Capitulo 8: Reunión de brujos


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La canción terminó mientras seguía hablando con Nikky y antes de que pudiera darme cuenta Thomas se acerco a mí y me tomo de la mano para hacerme pasar nuevamente al escenario. Otra vez frente a todo el público sin tener la menor idea de que tendría que hacer ahora. Fui consciente de los acusadores ojos de Victoria mirándome fijamente desde el público y esperándome hasta que yo bajara del escenario para buscarme por su venganza. Nuevamente Thomas me volvió a ubicar en el centro y me sonrió de algún modo pidiéndome disculpas.

_ Lo siento brujita por hacerte intervenir de nuevo pero lo cierto es que la tentación fue demasiada –dijo él sonriendo- Simplemente te pido una cosa y te dejaremos libre. Quería que me ayudaras en la introducción de este tema.

Thomas canto a continuación la frase que quería que yo repitiera mientras el resto de la banda se quedaba en silencio. Enseguida supe el ritmo que debía seguir, una tonada simple y solo tendría que mantener la ultima nota. Luego Thomas me paso su micrófono y lo tome con ambas manos para cantar la frase. Algo simple con lo que me fue imposible no pensar en lo que había vivido cuando la cante.

“And the life starts again in this awakening”

Mantuve la última nota tal como me había pedido Thomas y entonces la banda empezó a tocar y Thomas recupero el micrófono al instante. El publico me aplaudió por mas que yo realmente no tenia idea de que hacer y solo me limite a sonreír. Mi vista se perdió entre la gente, pasando primero por el rostro de Mecha y luego yéndose a parar en la persona que estaba atrás de todo mirándome. Casi pude escuchar la voz de Nikky en mi cabeza diciendo “te lo dije”.

Enseguida baje del escenario de un salto y cruce entre la multitud. Casi al instante en que mis pies estuvieron sobre el suelo sentí como Victoria se movía para seguirme y luego se detuvo al perderme de vista. No pude evitar sonreír para mis adentros y continué con mi camino. Alcance justo a tiempo a Alex antes de que abandonara el establecimiento y él se dio vuelta al verme.

_ ¿Qué haces aquí? –pregunte

_ Por lo que tengo entendido es una fiesta pública para alumnos de la escuela –respondió él- Así que no hay ningún problema en que venga.

_ Si, pero por quien dices que eres, creí que tendrías una fiesta privada mucho mas importante a la cual asistir antes que venir acá –dije- Es mas, por la imagen que das, parece como si no te interesaran este tipo de fiestas y no te molestarías en venir.

_ Eso es cierto, tenía una fiesta privada mucho más importante a la cual asistir pero rechace la invitación –dijo él- Realmente no entiendo como la misma gente me invita todos los años sabiendo que no asistiré. Prefiero quedarme en casa la noche de Halloween en vez de ir a todas las fiestas que me invitan.

Lo mire con curiosidad. Si, parecía ese tipo de chico que estaría lleno de diferentes invitaciones para todo tipo de fiestas. Pero este juego de lo que cada uno parecía y en realidad era ya me estaba volviendo loca. Y estaba mas que claro que Alex no pensaba mostrarme su verdadera apariencia hasta que yo no le mostrara la mía. Él pareció percatarse de algo en ese momento y me miro con más detenimiento al rostro.

_ Esta vez no hay miedo en tu rostro –dijo como si fuera mas un pensamiento- ¿Acaso esta vez me mostraras a la verdadera Katherin Strega?

Sonreí sin saber exactamente que responderle y luego mire alrededor. Tuve una excelente idea al ver en una parte como Victoria y Nikky se había sumergido nuevamente en un enfrentamiento y no pude resistir la tentación que me provocaba la opción de demostrarle a Victoria que yo decía la verdad.

_ Hagamos un trato –dije- Te daré lo que quieres a cambio de que me hagas un favor.

_ ¿Y en que consistiría ese favor? –dijo Alex mirándome con absoluto detenimiento

_ Espera aquí un segundo, ya vuelvo –dije

Rápidamente fui a las mesas de la entrada en donde había unas chicas fijándose quienes entraban y salían constantemente. Pedí prestados un papel y una birome y luego volví a donde estaba Alex. Él me miro sin comprender viendo lo que llevaba y trate de no pensar en lo tonto que le parecería todo esto pero realmente deseaba ver la cara de Victoria si le conseguía esa nota.

_ Ando metida en un asunto algo complicado gracias a una amiga –le explique- Necesitaría que me llenes esta hoja y me la firmes diciendo que estoy contigo.

Él me miro aun mas confundido pero termino por aceptar y tomo el papel y la birome de mis manos. Se detuvo unos segundos antes de escribir y me miro con la pregunta grabada en sus ojos.

_ Si lo hago... ¿Dejaras esta apariencia que me muestras de lado, al menos por una noche, y me mostraras quien realmente eres? –pregunto

_ Si –respondí y asentí a la vez

Él escribió sobre el papel con una caligrafía excelente que jamás hubiera imaginado ver en un humano y luego lo firmo. Realmente jamás había visto una letra tan perfecta y delicada a la vez, excepto en algún que otro documento importante que hubiera visto en el Instituto Bella Vista. Alex me devolvió el papel y le sonreí, en parte agradeciéndole y en parte disculpándome por la molestia que le estaba causando y por lo rara que le debía de resultar la situación.

_ ¿Y ahora que? ¿La justificación de por que vas a estar ausente el resto de la noche y no podrán hacerte subir al escenario? –dijo sonriendo

_ No exactamente –dije- ¿Conoces a Victoria D´Alessandra Martinez? –pregunte y él asintió- Bueno, no me llevo muy bien con ella y digamos que ando metida en una especie de problema con ella esta noche. Creo que planea matarme.

