solcius, que es universal en todos los caracteres.

_ Will es de Estados Unidos. ¿No es así? –pregunte y ellos asintieron

_ Creo que es de Kansas –dijo Sam meditándolo- No lo se bien, a él no le gusta hablar de ello. Además, Will vive aquí en las instalaciones de Solcius junto con Lupe. Hay personas que simplemente prefieren vivir aquí.

_ Aun así es insoportable el volumen de la música en su habitación –dijo Lupe tapándose los oídos- Tengo que ir a la noche a golpearle la puerta y decirle que baje el volumen por que se escucha hasta en mi habitación.

_ No creo que sea tan insoportable –dije sonriendo

_ Por que tú no vives en el mismo pasillo que él –dijo Lupe

Volví a bostezar, el sueño estaba pudiendo conmigo. En ese instante Jude apareció corriendo, portaba en una mano una gran bolsa y en la otra un contenedor con dos vasos humeantes. Él se detuvo frente a mí y lo mire inocentemente sin comprender nada. Él solamente me sonrió y me entrego una de los vasos. Olfatee el delicioso aroma a chocolate caliente e instintivamente tome un sorbo. Cualquier signo de cansancio pareció irse y me apresure a tomar más. Deje el vaso casi vacío y luego lamí mis labios, saboreando cada resto de chocolate que pudiera haber quedado.

_ Pensé que no te vendría mal uno de esos –dijo Jude- Es increíble lo que el chocolate caliente parece hacer en ti.

_ Muchas gracias –dije y mire la bolsa con más curiosidad- ¿Qué tienes ahí?

_ Tu encargo –dijo él sonriendo

Jude dejo el vaso que aun contenía un liquido rosado a un lado y pude olfatear el aroma de las frutillas en el aire. Él saco de la bolsa una caja de zapatos y la apoyo a un lado mío mientras la abría. Mire perpleja mis botitas de cuero en perfecto estado, como si fueran nuevas y él tomo una para enseñármela. La sostuvo delante de mí como si fuera un diseñador profesional mostrando su nuevo lanzamiento y sonrió.

_ ¡Las reviviste! –Dije- Están como nuevas.

_ Espera, espera, aun hay mas –dijo él- Yo mismo me he encargado de revivir estos zapatos y agregarles un par de cosas.

_ ¿Qué cosas? –pregunte y él levanto una mano en el aire para hacerme callar

_ Solo observa –dijo y metió una mano dentro de la bota- Son aptas para correr en cualquier tipo de terreno. Resisten fuego, nieve, agua, acido, de todo. Son prácticamente indestructibles. Además de que son extremadamente cómodas, practicas, tienen estilo y son fashion. Tienen una suela antideslizante y aun hay mas, le agregue un par de cosas al estilo de Will. Míralo bien, si ejerces la presión necesaria...

Él hizo una mueca mientras metía la mano mas adentro y entonces pisaba fuertemente la grada. Casi al instante una cuchilla salió de la parte delantera de la bota y mis ojos se abrieron como platos. Will detuvo su combate por un segundo y sonrió al ver el arma letal. Jude sonrió también y volvió a levantar la bota en el aire para que pudiera verla.

_ Es fácil hacer aparecer esta cuchilla y supuse que te serviría –continuo Jude- Esta cuchilla esta hecha de un material capaz de herir a cualquier ser y no permitir que esa herida se cure al instante. Es inquebrantable y considerando que tú puedes patear a alguien en el rostro, creo que no te será problema alcanzarlo con esta cuchilla en el cuello y matarlo. Lo mejor de todo esto es que tú ni lo sentirás, el interior de la bota esta confeccionado para que no notes nada más que comodidad absoluta. Ahora observa bien por que esto es importante.

Él dio vuelta la bota y logro sacar la suela trasera. El interior del pequeño taco que tenia de apenas si tres centímetros estaba totalmente hueco. Jude me mostró la suela que sostenía en la mano. Esta estaba dividida en pequeñas secciones cada una diferente a la otra y cada una para contener algo en especial. Jude sonrió y volvió a poner la suela en su lugar, encajándola y cerrándola a la perfección.

_ Es como una caja –dijo él- Con un hechizo de disminuir puedes guardar cualquier tipo de cosas ahí y nadie nunca se dará cuenta. Puedes transportar desde todo tipo de armas hasta comida y demás. Estuve horas pero logre crearlo de modo que no importa lo que hagas, todo lo que haya ahí adentro quedara intacto. Ademas de que esta diseñado para que no parezca hueco y pase totalmente desapercibido. En otras palabras, reto a cualquier que te atrape a que se entere que ahí llevas cosas ocultas, le será imposible.

_ Jude, has mezclado un arma mortal y un zapato en un diseño innovador –dijo Lupe examinándolo- Eso me gusta.

