Capitulo 13: Cosas contradictorias


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¡Ah, que día el que había pasado! Me senté con las piernas cruzadas sobre la cama, casi tirándome de los pelos y teniendo unas inaguantables ganas de gritar. Realmente este había sido un día de locos y aun no había terminado. Tome mi mochila, dándola vuelta sobre la cama y dejando que todo cayera encima de esta.

Rebusque entre las cosas hasta dar con el libro que había tomado de la biblioteca y luego encontré la pluma de Alex. Eso pareció calmarme. La tome entre mis manos, mirándola totalmente hipnotizada por su hermosura y su blancura. ¿Cómo era posible que algo tan perfecto existiera? Me deshice en un segundo de los guantes y acaricie la perfecta pluma cerrando los ojos ante la sensación de placer que me provocaba su suave roce. Él me mataría, seguramente estaba en su casa maldiciéndome y pensando el modo de arrebatarme la pluma para poder matarme. ¿Por qué Alex no podría matarme mientras tuviera una pluma suya? Al menos eso decía el libro y por lo que parecía era cierto ya que su expresión había sido de shock cuando supo lo que yo tenía. De hecho, en este momento, él debía de estar planeando junto con los demás el modo de deshacerse de mí. Me había dado tres días. Pero... ¿Yo podía confiar en él?

Deposite delicadamente la pluma en mi mesa de noche y entonces tome mi pequeña bola de cristal. Cerré los ojos, concentrándome en lo que deseaba ver y luego mirando a través de ella. En un segundo estaba viendo una gran sala de estar demasiado bien decorada. Las paredes blancas, los suelos de madera, un elegante juego de sillones alrededor de una moderna mesa blanca, una chimenea y un librero del otro lado de la sala. En el espacio libre que había entre los sillones y el librero estaba parado Daniel con una pizarra de tres pies a su lado y un marcador en mano. Mas lejos de él, apoyado contra la pared a un costado de la chimenea estaba Raphael con los brazos cruzados. El resto estaban sentados en los sillones, todos con las miradas fijas en Daniel.

_ Ya estamos en nivel siete de alerta –dijo Gabriel, apoyado sobre sus rodillas y con su vista clavada en el piso- A este nivel llegaremos a la alerta máxima para fines de Noviembre. Realmente el Consejo es un caos por lo que me ha contado Is.

_ No puedo creer que hayamos llegado hasta esta altura –dijo Raphael- Si llegamos a nivel diez nos recluirán a todos y tendremos que abandonar este lugar.

_ No quiero irme de este pueblo –dijo Miguel tristemente

_ Nadie quiere irse pero es lo que se tendrá que hacer en caso de que el Consejo lo demande –dijo Raphael seriamente- Hace mas de un siglo que el Consejo no llega a tan alto nivel en alerta y solo es cuestión de tiempo para que den la orden de reclutamiento.

­_ Mientras yo pueda evitarlo no nos moveremos de aquí –dijo Alex

_ ¿Y que te hace pensar que puedes contra el Consejo? –dijo Raphael y él sonrió

_ Hay una razón por la que he decidido de mantener nuestra investigación solamente entre nosotros cinco –admitió Alex sonriendo- Si el Consejo nos recluta, puedo arreglar perfectamente un intercambio. Les doy un poco de la información que tenemos y el nivel de alerta bajara. El Consejo hasta el momento solo tiene un nombre, nosotros tenemos mucho más.

_ Aun así eso no nos permite saber quien es la chica ni en donde esta –dijo Miguel- Ella podría estar en cualquier tiempo y lugar.

_ Lugar si, pero tiempo lo dudo. Cualquier viaje en el tiempo es registrado por el Consejo –dijo Daniel- Ahora, continuemos con esto a ver si podemos averiguar algo mas.

Daniel se acerco más a la pizarra y garabateo rápidamente un nombre: Nicholas Devang. En ese momento Raphael comenzó a pasearse nerviosamente por la sala mientras que los demás permanecían sentados. Quizás el Consejo ese estaba investigando mas de lo que yo había creído pero al menos Alex había dicho que el Consejo solamente tenía un nombre. El nombre de Nicholas aparecía en blanco en todo, eso yo misma lo sabía, él era excelente cuando se trataba de cubrirse y ellos no tendrían muchas oportunidades de averiguar algo sobre él. Aunque realmente el Consejo no me preocupaba, me preocupaba más lo que sabían o averiguaban ellos cinco. En especial ahora que Alex sabía sobre mí. No quería ni pensar a que tipo de conclusiones podrían llegar ellos a partir de la información que ahora tenían.

_ Nicholas Devang es un brujo muy poderoso –dijo Miguel

_ Italiano de unos 19 años y por alguna razón los seres tiemblan cuando lo mencionan –agrego Gabriel tirando una carpeta sobre la mesa- Pero nadie se atreve a hablar de él por que temen lo que él pueda hacerles por hablar.

_ Es uno de los brujos favoritos de Lucifer –dijo Raphael- Creo que es muy oscuro por como la gente habla de él.

_ Si, pero según la información que nos consiguieron él no siempre fue así –dijo Daniel mientras continuaba escribiendo en la pizarra lo que los demás acababan de decir

_ ¿Pero hasta que punto esa fuente es confiable? –dijo Miguel- Fue una humana que alguna vez trato con brujos quien nos dio esa información, no podemos confiar en ella sabiendo que seria capaz de hacer cualquier cosa para proteger a su hija. ¿Y si la información que nos dio es falsa y solamente lo hizo para que no nos ocupáramos de la pequeña bruja?

_ La información que Miriam nos dio es confiable –dijo Alex

Él estaba totalmente inverso en sus propias cavilaciones pero aun así estaba prestando atención a los demás. Estaba segura de que él ya lo había deducido todo en cuanto a mi y no podía evitar estar cuestionándome si ya les había dicho a los demás o no. Me estremecía ante la idea, cinco ángeles contra mí. Pero aun así había algo que me extrañaba. Es decir, se suponía que Alex sabiendo quien era yo ya debía de haber deducido que había sido yo quien le había dado la información a la mama de Camille. Y sin embargo recién no lo había dicho, solamente se había limitado a decir que la información era confiable. ¿Es que acaso aun no se había dado cuenta? No, conociendo a Alex estaba segura de que él ya se había percatado.