_ Eso no es todo –agrego Jude sonriendo- La suela esta diseñada para que no deje ninguna huella y sea imposible seguirte el rastro. Y a su vez, tiene un pequeño rastreador que solamente se activa con quien tenga este chip –dijo él sacándolo de su bolsillo- Así tus compañeros podrán seguirte la pista y saber donde estas siempre que tengan una computadora cerca. Y aun falta lo mejor de todo.

_ ¿Qué es? –pregunte

_ Este tipo de zapatos estarán de moda el año que viene –dijo Jude tratando de contenerse y reí

_ Jude, eres realmente increíble –dije- Lo que has hecho es... impresionante. Eres un maestro del estilo y las armas.

_ Vaya, no conocía esa faceta tuya Jude –dijo Sam

_ Es la única vez que le pedí a Lizz que me dejara trabajar a mí en la tienda y modificar estos zapatos –dijo Jude modestamente- Espero que te gusten Kat.

_ ¿Bromeas? –Dije y salte, abrazándolo por el cuello- ¡Me encanta!

_ Que bueno que te haya gustado Kat –dijo él abrazándome también

_ Bueno, ahora que ya esta Jude. ¿Nos vamos o que? –pregunto Will enfundando su espada

_ Por supuesto –dije soltando a Jude y mire a Will- ¿Cinco minutos?

Él asintió y sonreí tratando de contener mi alegría mientras retomaba mi asiento. Me quite los zapatos rojos que tenia, eran muy hermosos y letales pero no tenían comparación con mis botitas de cuero acordonadas. Guarde los zapatos en la bolsa y rápidamente me puse mis botitas. Jeremiah comenzó a partir y Lupe y Sam se levantaron de sus lugares mientras yo terminaba de atarme los cordones. Me puse en pie y respire hondamente.

_ No se siente como si les hubieras hecho algo –dije y Jude sonrió dulcemente

_ Me dijiste que esos zapatos significaban mucho para ti. Quise guardar su esencia y su valor –dijo Jude y suspiro, pasándome una mano por el hombro mientras seguíamos a los demás- Estuve días tratando de pensar el método pero finalmente lo conseguí. Modifique ese zapato sin dejar de ser lo que era.

_ Realmente se siente como si no les hubieras hecho nada –dije- Si no fuera por que lo vi, juraría que me los devolviste tal cual te los di sin haberlos tocado siquiera.

_ ¿Kat, te puedo hacer una pregunta? –Dijo él y asentí- ¿Por qué siempre llevas guantes? En todo este tiempo, solamente te he visto sin guantes en la playa y en la piscina. Pero el resto, siempre con guantes. Son muy pocas las veces en las que te he visto sin ellos y aun así evitas tocar a los demás. ¿Por qué?

_ Por que mi don se basa en el tacto –dije- Puedo controlarlo pero no del todo, por eso siempre llevo guantes. No me permito tocar a nadie directamente, temo no controlar mi don.

_ ¿No tocas a nadie? –pregunto Jude y sonreí dulcemente, sonrojándome

_ A veces simplemente no puedo evitarlo. Mi tacto esta mas desarrollado de lo normal y es mil veces mas sensible. Y a veces, si se ve tentado... –dije y baje la vista, suspire- Trato de no tocar a nadie por que no se controlar mi don al cien por ciento. Normalmente no me permito tocar a la mayoría de la gente por mas que se como hacer para que mi don no entre en acción.

_ No cuesta nada prevenir –dijo Jude y asentí

_ Aun así hay veces en las que mi voluntad se ve quebrada –dije

_ Entiendo –dijo él

Dejamos la arena totalmente atrás y continuamos caminando por un pasillo. Jeremiah mantuvo el transportador abierto hasta que todos estuvimos dentro y entonces las puertas se cerraron. El lugar era más bien parecido a un ascensor, solo que en vez de marcar el piso al que deseabas ir, debías marcar un código de números para que este te transportara. Will se encargo rápidamente de ese trabajo y en unos segundos las puertas se volvieron a abrir y nos encontrábamos en la única salida real que existía de Solcius. Cruzamos la gran recepción de forma circular que había y entonces salimos por la pequeña puerta. Jeb, como siempre, estaba en su puesto, dispuesto a detener a cualquier persona que no fuera miembro de Solcius.

_ ¿A dónde van chicos? –pregunto él

Su sección de trabajo no era nada más que una mesa y una silla, y como siempre, el anciano se encontraba cómodamente recostado. Pero las apariencias siempre engañan. Era imposible hacerle algún daño a Jeb, un escudo invisible e inquebrantable lo rodeaba siempre. Y además, el viejo hombre, parecía todo un joven a la hora de defenderse o atacar. Él nos miro detenidamente, comprobando que ninguno de nosotros fuera algún impostor por más que nos conocía perfectamente.