Lo mire nuevamente. Realmente él estaba absorto en sus propios pensamientos y deducciones sin que les prestase mucha atención a los demás por que se suponía que era información que él ya sabia. De hecho, lo único que Alex estaba haciendo era no dejar de mirarse su mano por todas partes. Estaba obsesionado mirándose la mano que yo le había tocado por accidente como si fuera a encontrar algo fuera de lo normal. ¿Es que enserio no me creía que no le había hecho nada malo? No lo había herido, no le había hecho nada, simplemente le había hecho revivir un recuerdo.

_ Asistió al Instituto Bella Vista –dijo Gabriel- Y caemos nuevamente en mi idea de que esto no me parece una coincidencia.

_ El hecho de que Katherin Strega haya asistido también al Bella Vista no nos dice nada –dijo Raphael rápidamente como si ya estuviera harto de siempre repetir lo mismo

_ Entonces volvemos nuevamente a la investigación que concierne a esa chica –dijo Daniel, borrando todo lo escrito en el pizarrón y comenzando de nuevo- Ella es pálida. Tiene la piel extremadamente fría.

_ No toca a nadie –dijo Miguel y Daniel continuo escribiendo cada cosa que se decía respecto a mí

_ Siempre lleva guantes –dijo Raphael- Asistió al Bella Vista y abandono la escuela por que no soportaba lo estricta que esta era.

_ Esa es la excusa que ella da –dijo Gabriel poniéndose en pie- Seamos sinceros, eso no es para nada creíble como excusa. Yo pienso que algo debió pasar que la obligo a abandonar esa escuela y estoy seguro de que ella en algún momento debió de haber tenido contacto con Nicholas Devang.

_ Eso no nos confirma nada –dijo Daniel

_ No excepto que te hayas metido en la pagina Web del Instituto y hayas visto las fotos de ahí –dijo Miguel abriendo la carpeta sobre la mesa y esparciendo los papeles y fotos que esta contenía- Nicholas aparece en varias fotos acompañado de la chica de ojos de cielo. ¿Esto les dice algo? Ella salio con él.

_ El ego de un brujo es demasiado grande como para rebajarse a salir con una simple humana –dijo Raphael

_ ¡Entonces al fin admiten que yo tengo razón! –Exclamo Gabriel- Katherin Strega no es normal.

_ ¿Entonces que es? –pregunto Miguel

_ Veamos... –dijo Daniel fijándose en las características que había escrito- Tiene piel pálida y fría.

_ No puede ser un vampiro, sale perfectamente a la luz del sol –dijo Raphael

_ ¿Y que? Eso no niega que ella sea un vampiro. Existen todo tipo de cosas para que ellos puedan salir a la luz del sol –dijo Miguel

_ Ella no es un vampiro –dijo Alex seriamente- Tiene un corazón que late y sangre corre por sus venas. Esta viva.

_ Entonces tachamos la idea de vampiro –dijo Daniel tachando la palabra de la lista de posibilidades- ¿Hada?

_ Si claro –bufo Miguel

_ Tiene bastante lógica si pensamos que muchas veces la vemos junto con la salamandra –dijo Raphael- Me inclino mas por esa teoría.

¿La salamandra? Yo no conocía a ningún hada de fuego en este pueblo. Esto definitivamente me provocaba curiosidad, pero había otra cosa más... Ni Gabriel, ni Daniel, ni Miguel, ni Raphael sabían lo que yo era. Hasta el momento ellos seguían con la idea de que yo no era una simple humana y me sorprendía que Alex aun no hubiera dicho que yo era una bruja. De hecho, me sorprendía que él no hablara excepto para aclarar puntos que negaran las teorías de los demás y de algún modo me cubrieran.

_ Pero no me convence mucho la idea de que ella sea un hada –dijo Gabriel dudando y volviéndose a sentar

_ Ella no es un hada –dijo Alex- Si hay algo que las hadas no soportan es llevar guantes y además ella no se inclina hacia ninguna comida en especial. Las salamandras se inclinan hacia lo picante, las ninfas no dejan de tomar agua, las dríades prefieren lo natural. Pero a ella le da igual la comida de los humanos.

_ Entonces tachamos hada de la lista –dijo Daniel- En mi opinión puede ser una licántropo, eso explicaría por que siempre lleva guantes. Las uñas de los licántropos son mas bien garras.

_ No creo que sea mitad lobo –dijo Miguel

_ Aun así come manzanas y a tu perro le encantan las manzanas. Hay cierta similitud entre perro y mitad lobo –dijo Raphael

_ No es una chica lobo –dijo Alex- Tiene dientes normales y dos gatos en su casa. Eso no tiene sentido. Además, piensen bien, ¿Cuándo han visto a un licántropo sin manada?

_ Adiós opción de licántropo –dijo Daniel tachándola- ¿Qué tal bruja?

Se me congelo la sangre ante ese comentario y todos parecieron meditarlo un tiempo. Si se daban cuenta de lo que yo era... Solo era cuestión de que Alex hablara y dijera lo que sabía.

_ Ella no es una bruja –dijo Alex levantándose de su lugar

Me quede totalmente atónita. ¡Que! Si él sabía perfectamente que yo era una bruja. Lo había tocado, había hecho magia delante de él, le había hablado tranquilamente de los brujos mientras admitía ser una de ellos. ¡Hasta le había confesado el significado de mi apellido! ¿Y aun así él acababa de decir que yo no era una bruja? ¿Acaso me estaba cubriendo? No. No tenia para nada sentido considerando que él me había dicho que me mataría por ser bruja y que me daba tres días para que me fuera.

_ Sean lógicos por unos segundos –dijo Alex- Ninguno siente ninguna presencia proveniente de ella. Es una simple humana.

_ ¿Y que hay de las fotos que aparece con Devang? –pregunto Miguel

_ Ella tiene una hermana, Diana Strega. La chica de la foto es diferente a la Katherin Strega de aquí, es la hermana –respondió Alex- Ella en todo caso seria una humana que sabe demás y por eso huyo del Bella Vista y vino aquí al medio de la nada.

_ Me confundes –dijo Raphael- Normalmente tu eres el primero en salir tras la cacería de brujas y ahora estas haciendo exactamente todo lo contrario.

_ ¿Has visto alguna marca de Lucifer en ella? –Pregunto Alex y Raphael negó con la cabeza- No tiene ninguna cicatriz ni nada grabado en la piel, no es una bruja.

_ Quizás no la tenga en un lugar visible –dijo Daniel

_ Si ella fuera una bruja ya nos hubiera atacado –continuo Alex

_ Excepto que no desee que la descubramos –intervino Gabriel- ¿No les resulta extraño que el mismo día que apareció esta chica aquí haya empezado todo este problema que tenemos ahora con el Consejo? Alex, tu fuiste quien lo vivió, el mismo día que Katherin apareció aquí el vampiro dijo lo de la búsqueda de Lucifer y la recompensa.