_ Tenemos el día libre –dijo Will- Saldremos al mercado negro y luego quizás regresemos.

_ Perfecto –dijo Jeb y nos dejo pasar

Nos encontrábamos en pleno centro empresarial del mercado negro, con las calles llenas de edificios grises que eran oficinas y cientos de hombres de traje caminando por doquier. Casi parecíamos fuera de lugar seis jóvenes vestidos normalmente entre tantos empresarios. Tomamos la calle del Comerciante hasta llegar a uno de los múltiples patios de comida que había en el mercado negro.

_ Muy bien chicos. ¿Qué pedirán de comer? –pregunto Will

_ Conejo frito con salsa agridulce –exclamo Lupe sonriendo

_ Sangre tipo A- -dijo Sam- Y creo que Jeremiah quiere unas brochetas de alga.

_ ¿Kat, compartes dos hamburguesas con queso y unas papás fritas conmigo? –Pregunto Jude y asentí- Ah, y yo también quiero una ensalada.

_ Perfecto, yo me conformo con unos ravioles fritos chinos –dijo Will

Will partió enseguida a hacer el pedido. El patio de comidas era quizás una de las zonas del mercado negro que más se acercaban al mundo de los humanos. De hecho, prácticamente era igual a cualquier otro patio de comidas. Solo que los lugares de comida rápida tenían también todo tipo de platillos para cualquier ser además de la comida normal. Rápidamente nos apropiamos de una mesa para seis y tome asiento frente a Jude. Sam fue el único en quedarse en pie y no tomar asiento.

_ Iré al banco de sangre a ver que consigo –dijo él

_ Te acompaño –dijo Lupe y él hizo una mueca

_ Me encantaría pero no creo que sea conveniente que una licántropo este entre tantos vampiros –dijo Sam

_ Tranquilo, no iré al banco de sangre –dijo ella sonriendo- Simplemente te acompañare y te esperare en la tienda de enfrente, tienen unos artículos geniales.

_ Esta bien, entonces ven –dijo Sam sonriendo

Ambos partieron en menos de un parpadeo, caminando juntos y tomados de la mano. Los mire por un rato, preguntándome si habría algo más que simple amistad entre ellos. Sin previo aviso, Jeremiah se levanto de su lugar y también partió, dejándome sola con Jude. Eso no me sorprendió, me había acostumbrado a las raras actitudes de Jeremiah. Él no era de hablar mucho ni de hacer notar su presencia, tal como hacia recordar siempre Sam, él seguía guardando aun algunas actitudes de ermitaño.

_ ¿Crees que haya algo entre Sam y Lupe? –pregunte

_ No lo se, quizás –dijo Jude- Es difícil decirlo ya que los une también el lazo entre vampiro y victima. Pero aun así, creo que hay algo entre ellos. ¿Por cierto, que has hecho esta mañana?

_ Mi mamá me pregunto mas sobre el caso de Martin Mollet aunque no se que espera que yo sepa. Y como siempre que toco el tema, ella me hizo prometerle que no diría nada sobre que o quien es ella y que o quien soy yo –dije y suspire tristemente- Es injusto.

_ Kat, es por tu bien –dijo Jude tomando mi mano entre las suyas- Entiéndelo. Es el único secreto que tu madre te ha pedido que guardes totalmente, debes entender que ella teme por ti.

_ Aun así no quiere tener que mentirles a mis amigos –dije- Y además, el encapuchado sabe quien soy. Me llamo por el apellido de mi mamá.

_ Es que tu portas la sangre del caballero –dijo él- Sino no tendrías aquellos ojos que te delatan ante quien sabe fijarse bien y reconocerlos. Pero ahora, cambiando de tema, háblame del que logro vencer a Martin Mollet y dejarlo inconsciente sin tener ningún arma ni nada mas que sus manos.

_ Increíble. ¿Verdad? –Pregunte sonriendo- A mi también me ha costado trabajo creerlo pero luego de ver la cara de disgusto de Martin lo confirme.

_ ¿Acaso ha sido tu chico quien ha vencido a nuestro mejor combatiente físicamente y sin ningún problema? –Pregunto Jude y asentí- Es realmente inimaginable. Martin debe de andar hecho una furia luego de que lo haya vencido un ángel y además un servidor del Consejo.

_ Quizás, aunque ha mandado al demonio muchas veces al Consejo –dije y me apoye sobre la mesa acercándome mas a Jude- Ve a la sala de videos y busca un archivo de hace cuatro años, de un juicio que hizo el Consejo. Aquella es la primera vez que Solcius vio al oscuro. Toma la cinta y mírala.