_ Coincidencias –dijo Alex tranquilamente- Piénsenlo por dos segundos. Ella es diestra, se siente a gusto con humanos, no ha habido nada fuera de lo normal en este pueblo, ella no tiene ninguna presencia ni nada. No es una bruja.

_ Pudo haberte echado algún hechizo encima para que no te dieras cuenta –dijo Raphael- O aun peor, pudo haberte echado un hechizo encima para que la defendieras.

_ Entonces ustedes tendrían que sentir la presencia de magia en este momento ya que según lo que dices yo estoy hechizado –dijo Alex- Yo creo que están tratando de probar algo que no es cierto.

Me costaba creer lo que veía. Él me había odiado y querido matar desde el momento en que había sabido que yo era una bruja y ahora estaba negando eso frente a sus amigos. Él se movió de su lugar, dando la vuelta al sillón para poder irse y dirigiéndose a la puerta de entrada. Los demás se miraron entre si, Daniel y Miguel totalmente incrédulos mientras que Gabriel mantenía su perfecta calma como siempre. Él único que realmente no le creía a Alex y parecía sospechar de él era Raphael.

_ Sabes que no puedes engañar mi juicio –dijo Raphael y Alex se detuvo

_ Piénsalo así Raphael, si ella fuera una bruja ya la hubiera matado –respondió él fríamente

Me quede totalmente helada, llevándome una mano al pecho y tragando con dificultad. Y aun así, una parte de mi seguía sin creer que Alex no hubiera dicho nada respecto a lo que era y hasta me hubiera cubierto a mi. No tenia sentido, no era lógico, no era posible. No lograba entender para nada a Alex.

Finalmente él salio de la casa y los cuatro se quedaron en silencio en la sala mirándose unos a otros sin lograr comprender nada al igual que yo. Raphael aun continuaba con esa mirada de sospecha que me atemorizaba. Gabriel suspiro, levantándose de su lugar y poniéndose en pie.

_ Sigo sin creerle –dijo Raphael- Algo nos esta ocultando.

_ ¿Si tu hermano hubiera muerto en manos de brujos te gustaría hablar sobre ellos? –Dijo Gabriel- Entiéndelo, él tiene razón cuando dice que si Katherin fuera una bruja ya la hubiera matado. Y para mal o bien, Alex esta en lo cierto cuando dice que nosotros no sentimos ninguna presencia proviniendo de ella.

_ ¿Y si él si la siente y nos lo esta ocultando? –pregunto Raphael molesto

_ Solamente sigue frustrado por haber fallado en su trabajo –respondió Gabriel- Se llevaron a la chica delante de sus ojos y él no pudo hacer nada.

_ Es nuestro líder, no podemos permitir que sus sentimientos interfieran con nuestro deber –dijo Miguel- Si continua así el segundo del mando tiene que tomar su lugar.

_ Hasta que no tengamos una prueba de eso no haremos nada –Dijo Gabriel

_ Que me de una sola cosa mas para dudar y juro que pido el permiso para relevarlo de su puesto –dijo Raphael y Gabriel suspiro

_ Iré a hablar con él –dijo partiendo

Veamos lo que había aprendido de todo esto. Por alguna extraña razón que ni yo misma sabia, Alex me había defendido y negado la idea de que fuera una bruja. En cuanto a ellos cinco, él era el líder y Raphael el segundo al mando. Al parecer Gabriel parecía ser quien mejor se llevaba con Alex. Y en algún momento y lugar, Alex había fallado en su trabajo por lo que podía suponer que no había cumplido en su misión de proteger a los demás. ¿Qué tan malo debía ser para un ángel que algún ser sobrenatural se llevara a una humana delante de sus ojos? Su misión era proteger a los humanos de los seres sobrenaturales por lo que debía ser terrible.

Elegí seguir a Gabriel, una parte de mi temía lo que podía llegar a oír si continuaba viendo en esa sala. Él salio de la casa y se detuvo justo en la entrada bajo el umbral de la puerta. Echo una rápida mirada para la izquierda y camino. En el rápido vistazo que pude echar al frente de la casa, pude ver que era un aparcamiento y en el suelo solamente había tierra y piedras. Además de la motocicleta de Alex, había dos autos aparcados con el que cualquiera podría soñar. Uno era un flameante auto negro que no sobresalía en la oscuridad y que por la mirada que le echo Gabriel supe que debía ser suyo. El otro, en cambio, era un moderno auto ultimo modelo de color plateado. Casi me daba risa pensar que ellos tenían aquellos vehículos y que yo para ir a la escuela iba normalmente en patines aunque mañana tendría que ser caminando ya que me había dejado estos en el casillero. Gabriel continuó caminando hasta que se detuvo frente a un banco de madera, más bien parecido a una escalera y se sentó en el segundo escalón junto con Alex.

_ Supuse que te encontraría aquí –dijo él

_ ¿Qué tan molesto esta Raphael? –pregunto Alex y Gabriel suspiro

_ Bastante. Dice que si le das una razón mas para sospechar pide que te releven de tu cargo –respondió él- Alex lo lamento pero tarde o temprano se iba a empezar a notar que fue un error de parte del Consejo nombrarte líder a tan baja edad.

_ Discútelo con el Consejo, yo nunca quise esto. Pero Raphael se equivoca cuando cree que yo no puedo con el peso de mi cargo –dijo Alex- Solamente no acepto cumplir con las ordenes del Consejo.

_ Es un punto importante el que te estas saltando –dijo Gabriel- Nosotros te debemos obedecer a ti, y si tu no cumples con las ordenes del Consejo por consiguiente nosotros tampoco.

_ ¿Acaso prefieres que Raphael sea el líder? Si el Consejo nos mando aquí fue por que me tuvieron lastima, por que sabían que se estaban equivocando al nombrarme líder y que yo seria un problema para ellos –dijo él- Dile a los demás que si quieren que me vaya y Raphael tome mi lugar vengan y me lo digan, sabes que siempre acepte todo lo que ustedes me pidieron. Simplemente basta que le digan al Consejo que incumplí alguna ley y listo, me relevan de mi cargo.

_ Los demás no quieren que dejes tu puesto –dijo Gabriel- Yo no quiero que lo hagas. Pero Miguel tiene razón cuando dice que no podemos permitir que tus sentimientos interfieran con nuestro deber. Antes has podido mantener perfectamente separadas tus emociones de tu trabajo. ¿Y ahora puedes seguir haciéndolo?