_ ¿Y que tiene que ver aquello con tu ángel? –dijo él y suspire volviendo a mi lugar

_ Mas de lo que me gustaría –admití- El Consejo le hizo un juicio por supuesta traición. Claro, él los mando al demonio en medio del juicio.

_ Que agallas. Yo lo admito, estaría muerto de miedo por la posible sentencia de un juicio por traición y no podría además mandarlos al demonio agregando mas razones para quedar culpable. De hecho, no se ni si seria capaz de mirar a los funcionarios de la cámara alta –dijo Jude y sonreí

_ Sabes, una de las causas por las cuales se lo acusaban eran de haber atacado a unos guardias y haber golpeado a un miembro de la cámara alta –dije sonriendo y los ojos de Jude se abrieron como platos

_ ¿Y sigue vivo? –Exclamo él- Eso si que no lo puedo creer. Ya con solo estornudarle a un miembro de la cámara alta te pueden encarcelar dos meses.

_ Y si se enferma te pueden condenar a muerte –dijo Will apoyando la bandeja de comida en la mesa- ¿Por cierto, de quien están hablando?

_ Nadie interesante –dijo Jude a la ligera- Solamente le estaba diciendo a Kat en cuan alta estima tiene el Consejo a los miembros de la cámara alta.

_ Ah, ya veo –dijo Will tomando su asiento- ¿Y Sam y Lupe?

_ Volverán en cinco minutos exactamente –dijo Jeremiah que quien sabe cuando había recuperado su lugar

_ No vale la pena gastar palabras hablando del Consejo –dijo Will- No pasen el almuerzo hablando de ello ya que sinceramente no lo soporto al Consejo. Sin ánimos de ofender Kat.

_ No hay problema, yo tampoco soporto al Consejo –dije

_ ¿De que nos perdimos? –pregunto Lupe recuperando su lugar junto con Sam

_ Nada interesante –dije y mire al vampiro- ¿Conseguiste algo bueno en el banco de sangre?

_ ¿Bueno? –Pregunto él y rió- ¡Esto es una maravilla! Conseguí sangre de dragón.

_ ¿Qué? ¿No estaban casi extintos? –pregunte

_ En la tierra casi no quedan –explico Sam- Pero había un kelpie que salta de dimensión en dimensión así que imagínate. Fue al mundo de los dragones y esta vendiendo sangre de dragón. Me he quedado sin dinero para el resto del mes pero podré disfrutar de esta delicia. ¡A comer se ha dicho!

No pude evitar reír ante su notable alegría y él dejo sobre la mesa un pote conteniendo una sangre dorada, sangre de dragón. Cada uno tomo su alimento correspondiente de la bandeja y empezamos con lo nuestro. Las papas fritas tenían la perfecta cantidad de sal y resultaba ser maravillosas. Sam deliberadamente saco un sorbete y comenzó a tomar el dorado líquido que tenia en frente. Jeremiah lo mirada extrañado mientras comía sus brochetas de algas y Lupe no hacia mas que reír mientras devoraba su conejo frito. Will termino rápidamente su plato y se apodero de la hamburguesa de Jude viendo que este solo le prestaba atención a su ensalada.

_ Supe que lo haría, por eso la pedí –susurro Jude- Will tiene un apetito demasiado grande como para saciarlo con unos simples ravioles fritos chinos.

_ Ya veo –dije

_ Saben algo, dicen que M. E. es un chef profesional y tiene un restaurante en New York. ¿Qué tan difícil podría ser encontrarlo? –dijo Lupe

_ ¡Otra vez ese tipo! –Exclamo Will molesto- ¿No podemos hablar de otra cosa? Simplemente no soporto a ese traidor.

_ Es que es el chisme del momento –dijo Sam con una picara sonrisa en el rostro

_ Cualquier Engel que se cruce en mi camino que tenga cuidado, yo no olvido tan fácilmente la historia –dijo Will

_ Pues entonces estamos en problemas –dijo Sam- ¿Ustedes no notan ese olor en el aire?

_ Huele a un servidor del Consejo –dijo Lupe levantando la nariz- Puedo reconocer el olor que tienen sus emblemas a metros de distancia.

Todos los miramos incrédulos a ellos dos. Aunque claro, no se podía esperar otra cosa de una chica que era mitad lobo. La sonrisa maliciosa que Sam tenía en su rostro solo se ensancho más.

_ Yo también lo huelo –dijo él- Pero huelo algo diferente. Verán, Martin me confió el secreto de que logro obtener un poco de sangre del Engel a quien ataco y hasta me ha dejado ver esa sangre. Cuando algo me interesa, y mucho, es imposible que se me pase por alto y huelo esa sangre en este momento.

_ Sam, la sangre de dragón se te subió a la cabeza –dijo Will- Además, es imposible que un servidor del Consejo este en el mercado negro. Primero por que ellos nunca serian capaces de encontrar alguna entrada y segundo por que si son identificados, terminaran muertos o tirados en alguna parte sin recordar nada de lo sucedido.

_ Este lugar esta lleno de seres, es normal que se confundan aromas, presencias, energías, todo –dijo Jeremiah mientras comía otro poco mas de su brocheta- Además, anda a saber que venden los comerciantes de aquí.

_ Aun así eso no cambia el hecho de la sangre que estoy olfateando –dijo Sam sonriendo maliciosamente

Lo seguí mirando con curiosidad, preguntándome que tenía en mente y entonces me quede helada. Quizás mi olfato no fuera tan bueno como el de un vampiro o un licántropo, pero si podía sentir una presencia a la perfección. Y esa presencia, fresca y ligera, solo podía pertenecerle a una persona. Cerré los ojos y suspire, concentrándome. Podía sentir esa presencia perfectamente, estaba muchos metros detrás de mí y corría. ¿Huía? No lo sabía. Abrí los ojos y lo primero que hice fue echarle una rápida mirada al rostro aun molesto de Will.

_ ¿Dónde esta el portal mas cercano a New York? –pregunte

_ A varias calles de aquí –dijo Will despreocupadamente- Ese es el portal más cercano y creo que sale a tres calles del edificio central del Consejo. Aunque yo preferiría ir a otro lugar antes que a New York.

_ Esa ciudad es genial, yo iría pero no entiendo a que quieres llegar con esto –dijo Jude y luego su vista se perdió detrás de mi- Ah, ya veo.

_ Estamos en problemas –dije

_ Si, eso creo –dijo Jude

_ ¿Por qué? –pregunto Will

_ Veamos... Muchacho alto, de unos diecisiete años si no me equivoco. Cabello color oro, ojos verdes. Esta corriendo y por la expresión de su rostro puedo decir que esta metido en problemas. Creo que esta huyendo de alguien. ¿Es él? –pregunto Jude y suspire

_ Si, es él –dije y me puse en pie- Y sea lo que sea que lo esta persiguiendo, no creo que sea bueno.

_ Acaba de doblar en la calle del mago –dijo Jude- Se detuvo en la esquina justo al doblar. ¿Iras a verlo?

_ Quiero saber en que tipo de problema se metió –dije sonriendo- Además, lo extraño.

Jude me devolvió la sonrisa y me di vuelta, partiendo. Rápidamente cruce los veinte metros que separaban la mesa de donde estábamos comiendo de la calle del mago. Aquí el mercado negro ya adoptaba otra apariencia y la calle parecía una representación del antiguo Londres victoriano. Ahí me detuve frente a la figura apoyada contra la pared de ladrillos que respiraba agitadamente. Puse mis manos en mi espalda y me agache inocentemente para verlo al rostro ya que tenía la cabeza gacha. Sonreí apenas.

_ ¿Se puede saber de que estas escapando o es un asunto confidencial del Consejo que una simple servidora de Solcius como yo no puede saber? –dije y entonces Alex levanto la cabeza mirándome

_ Estoy huyendo de algo mucho peor que cualquier ser que pueda existir en el mundo –dijo él y luego sonrió- Deberé agradecer a mi perseguidor por traerme frente a ti, y luego, posiblemente, me mate.

_ No creo que sea tan malo como lo haces parecer –dije sonriendo

_ Es peor de lo que piensas. Que gusto verte Kat –dijo él

Alex me abrazo fuertemente contra él y sonreí aun más al abrazarlo también. Lo había extrañado mucho y ahora estaba más que feliz de verlo por más que nos hubiera reencontrado esta extraña situación. Lo abrace fuertemente, hundiendo mi rostro en su pecho y aspirando su fresco aroma. ¿Cómo había podido estar tanto tiempo separada de él y encima pensar que podía resistir hasta año nuevo? Solo ahora me daba cuenta de cuanto lo había extrañado ya que no lo quería soltar. No me quería separar de él.

_ Te extrañe mucho –susurro Alex

_ Yo mas –dije y finalmente él me soltó

_ ¡Pero con o sin mi te metes en problemas igual! –Exclamo él- Raphael te dijo que te mantuvieras alejada del encapuchado y lo mejor que se te ocurrió hacer fue enfrentarte con él.

_ Pero lo herí –dije sonriendo- Lo corte en las muñecas.

_ ¿Estas bien? –pregunto él

_ ¿Te parece que este mal? –pregunte y él me sonrió, tomándome por la cintura

_ En realidad ella esta perfectamente bien –dijo Sam apareciendo de la nada e interrumpiéndonos- Y al parecer yo no me equivocaba respecto a la sangre que olfatee. Esto revela el misterio de quien venció a Martin Mollet y quien era a quien Kat ocultaba.