_ Siempre pude y eso no va a cambiar ahora –respondió Alex y suspiro- Sabes una cosa, he estado pensando. El deber de un ángel es proteger al bien del mal, a la luz de la oscuridad, a cualquier inocente de alguien que quiera hacerle daño. ¿Pero en que momento esa verdad se distorsionó y el Consejo la modifico hasta eliminarla totalmente? La ley del Consejo dice que el deber de un ángel es proteger a los humanos de los demás seres. ¿Y que hay de los otros? ¿Por qué solamente, según el Consejo, debemos proteger a los humanos?

_ Por que lamentablemente los humanos son los seres mas débiles y para su mal tienen todo lo que los demás seres desean arrebatarles –respondió Gabriel

_ Pero de ese modo nos estamos olvidando de nuestro deber básico –dijo Alex- Debemos proteger al bien del mal, no solamente a los humanos de los demás seres. Es por eso que los demás seres nos odian tanto al Consejo y a nosotros, por que solamente nos preocupamos por los humanos y nosotros y los dejamos totalmente de lado. Nosotros intervenimos solo si alguien ataca a un humano. Pero por ejemplo, si un vampiro ataca a otro vampiro, nosotros no hacemos nada.

_ ¿A que quieres llegar con todo esto? –pregunto Gabriel

_ A que el Consejo se equivoca –dijo Alex- Nos dice realidades que no son, nos dice lo que les conviene y nosotros cumplimos sin cuestionar. Piénsalo durante dos segundos, para el Consejo no somos nada mas que herramientas que ellos utilizan. El Consejo nos dice que todos los vampiros quieren atacar a los humanos para robarles su sangre y eso no es cierto. Hay vampiros buenos que en ningún momento se vieron tentados por la sangre de los humanos y aun así nosotros los discriminamos por lo que son. Cuando nos dicen vampiro enseguida pensamos en que quieren morder a un humano y no nos cuestionamos si estamos en lo correcto o no. Son muy pocos los vampiros que en realidad quieren morder a un humano comparado con todos los que hay. El Consejo nos dice mil cosas que nosotros creemos sin cuestionarlos. ¿Y las brujas? Nos dicen que todas son malvadas y que todas sirven a Lucifer y sin embargo en todo este tiempo yo no he visto hacer nada malo a la hija de Miriam. Es una bruja y aun así jamás la he visto hacer algo que no era debido. Sabes una cosa, hasta nos tiene miedo –dijo él y sonrió tristemente- ¿Puedes creer que una niñita de menos de doce años no se atreva ni a mirarme por el miedo que me tiene? ¿Y si una bruja se negara a atacarme, se negara hasta a defenderse? Pero el Consejo dice que yo debo atacarla igual y matarla solo por que es una bruja. Yo no puedo atacar a alguien que se niegue a defenderse a si mismo, eso no esta bien y yo no soy malo.

_ El problema con las brujas es que no se puede confiar en ellas –dijo Gabriel- Te pueden echar un hechizo para que les creas cualquier palabra que te digan y hasta para que las obedezcas.

_ ¿Y si no lo hace? ¿Por qué solo creemos lo que el Consejo nos dice? El Consejo nos dice que todas las brujas son malvadas y que todas son servidoras de Lucifer. La hija de Miriam, realmente yo no pienso que ella sea capaz de servir a Lucifer pero sin embargo la odio por que es lo que me dice que haga el Consejo, que la odie y que la quiera matar solo por que es bruja. ¿Y mi hermano que? El Consejo me repite una y otra vez que tengo que odiar a todos los brujos ya que ellos fueron quienes lo mataron. Pero yo no puedo odiar a toda una especia solo por lo que hicieron unos pocos. Existen humanos buenos y humanos malos, vampiros buenos y vampiros malos, licántropos buenos y licántropos malos. Hasta existen ángeles buenos y ángeles malos. ¿Entonces por que no puedo pensar que también existen brujas buenas? –Continuo Alex- Es todo un complot del Consejo para que los obedezcamos sin dudarlo y les creamos cada palabra que dicen.

_ Vaya que tuviste tiempo para pensar –dijo Gabriel- ¿Y que fue lo que te provoco esta epifanía?

_ Me he dado cuenta de que los brujos saben más de nosotros que nosotros de ellos. Hasta saben cosas que ni nosotros mismos sabemos sobre nosotros –dijo Alex- ¿Sabias que cada ángel puede ser identificado con una virtud contradictoria?

_ ¿Y que es eso? –pregunto Gabriel

_ Una virtud contradictoria es la contra de un pecado capital. Cada brujo se puede identificar con un pecado capital y cada ángel se puede identificar con una virtud contradictoria –dijo Alex- Miguel es la compasión, Daniel la diligencia, Raphael la templanza, tu la castidad y yo la humildad. ¿Te das cuenta? Y recién ahora yo me entero de esto. Es todo por que el Consejo no nos lo dice, no le conviene que lo sepamos por que nos puede hacer pensar que no los necesitamos. Todo tiene su contra. Brujas, ángeles; lujuria, castidad; gula, templanza; avaricia, caridad; pereza, diligencia; ira, paciencia; envidia, compasión; soberbia, humildad. El Consejo se equivoca en lo que cree, esta mal y nosotros aun así no hacemos nada más que obedecerlo.

_ Vaya, hermano si que has tenido tiempo de pensar –dijo Gabriel y suspiro cruzando sus brazos detrás de la cabeza- Quizás no te equivoques. Puede que hasta tengas razón por más loco que suene. Pero yo quiero saber que fue lo que te hizo darte cuenta de todo aquello. ¿Qué es lo que estas ocultando?

_ Dame unos días y te respondo –dijo Alex- Primero quiero confirmar que lo que creo es cierto.

_ ¿Y como piensas hacer para eso? –pregunto Gabriel

_ Te pido cinco días y te responderé todo lo que preguntes –contesto él- ¿A que hora tenemos hoy la reunión con la salamandra?

_ Dijiste que arregláramos a las ocho –respondió Gabriel y Alex miro su reloj

_ Perfecto por que tengo que hacerle muchas preguntas –dijo él poniéndose en pie- Dile a los demás, solo les pido unos días para que pueda ordenar todo dentro de mi cabeza y luego les haré saber todo lo que quieran.