_ ¿Un vampiro? –Pregunto Alex incrédulo- Dile que me disculpe pero no hablo rumano.

_ ¿Lo entiendes? –pregunte

_ Perfectamente pero no lo hablo –dijo Alex y de pronto se puso tenso- ¡Maldición!

_ ¿Qué sucede? –dije

_ Creí haberlo perdido pero esta acá. Tengo que ocultarme ya –dijo él

_ ¿De quien escapas? –pregunte

_ Mi padre –dijo Alex

_ ¿Traducción? –pidió Sam y sonreí

_ ¿Qué tan bien te ves encargándote de M.E.? –pregunte y él me devolvió la sonrisa

_ He esperado bastante tiempo para algo así –dijo Sam- Ahora me encargo.

Sam volvió a la calle del Comerciante y partió para encontrarse con los demás. Tape la boca de Alex antes de que él pudiera articular alguna palabra y ambos nos pegamos contra la pared. Al instante aparecieron Sam, Lupe, Jude, Will y Jeremiah caminando tranquilamente por la calle y hablando. Todo parecía exactamente calculado ya que al mismo momento un hombre que venia corriendo se detuvo frente a ellos, aun respirando agitadamente por la carrera. El padre era la idéntica apariencia del hijo, rubio con el cabello color oro y los ojos verdes. Aun si no conociera a Alex, hubiera reconocido al instante a Michael Engel, prácticamente el fundador de Solcius y también el que lo traiciono. Los cinco se detuvieron frente a él y la reacción en todos fue la misma, perplejidad y no tener la menor idea de que hacer. Michael también estaba perplejo mirándolos al reconocer los emblemas de Solcius en ellos.

_ Señor –dijo Jude bajando la cabeza y Lupe, Sam y Jeremiah hicieron lo mismo

Will permaneció con la cabeza en alto, desafiando a Michael con la mirada. Alex y yo observábamos desde la esquina de la calle y vi como Sam nos miro de soslayo y nos sonrió. Michael permaneció en silencio, paralizado. Will finalmente se decidió y avanzo unos pasos hasta estar frente a frente.

_ No esperes ningún respeto de mi maldito traidor –dijo él y Michael se quedo helado

_ ¿Se puede saber que es lo que desea? –pregunto Lupe educadamente

_ Nada. Solamente se me había perdido algo pero buscare en otra parte –dijo Michael rápidamente, deseando desaparecer

_ Su hijo ha tomado la calle de la Aurora –dijo Sam elegantemente- Claro, si es a él a quien busca.

_ Muchas gracias por su ayuda... servidores de Solcius –dijo Michael y todos excepto Will sonrieron

Note la desesperación en los ojos de Michael por salir de ese lugar y finalmente se dio vuelta y partió corriendo. Me asome mas a la esquina, sonriendo y mis compañeros se dieron la vuelta y me devolvieron la sonrisa también. Todos y cada uno de ello, excepto Will que la molestia y la furia se hacían más que presentes en su rostro.

_ ¡A salvo! –exclamo Jude, dándose vuelta y levantando dos manos en el aire como solo él sabía hacerlo

_ Eres increíble Jude –dije saliendo de mi escondite y Alex me siguió

_ Se ha demostrado que el miedo nubla el sexto sentido y por eso no se pueden sentir las presencias –dijo Jude sonriendo- Me esperaba otra cosa de M.E. en vez de querer salir corriendo por encontrarse con servidores de Solcius. Aunque me sigo preguntando que hacia el hijo huyendo del padre. ¿Me entiende?

_ Ei ole paljon, ei puhu paljon Suomen –dijo Alex

_ Ya me parecía que por su expresión algo debía comprender –dijo Jude

_ Así que este es el hijo de M.E. –dijo Lupe mirando a Alex con curiosidad- Y por lo que veo, conoces a Kat. ¿A mi me entiendes?

_ Lupe, no lo sobre exijas mas –dijo Sam tranquilamente- Piensa que además de ti, yo estoy hablando en rumano y Jude en finlandés. ¿A alguien le sobra algún emblema así el pobre chico nos entendería bien?

_ Que no espere nada de mi –dijo Will mirándolo con odio

_ A mi me sobra uno –dijo Jude sonriendo

Él rebusco en su bolsillo y saco una gran moneda con el símbolo de Solcius de un lado y una escritura del otro. La lanzo en el aire y Alex la atrapo casi al instante. Él la miro con extrema curiosidad y la hizo girar entre sus dedos. Luego de varios segundos, finalmente la guardo en un bolsillo de su abrigo.