_ ¿Y que hay con las investigaciones? –pregunto Gabriel

_ Estoy en eso –dijo Alex sacando un celular de su bolsillo

Lo mire con detenimiento, ese no era su celular, ni siquiera estaba segura de que le perteneciera pero mi mente estaba en cualquier cosa luego de todo lo que acababa de oír. Tenía tres días para demostrarle a Alex que yo no era una bruja mala y que los brujos buenos existían o él me mataría. Me fije mejor en el celular y entonces me quede sin aire al reconocerlo y saber donde lo había visto antes. Ese aparato... era el mismo con el que había hablado la última vez con Nicholas y que le pertenecía a Aidan.

_ ¿Cuánto tiempo más piensas conservar el celular de un brujo? –dijo Gabriel y Alex sonrió

_ Sabes que esto solo lo sabemos nosotros dos y que por el momento no puedes decírselo a los demás –dijo él- Tarde o temprano tendrá que volver a llamar. Si él es como yo supongo que es, es cuestión de tiempo para que no resista más y me llame él a mí y no al revés como quiere. En estos momentos, yo no soy él que esta desesperado por encontrar a alguien y te puedo asegurar que la balanza esta completamente a mi favor.

_ Estas jugando con un brujo, un error por más mínimo que sea y este podría aparecer en menos de un segundo frente a ti y matarte –dijo Gabriel

_ Créeme cuando te digo que conozco el tipo de seres con los que me estoy metiendo y que esto apenas empieza –dijo Alex sonriendo- Por cierto, si por alguna extraña razón termino muerto el día de hoy, quedas tu como líder. No me gusta mucho la idea de que quede Raphael al mando –agrego con cara de asco

_ ¿Y por que tendrías que morir hoy? –pregunto Gabriel

Él no respondió al instante. Se tomo unos minutos, dudando en responderle o no a Gabriel. Alex levanto su mano frente a él para que quedara bajo la luz de la noche y así pudiera seguir examinándola. Al menos ahora no parecía tan obsesionado con que algo malo le iba a pasar por que lo hubiera tocado, mas bien parecía curioso mientras examinaba su mano.

_ ¿Notas algo raro en mi mano? –pregunto finalmente

_ No, nada –dijo Gabriel- ¿Por qué?

_ Nada –respondió Alex- Yo voy yendo, necesito hacerle muchas preguntas a la salamandra y quiero las respuestas lo antes posible.

_ ¿Qué te anda pasando? Odias a la salamandra, nunca vienes cuando tenemos que hablar con ella –dijo Gabriel- Desde que llegaste esta tarde que estas raro. Siempre vuelves primero y hoy llegaste horas mas tarde. Alex, me estas preocupando, a mi y a todos.

_ Solamente quiero saber la verdad, eso es todo –dijo él

_ ¿La verdad sobre que? ¿Sobre el Consejo? ¿Sobre las brujas? ¿Tienes idea de cuantos ángeles han muerto por haber estado haciendo lo mismo que tú quieres hacer? Entiéndelo, las brujas son tramposas y engañosas, métete con una de ellas y terminaras muerto.

_ Lo dudo, creo que hasta tengo posibilidades de salir vivo por mas ilógico que suene –dijo Alex

_ Tu hermano salio un día siguiendo a un niño brujo y no volvió mas. Yo estuve presente durante tu juicio y sé la historia que contaste –dijo Gabriel- Christ fue

_ Tras un adolescente de trece años que era brujo y nunca volvió –le interrumpió Alex seriamente- Lo sé, lo viví, vi al chico directamente a sus ojos antes de que mi hermano fuera tras él. ¿Quieres saber una cosa? Sé quien es ese brujo y lo pienso cazar.

_ ¿O que? ¿Morir en el intento? Arriesgas tu vida por meterte en asuntos que no te incumben ¿Y todo por que? ¿Por esto? –Dijo Gabriel sonriendo tristemente- No me importa lo que digan los demás, no me importa lo que el Consejo diga, eres un excelente líder y mi mejor amigo, no te quiero perder también. Ya he perdido a varios miembros de mi familia en este trabajo y el Consejo me obligo a separarme de mis padres y mis hermanos, no me obligues a perder también a mi líder y amigo.

_ No temas por mí por que ya me he condenado frente al Consejo y frente a todos los demás. Creo que ya rompí todas las reglas existentes. Y además, si no me mata una bruja me matara el Consejo –dijo Alex

_ ¿Qué reglas rompiste? –pregunto Gabriel totalmente pálido

_ Todas las del primer grupo si es eso lo que quieres saber –respondió Alex y Gabriel se estremeció

_ Tienes suerte de que no recuerde cuales son –dijo Gabriel seriamente- Pero si sé como se castiga la ruptura de esas reglas.

_ Estaré bien –dijo Alex tranquilamente haciendo señas con la mano como si no importara

_ Si alguien se entera de esto no solo te relevaran del puesto sino que también iras a juicio frente al Consejo y lo mas seguro es que pierdas. Te darán el peor castigo posible para un ángel y conoces cual es –dijo Gabriel- Si Raphael se entera de esto te matara personalmente, ya sabes como es su temperamento.

_ Si me ataca se condena a si mismo, conoces las reglas –dijo Alex

_ Si, pero tu en ningún momento hiciste las cosas como hacían los demás lideres. No tomaste una pluma de cada uno de nosotros y no nos hiciste jurar lealtad –dijo Gabriel

_ Sabes que nunca quise este puesto y que detesto esta jerarquía, no soporto la idea de estar en un escalón más alto que ustedes –contesto Alex

_ Aun así, Raphael puede atacarte libremente si así lo desea. Él también ira a juicio pero considerando lo bien que tu te llevas con el Consejo, estoy seguro de que Raphael saldrá ileso y no habrá hecho mas que un favor para ellos –dijo Gabriel

_ El Consejo me odia, siempre me ponen en una mala posición, no veo por que las cosas cambiarían ahora –dijo Alex

_ Por que les estas dando una oportunidad para deshacerse de ti. Recuérdame los tres primeros puntos del primer grupo de reglas –ordeno Gabriel

_ No usaras tus poderes para interferir en la salud de cualquier ser vivo. Cualquier información que el Consejo considere vital debe ser dicha y no ocultada –dijo Alex y luego trago saliva- Cualquier bruja que sea detectada debe ser eliminada al instante o será visto como traición al Consejo.

_ Camille es una excepción –dijo Gabriel- Pero no existe ninguna otra excepción. Si detectas una bruja debes matarla.

_ ¿Y si ella se niega a defenderse? –dijo Alex

_ No hay excusa, no puedes dejarla ir, debes eliminarla –dijo Gabriel- Espero que no hayas roto esa regla.

_ ¿Te parece que dejaría a una bruja con vida? Me conoces desde el primer momento Gabriel y sabes que mato a cualquier bruja que me cruce por lo que me hicieron –dijo Alex- No dejare a ninguna bruja que se cruce en mi camino con vida.

_ Te juro que a veces me eres incomprensible –dijo Gabriel- Al menos respóndeme algo. Katherin Strega, ella estuvo enferma y por eso falto ayer, pero hoy parecía perfectamente sana en la escuela. Tú tuviste algo que ver en eso. ¿No es así? Rompiste el primer punto al influir en la salud de ella.

_ Es solo una humana mas y cubrí todo –dijo Alex

_ Aun así interferiste en su salud y sabes que eso esta prohibido –dijo Gabriel- No puedes hacer ese tipo de cosas. Además, yo estoy seguro de que ella no es una humana mas y no se por que tu te esfuerzas tanto en demostrar lo contrario. Tu sabes algo de ella que me estas ocultando.

_ Si te estoy ocultando algo es asunto mío y no tuyo –respondió Alex

_ Entonces admites que me estas ocultando algo. Pero mi pregunta es por que. Fui tu confidente toda la vida, has compartido conmigo secretos que ni tus padres saben pero parece que las cosas ahora cambiaron –dijo Gabriel- Has compartido conmigo toda la información que tienes y no les has dicho a los demás. Ese celular del que te apropiaste, es nuestro secreto, tienes el número de Devang y has mantenido contacto con él. Me has confesado la información vital que le ocultas al Consejo pero al parecer no quieres decirme la información que sabes de una chica.

Nuevamente estaba tensa. Cada cosa que me enteraba de ellos era otra preocupación para mí. ¿Cómo era posible que Alex estuviera en contacto con Nicholas? Me estaba volviendo loca toda esta situación y al parecer no era la única. ¿Qué diablos pasaba por la cabeza de Alexander en este momento? No lo entendía. Él me quería matar, había dicho que me mataría si no partía en tres días y aun así ahora estaba insistiendo en el hecho de que yo era una simple humana cuando él sabía que yo era una bruja. Era increíble que yo le creyera cuando él decía que si yo fuera una bruja ya me hubiera matado. Hasta llegaba a hacerme estremecer eso. Pero yo estaba viva, él no me había matado y hasta me había dicho que partiera. Nada de todo esto tenia sentido.

_ ¿Por qué me ocultas las cosas? –pregunto Gabriel tristemente

_ Por que no quiero involucrarte –dijo Alex- Ya me condene a mi mismo, no quiero condenarte también a ti. Todos sabemos que yo terminare en el infierno –dijo y contuvo una risa- pero de todos nosotros tú eres el que mas posibilidades tiene de volver a allí arriba y no pienso ser yo quien te las arrebate. Me he metido en un lío muy grande del que no estoy seguro que pasara y lo peor de todo es que es a causa mía. ¿Sabes que es lo que te estoy ocultando? Katherin, ella enserio salio con Devang en un pasado. Ella me confeso que le tiene miedo, que se mudo aquí para escapar de él. No dudo en que Nicholas le haya pegado y no quiero ni imaginar todo lo que le habrá hecho para grabarle ese miedo en sus ojos. Estuve obsesionado con ese miedo desde la primera vez que la vi y ahora que por fin se ha ido me siento feliz. Pero aun así eso no cambia la situación de que él la esta buscando. ¿Sabes lo que me dijo Nicholas Devang la primera vez que hable con él? Me dijo que tenía problemas con su chica, que ella se había escapado y que su gata era muy inteligente y escurridiza. Gata, Kat, creo que es fácil concluirlo todo. Ella es una humana que salio con la persona equivocada y al darse cuenta escapo. Y claro, él debe encargarse para que ella no diga nada al respecto.

_ Entonces Katherin sabe que Nicholas Devang es un brujo –dijo Gabriel y Alex asintió

_ Ella sabe muchas cosas, es por eso que la necesito sana –dijo Alex y suspiro- No tienes idea del problema en el que me he metido y la situación en la que ando. Si no me mata el Consejo, me terminara matando alguna bruja. Te dije, dame unos días para que arregle unos asuntos y el viernes te contare todo.

_ Solo prométeme que para el viernes no habrás hecho ninguna estupidez y seguirás con vida. Yo... supongo que te cubriré con los demás, como hago siempre –dijo Gabriel

_ Ya te debo muchas Gabriel –dijo Alex sonriéndole- Avísale a los demás, quiero ir a hablar con la salamandra lo antes posible.

En ese momento Gabriel también se puso en pie y decidí que ya era suficiente. Deje la bola de cristal de lado, apoyándola sobre la mesa de noche y tratando de asimilar los hechos. ¡No entendía exactamente nada! No tenia lógica que hacia unas horas Alex hubiera sido muy claro con la idea de matarme y ahora estaba cubriéndome diciéndole a los demás que yo era una humana. Y además estaba el asunto de la salamandra... Yo no conocía a ningún hada de fuego. No era posible, no tenia sentido, no...

Entonces me quede totalmente atónita al comprenderlo. Fuego. El fuego era como hipnotizante para los brujos, para mí. No tenía el mismo efecto que la luna pero aun así era parecido. Yo en ningún momento me había percatado de la presencia de la salamandra por que había estado muy a gusto estando a su lado por el fuego. Yo conocía perfectamente a la salamandra y sabía quien era ella.

_ Ay no puedo creer que todo se me pase por alto –dije totalmente pasmada y levantándome de la cama

Tome mi daga, colgándola de mi cintura y luego me puse mi capa. Necesita ir cuanto antes luego de lo que había descubierto. Me asome a la ventana, abriéndola y observando el cielo nocturno. Cato ni se daría cuenta de que había partido, tenia demasiado trabajo últimamente como para notar mi presencia. No lo dude, tenia que partir, salte por la ventana y aterrice perfectamente de pie como un gato en el suelo. ¿Dónde se suponía que debía ir ahora? Necesitaba ir al lugar a donde ellos se iban a encontrar, tenia que ver a la salamandra por mis propios ojos para creerlo y hablar con ella. Inconscientemente tome la daga de mi cinturón, sujetándola con ambas manos delante de mí mientras cerraba los ojos y me concentraba.