_ Ahora entenderás perfectamente –dijo Jude sonriendo- Y yo podré entenderte a ti hablando en tu idioma normal. Los emblemas de Solcius funcionan como traductores pero devuélvemelo después o Lizz me matara cuando vea que tome algo de la tienda.

_ ¿Sabes quienes somos? –pregunto Lupe con curiosidad

_ Servidores de Solcius –dijo Alex y sonrió- Amigos de Kat.

_ No puedo creer que hasta le hayan dado un emblema. Bueno, igual, de mucho no le servirá. No sabe utilizarlo, con suerte lo usa como traductor –dijo Will enfadado y me miro seriamente- Creí que tu mejor que nadie sabias lo que M.E. hizo.

_ ¿Y que? No se que es lo que esperas de mi Will –dije tranquilamente- Mi mamá sabe sobre esto desde el primer día y solo me puso una condición.

_ Que espero cumplas y respetas ya que parece que estas dispuesta a romper todas las otras reglas –me interrumpió él

_ Tranquilízate Will, el muchacho es bueno –dijo Jeremiah y sus ojos brillaron a través de esa maraña de pelos que tenia- Por mas que sea la viva imagen del padre eso no significa que debes tratarlo de ese modo.

_ Es que es eso lo que me molesta mas –dijo Will y se dio vuelta partiendo

_ Era obvio que se iba a enfadar –dijo Jude mientras Jeremiah alcanzaba a Will casi corriendo y Sam se veía dispuesto a seguirlos- Por cierto, me presento, soy Jude. El vampiro es Sam y el dríade Jeremiah. Lupe es la licántropo y aquel al que disgusta tu presencia se llama Will.

_ Entonces intercambiamos roles –dijo Alex sonriendo- Ahora se como te sientes con los demás Kat.

_ Si, la situación se parece bastante –dije sonriendo

_ Mucho gusto en conocerte Jude, soy Alex –dijo él estrechándole la mano

_ Igualmente –dijo Jude

_ No quiero interrumpirlos pero dudo que Jeremiah y Sam sean capaces de calmar a Will por el estado en el que esta –dijo Lupe y Jude suspiro

_ Esta bien, seré yo quien lo calme –dijo él- Pero se las haré pagar por hacerme perder la ocasión de hablar con Alexander Engel.

_ Como quieras –dijo Lupe y sonrió al darse vuelta y mirarnos antes de partir con Jude- Por cierto Kat, jugaremos football a las dos de la tarde en la plaza del Sol como habíamos dicho. Tú también puedes venir Alexander. Espero verlos luego.

Sin más preámbulos, los dos se fueron por el mismo camino que habían seguido Will, Jeremiah y Sam. Nos dimos vuelta y comenzamos a caminar en sentido contrario, tomando la calle de la mañana. Esta era amplia y reinaba la luz, la calle era de un empedrado gris suave y había poca gente caminando por aquí comparado con las demás calles. Ambos caminamos el uno junto al otro, con las manos en los bolsillos, justo por la mitad de la calle.

_ Tu amigo se enojo bastante –dijo Alex tranquilamente- Ahora se lo que sientes estando con Raphael.

_ Supongo que debe ser algo similar pero Jude hará entrar en razón a Will y lo hará regresar –dije

_ Así que con ellos has estado todo este tiempo –dijo él cruzando sus brazos detrás de su cabeza- ¿Se puede saber que has hecho?

_ Muchas cosas –admití y suspire, clavando mi vista en el suelo- Y también he averiguado muchas cosas.

_ ¿Cómo que? –pregunto él

Los sentimientos me invadieron al instante al pensarlo y no pude controlarlos. Abrace a Alex fuertemente, hundiendo mi rostro en su abrigo y cerrando los ojos fuertemente mientras comenzaba a llorar. Todos los recuerdos de lo que había pasado el primer día en la oficina del director pasaron frente a mis ojos y solo me destrozaron mas. Ese maldito juicio, esa maldita sentencia y sobretodo, ese maldito encapuchado que merecía la muerte. Abrace mas fuertemente a Alex sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas mientras trataba de convencerme de que él estaba ahí y sus alas estaban en perfecto estado. Alex puso una mano bajo mi barbilla y me levanto el rostro, mirándome a la vez confundido y preocupado. Él me limpio las lágrimas suavemente y me acaricio la mejilla.

_ ¿Qué te pasa Kat? –dijo suavemente

_ Nunca me dijiste –dije y nuevamente mis ojos se llenaron de lágrimas- que el Consejo te había arrancado en parte tus alas.