_ Transportāre salamandra –dije casi inconscientemente

De pronto me encontraba en medio del bosque y caí sobre una rama. Rápidamente me sujete de esta y logre sentarme en ella. Mire para abajo, estaba a una muy alta altura pero al menos podía ver lo que pasaba a mis pies sin que nadie me viera. Me acomode lo mejor que pude, sentándome tranquilamente a esperar confiando en mi corazonada de que aquí se iban a reunir. El hechizo me tenia que transportar a donde estuviera la salamandra, ella debía de andar por aquí, solo era cuestión de esperar a ver que ocurriría. Una parte de mi deseaba internamente que ella no dijera nada. Sentía perfectamente mi temperatura corporal por ser un hada de fuego y sabría que era yo, solo esperaba que ella no delatara mi presencia.

Finalmente escuche un ruido y me puse de cuclillas sobre la rama. Me aproxime lo más que pude al tronco para ocultar la mayor parte de mi cuerpo y solamente asome mis ojos para poder ver. Entonces lo recordé y casi me quede sin aire por el espanto. ¡Mi presencia! Quizás los demás no la sintieran, pero estaba segura que Alex podía sentirla ahora que yo podía sentir la suya y además la salamandra también podría sentirla.

_ Occultāre –susurre

Suspire, rezando internamente por que el hechizo funcionara y mi presencia quedara totalmente oculta. Ellos cinco aparecieron justo al pie de este árbol y el hechizo pareció funcionar ya que ninguno noto nada extraño. Ahora solamente tenia que ser lo más discreta posible, evitar que ellos notaran que estaba aquí y en eso era una experta. Sonreí ante la fácil tarea que tenia por delante.

_ Esta retrasada –dijo Raphael impacientándose

_ Se habrá ido a prender alguna flama por ahí, ya vendrá –dijo Miguel

_ ¿Están seguros de que vendrá? –dijo él

_ Siempre viene –respondió Gabriel- Me ocupe personalmente del asunto y este fue el lugar acordado. Además, esta cerca, siento su presencia. Y sino, la puedo hacer aparecer con tan solo tocar una nota.

Me asome un poco más para ver. Si, eran exactamente los cinco y casi me estremecí al ver que Gabriel portaba su flauta. ¡Por lo que más quiera que no la tocara! Aun guardaba malos recuerdos de aquella tarde y no quería tener que volver a revivir el momento. Raphael aun parecía guardar parte de su anterior furia contra Alex y se mostraba más que molesto mientras que los demás esperaban tranquilamente. Me fije en Alex, él seguía sin dejar de mirarse la mano como si esperara encontrar realmente algo anormal en ella. De pronto levanto la vista hacia arriba como si hubiera sentido algo y me sostuve lo más que pude contra el tronco del árbol. No podían verme, no por el lugar en donde estaba, pero yo si podía verlos a ellos.

_ ¿Pasa algo Alex? –pregunto Miguel

_ Nada, solamente creí haber sentido algo pero veo que me equivoque –dijo él

En ese momento una figura femenina salio del bosque y apareció en ese lugar, una figura a la que yo estaba mas que acostumbrada a ver cada día. Ella también portaba capa y tiro la capucha hacia atrás al detenerse. Aun desde el lugar en donde yo estaba, podía ver su pelo totalmente rojo resplandecer. Al menos ahora entendía por que su color siempre me había parecido inhumano, por que ella era una salamandra, un hada del fuego. ¿Y que mejor idea para ocultarse que hacerse pasar por una humana que cree en seres fantásticos? Era perfecto el disfraz, nadie sospecharía de ella.

_ Al fin te has decidido a aparecer –dijo Raphael

_ Parece que andas de mal humor esta noche. ¿Qué sucedió? ¿Pelea de equipo? –dijo Mecha

_ Ignora a Raphael, esta un poco tenso por la situación del Consejo –dijo Gabriel- Pero claro, tu la conoces perfectamente, tu padre trabaja ahí.

Mecha sonrió maliciosamente, mirando durante unos segundos a cada uno de ellos y luego se apoyo contra el tronco de un árbol. Suspiro. ¿Qué sabia ella? ¿Qué era lo que Mecha sabia de mi? Ella debía de saber que yo era una bruja, si era un hada de fuego podía sentir perfectamente mi temperatura y habría deducido lo que era yo desde los primeros días. Y aun así no había dicho nada, era extraño considerando que su papa trabajaba en el Consejo según acababa de oír. Pero ambas éramos mejores amigas, le había demostrado en más de una ocasión que yo no era mala. Ella continuó con su tranquila postura contra el árbol y finalmente se digno a responder, cerrando los ojos y sosteniendo una mano en el aire como si le pareciera que esto era una perdida de tiempo.

_ No van a encontrar a la bruja que buscan –dijo tranquilamente- Ella es muy inteligente. Logro escapar de las garras de Lucifer. ¿Y el Consejo pretende encontrarla? Si los demás brujos no la han encontrado aun, no entiendo como pueden creer que ustedes tienen posibilidades de hacerlo.

_ ¿Y que sabes al respecto? –pregunto Daniel

_ Se bastantes cosas –dijo Mecha, despreocupada- Algunas si, algunas no, se bastante que no quiero compartir con el Consejo.

_ Te recuerdo que negarse a compartir información que el Consejo considera vital es romper el segundo punto del primer grupo de reglas –dijo Daniel de un aire académico

_ Y yo te recuerdo que esas reglas solo se aplican en los ángeles –dijo Mecha- Yo no tengo por que decirte algo que no quiero y además ustedes ya la saben esa información.

Ella comenzó a chasquear los dedos al estar aburriéndose. Con cada chasquido, se prendía o se apagaba una flama sobre sus dedos. El fuego que bailaba sobre los dedos de Mecha me cautivo totalmente. Era una simple flamita y aun así era tan intenso como un incendio. Parpadee numerosas veces para salirme del encanto, lo ultimo que necesitaba en este momento era quedar atrapada en el encanto de algún elemento.

_ Si sabes alguna información importante deberías darla a conocer –dijo Raphael

_ ¿Y que? ¿Condenar a una inocente? Ni soñar, no soy así –dijo Mecha- Creo que ustedes se están desviando mucho del verdadero tema. ¿Por qué andan tan obsesionados con atrapar a aquella bruja?

_ ¡Por que hay una recompensa, un deseo! Quien la atrape puede pedir cualquier cosa y eso no es seguro –dijo Miguel ferozmente- Puede pedir tanto la eliminación del Consejo como la eliminación de los ángeles o del bien.

_ Si un brujo la atrapa, pedirá la liberación de Lucifer y tú sabes lo que eso significa –dijo Gabriel

_ ¿Saben una cosa? Realmente me dan risa, los cinco –dijo ella- Creo que la situación los esta volviendo locos. Aunque si tengo que empezar por hablar, que sea por el responsable. ¿Qué le sucede a tu mano Alexander? –dijo Mecha mirándolo de un modo desafiante

_ ¿Qué? –dijo Alex sobresaltado y al instante dejo de mirar su mano- No se a que te refieres.

_ Lo sabes perfectamente. Se puede mentir con las palabras pero no con el cuerpo. Tu pulso se detuvo por lo que dije y tu temperatura bajo. En cambio ahora, tienes el pulso acelerado y la temperatura alta. No me puedes mentir a mi –dijo ella- Quizás yo no sea la única involucrada en este asunto.

_ No se de que me estas hablando –dijo Alex

_ Esto esta resultando ser una total pérdida de tiempo –dijo Raphael dándose vuelta y partiendo- Luego avísenme si dijo algo interesante.

_ Raphael, espera –dijo Daniel siguiéndolo

Solamente quedaron Alex, Mecha, Gabriel y Miguel. Me tense, entonces Mecha si sabia que yo era una bruja y hasta parecía saber que había tocado a Alex. ¿Pero ella seria capaz de decirlo en presencia de los demás? Durante unos segundos ella y Alex se miraron fijamente a los ojos y ambos revelaban sus intenciones. Estaban grabadas claramente en los ojos de Alex las palabras “no hables” mientras que ella le sonreía juguetonamente por la situación en la que lo había metido. Durante un segundo él desvió la vista y le dirigió una rápida mirada a Gabriel quien asintió de un modo casi imperceptible.

_ Ven Miguel, acompáñame a buscar algo –dijo Gabriel pasándole una mano por el hombro a Miguel

_ Si claro Gabriel, lo que quieras –respondió él

La extrema inocencia de Miguel llegaba a darme pena. ¿No se daba cuenta de que todo era un complot de parte de Gabriel y Alex para que él pudiera hablar tranquilamente con Mecha? Pobre ángel, no se percataba de las verdaderas intenciones de sus compañeros y asentía como buen camarada que era sin preguntar.

Apenas estuvieron solos Alex le echo una rápida mirada de furia a Mecha, al parecer a él no le gustaba el hecho de mentirle a los demás pero no se podía arriesgar a que Mecha hablara en presencia de ellos. Durante unos segundos Mecha estuvo sonriendo maliciosamente, deleitándose de la situación en la que lo había metido. Me llegue a preguntar que tan mal podían llevarse ellos dos y como era posible que yo me percatara de todo esto meses después de haber llegado.

_ ¿Ahora me dirás que le sucede a tu mano? –Dijo Mecha- Pareces tener una obsesión con ella.

_ Me gusta mucho, eso es todo –respondió Alex- Además, lo que sucede con mi mano o no es asunto mío.

_ Ella te toco. ¿No es así? –dijo ella

_ No se a quien te refieres –dijo Alex tranquilamente

_ Lo sabes perfectamente, no mientas. ¡La strega, la strega! –dijo Mecha bromeando y me estremecí por como sonaba- Estuviste cerca de ella cuando no portaba guantes y te toco. ¿Cierto? Sabes, me parece raro que aun siga con vida considerando que es una bruja y la obsesión que tienes tu con deshacerte de cualquiera de ellos. Pero lo que mas me sorprende es que los demás no parecen saber nada al respecto y al parecer tú no quieres que sepan. ¿Acaso estas protegiendo a una bruja, Alexander Engel?

_ Los asuntos de brujas me conciernen en su totalidad a mi y yo me ocupo de que hacer con ellos –dijo Alex

_ ¿Es esa la excusa que te das cada noche antes de irte a dormir para no admitir la verdad? –Dijo Mecha y Alex se estremeció ligeramente- ¿Desde cuando sabes que ella es una bruja?

_ Ese asunto no te incumbe –respondió Alex seriamente y Mecha sonrió

_ ¿Desde cuando sabes? –volvió a preguntar

_ Desde hace bastante, pero eso no tiene por que importarte –dijo él

Me quede totalmente atónita al mismo tiempo que Mecha se echaba a reír. ¿Exactamente desde cuando sabía Alex que yo era una bruja? ¿Desde que me había perseguido aquella vez en la ciudad y había tirado de mi capucha hacia atrás? Y aun así, mi mente estaba invadida por otro pensamiento que aun continuaba pareciéndome ilógico. ¿Él sabia que yo era una bruja cuando me beso?

_ Realmente no lo puedo creer –dijo Mecha aun riendo- Alexander Engel ha mantenido con vida a una bruja desde hace bastante tiempo. Creí que tendría que ser yo quien interviniera cuando la descubrieras para que no quisieras matarla pero por lo que veo no hace falta mi intervención.

_ ¿Qué sucedió cuando ella me toco? –pregunto Alex

_ Eso no deberías preguntármelo a mí, deberías preguntárselo a Katherin. De hecho, todas las preguntas que tienes sobre brujos deberías hacérselas a ella y no a mi –dijo Mecha- Después de todo, ella es una bruja y al parecer tu no quieres matarla.

_ No puedes saber lo que pienso y terminare por matarla en algún momento –dijo él y Mecha se puso en pie

_ Eso no es cierto Alexander –dijo acercándose a él y pasándole un dedo por las venas del cuello, él se quedo totalmente paralizado- Tu pulso, tu temperatura, tu todo te delata. Puedo saber perfectamente en lo que estas pensando ahora por que se que temperatura exacta y velocidad de pulso implican este pensamiento que estas teniendo. No puedes evitarlo. ¿Verdad? Te es imposible no pensar en aquello.

_ Deja de jugar conmigo –dijo Alex sacándose su mano de encima

_ No estoy jugando, estoy diciendo la verdad y sabes que eso te tortura –dijo Mecha- Pero a fin y a cabo son tus problemas, no tengo por que meterme.

_ ¿Ella sabe lo que eres? –pregunto él

_ Ahora si –respondió Mecha

_ ¿Qué quieres decir con ahora? –pregunto Alex y entonces se detuvo

Lo supe al instante, él se había percatado de que yo estaba aquí. Cerré los ojos, tratando de tranquilizarme y maldiciendo internamente a Mecha. Puse una mano sobre la empuñadura de mi daga y me concentre lo suficiente. Entonces, abrí los ojos.

_ Lo siento Kat –dijo ella

Me deje caer del otro lado del árbol para que él no me viera y entonces hice un corte en el aire al mencionar el hechizo transportāre. Ya me ocuparía de arreglar las cosas con Mecha, ahora lo que importaba era volver a casa de Cato.

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