Él se quedo helado ante ello y yo nuevamente hundí mi rostro en su abrigo, llorando desesperadamente ante el recuerdo de esa maldita cinta. No podía creer lo que el Consejo le había hecho, no quería hacerlo. Y aun así, la imagen del joven ángel de tan solo trece años, con las alas a medio arrancar y sus plumas rojas por su sangre, tirado en el suelo y apenas pudiéndose mantener consciente seguía grabada en mi cabeza. Sacudí la cabeza. No, él estaba bien, sus alas estaban bien. Luego de varios segundos Alex suspiro y me abrazo. La calidez de estar entre sus brazos pareció ir calmándome y mis lágrimas ya no fueron tan desesperadas.

_ No es algo que me guste recordar –susurro él en mi oído- Yo hubiera muerto ese día de no haber sido por Gabriel. Utilizaron en mí el método D. Es el más doloroso y peligroso método que existe. Normalmente el ángel cae muerto cuando ya llevan la mitad de sus alas arrancadas. Pero... ¿Cómo lo supiste?

_ No querrás saberlo –dije y él me pasó nuevamente una mano por la mejilla, limpiándome las lágrimas- Lamento si no querías que lo supiera, no fue mi intención verlo pero yo no sabia que eras el acusado antes de comenzar a ver la cinta.

_ ¿Qué quieres decir? –pregunto Alex

_ Vi tu juicio –dije y nuevamente las lágrimas me invadieron ante el recuerdo- Solcius tiene en su poder una grabación de tu juicio pero yo no sabia que era tuyo hasta que comencé a verlo. Lo lamento mucho, de verdad, si tú no querías que lo hiciera.

Él se quedo helado, no dijo ninguna palabra. Simplemente se limito a abrazarme mientras mis lágrimas seguían cayendo. ¿Y si se había molestado? ¿Y si él enserio no quería que yo hubiera visto su juicio? Alguna razón debía haber por la cual él nunca me había contado lo que le había ocurrido. Continué llorando, abrazada a él hasta que simplemente no me quedaron más lágrimas que soltar. Y aun así no quise soltarlo, temía que enserio se hubiera molestado conmigo.

_ ¿Ya terminaste? –Pregunto él y asentí, suspiro- Lo que me sucedió ese día en ese juicio no es algo que me guste recordar. Por eso no se lo digo a nadie y le pedí a Gabriel que guarde el silencio.

_ Pero tus alas... Yo las vi, te las habían arrancado hasta la mitad –dije y él sonrió, limpiándome una ultima lágrima de los ojos

_ Estoy bien. ¿Entendido? Y mis alas también están bien –dijo él sosteniendo mi rostro entre sus manos- Ahora deja de llorar por algo ya pasado.

_ ¿Pero como...? –dije y su sonrisa solo se ensancho

_ Gabriel se ocupo de tratarme las heridas –dijo Alex- Ahora me gustaría saber que hacías tu husmeando en juicios del Consejo.

_ No fue mi intención –dije nuevamente- Nunca fue mi intención husmear en los juicios del Consejo y mucho menos en el tuyo. Simplemente estaba ayudando a mi mamá y al director en una investigación y por eso me mostraron el video de tu juicio. Pero yo no sabia que era tuyo hasta que te vi de rodillas en el piso con los guardias sujetándote y...

_ Espera –dijo él interrumpiéndome- ¿Alguien filmo mi juicio?

_ No me preguntes como demonios lo hicieron pero así fue. Las grabaciones tanto del juicio como de lo que paso en la antecámara están en poder de Solcius –dije y dude- Y Alex...

_ ¿Qué? –pregunto él y respire hondo, tomando fuerzas

_ Sé quien es que te acuso de traidor –dije- Quien te llevo frente al Consejo, te metió en ese juicio y se encargo de que tu condena fuera una muerte segura. El Consejo fue manipulado, esa no debería haber sido tu sentencia por más que Gabriel haya interferido y tú no deberías haber ido a juicio. Intento manipular tu vida como seguramente manipulo la mía o la de cualquier otro. No somos más que simples fichas en su juego de ajedrez.

_ ¿Quién fue? –Dijo Alex- ¿Quién demonios fue el que me condeno de ese modo?

_ ¿Qué otra persona podría haber sido? –Dije y sonreí tristemente al mirarlo a los ojos- ¿Qué otra persona podría ser tan desalmada como para hacer eso? Te daré una pista, me quiere ver muerta y creo que a ti también.

_ Fue el encapuchado –dijo él y evite su mirada, asintiendo- ¡Ese maldito! Yo estaba seguro de que había sido acusado injustamente pero nunca creí que ese maldito estaría detrás de todo. ¿Cómo diablos lo supiste?

_ Solcius esta tras de él desde hace años –dije- La primera aparición que él tuvo fue en tu juicio y por eso yo lo vi tratando de ayudar al director a develar su identidad. Pero jamás imagine que el juicio fuera justamente el tuyo. Y Alex... una cosa mas...

_ ¿Qué? –pregunto él y evite totalmente su mirada antes de decir lo que tenia que decir

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