_ No te puede matar justo esta noche que al fin conseguí lo que quería, dale fecha para otro día –dijo él y no pude evitar sonreír

_ Eso querría pero no es tan simple –dije- Con esta nota me deshago de ella en un segundo.

_ ¿Con una simple nota? Realmente tus asuntos son bastante extraños, pero supongo que podría ayudarte de algún modo –dijo Alex- ¿Dónde esta ella?

_ Ahí, discutiendo con Nikky –dije mirando en su dirección

_ Entonces espero que cumplas con tu parte del trato por lo que haré –dijo él sonriendo

Alex camino entre la multitud hacia ellas y lo seguí. Me adelante unos pasos para estar antes frente a Nikky y Victoria quien me tiro una mirada envenenada y luego de congelo al ver que Alex se paraba a mi lado. Si en algún momento había deseado tener una cámara de fotos, hubiera sido este, para poder retratar la estupefacta expresión de Victoria que no hacia mas que causar risa. Pude ver como Nikky se llevaba una mano a la boca conteniendo la risa y como Victoria tartamudeaba sin poder articular palabra alguna.

_ Aquí esta la nota, escrita y firmada –dije entregándosela y ella la tomo casi temblando

_ Espero que no cause ningún problema el hecho de que me lleve a Katherin por un rato –dijo Alex educadamente

_ No hay ningún problema, te estas llevando a mi mejor presentadora pero lograre solucionarlo –respondió Nikky y luego miro a Victoria que seguía con la misma expresión- Por cierto Victoria. ¿Qué andabas diciendo sobre que Katherin no tendría que haber subido al escenario y que cantaba muy mal?

_ ¿Qué? –Pregunto Alex- Por lo poco que llegue a ver hizo un excelente trabajo y canta muy bien.

_ No es cierto –dije

_ Realmente, cantas muy bien –me dijo y luego miro a Victoria- ¿Ella esta bien?

No hubo ninguna reacción de parte de Victoria, parecía paralizada desde el mismo momento en que Alex había aparecido a mi lado y por lo que se veía pasaría mucho tiempo hasta que ella volviera a reaccionar. Nikky suspiro frustrada, negando con la cabeza la actitud de Victoria y luego nos sonrió.

_ Se pondrá bien en algún momento –dijo

_ Bueno, entonces parto –dijo Alex y me miro- Y tú aun me debes algo Katherin.

Él se dio vuelta y se alejo unos pasos. Nikky me sonrió una última vez, teniendo más que grabada en su expresión la frase “te lo dije” mientras que Victoria seguía congelada aun portando la nota que le había dado en mano. Me di vuelta y luego lo seguí a Alex hasta estar fuera del establecimiento ya habiendo tenido mi venganza con Victoria. Con suerte, esto duraría un largo tiempo. En el exterior casi no había nadie y camine con Alex por la plaza central mientras trataba de encontrar el modo de a la vez cumplir con el trato y no darle más razones para que sospeche de mí.

_ ¿Me responderás todo lo que te pregunte? –dijo él mirándome con curiosidad

_ Eso no formaba parte del trato, yo acorde a mostrarte quien era realmente y a dejar esta apariencia que, según tu le muestro a los demás, pero que no es la verdadera –respondí y luego le sonreí- Aunque para tu suerte, ser sincera forma parte de mi verdadera personalidad.

_ ¿Y entonces por que ocultas tu verdadera personalidad? –pregunto él

_ No oculto mi verdadera personalidad, o al menos no lo hago conscientemente –admití mirando al suelo y suspire tristemente- Lo cierto es que tu tienes razón, vivo con miedo temiendo lo que podría pasarme y supongo que es por eso que no puedo ser realmente yo misma.

_ Ya te dije que no tienes de que temer, no te pasara nada –dijo Alex por lo bajo

_ Es que lamentablemente no puedo creerte, tarde o temprano me pasara lo que tiene que pasarme. Es por eso que me mude aquí, a un pueblo que casi nadie conoce, es para que no me encuentren –continué

Internamente me estremecí, acababa de confesarle a Alex quizás más de lo que debía pero era lindo poder decirle todo lo que me guardaba a alguien. Aun así, la tristeza ante el recuerdo no tardo en invadirme, yo era muy consciente de lo que podría pasar si me encontraban y no deseaba volver a estar encerrada. Nuevamente a esa celda, esposada a la pared, sufriendo heridas y maltratos cada día y noche sin cesar. Apreté los dientes en un intento por no llorar y continué caminando.

_ ¿Y de quien es que escapas? –pregunto Alex

_ En gran parte de mi ex-novio. Yo lo amaba pero él cambio de la noche a la mañana y se volvió malo. Hasta llego a pegarme –dije por lo bajo y luego sonreí tristemente- Pero soy fuerte, le gane al escapar de él y estar fuera de su alcance. Pero el problema es que ahora anda buscándome y no se detendrá hasta encontrarme.

_ Entonces viniste aquí solo para escaparte de un ex-novio malvado –dijo Alex tranquilamente- Apuesto a que se habrá enfurecido terriblemente cuando le cortaste.

Lo mire atónita sin comprender como es que había hecho para llegar tan rápido a esa conclusión.

_ ¿Cómo es que... –comencé a decir, perpleja y luego me detuve cuando él me sonrió

_ Puedo ver fácilmente como es la gente en realidad, es por eso que estaba tan interesado en saber quien eras realmente por que la apariencia que muestras no encaja con tu vida. La chica que muestras que eres no parece la chica capaz de haber abandonado un colegio de tan alto privilegio y haber dejado todo atrás como si nada. Ahora que por fin me muestras quien eres y me estas hablando logro comprenderte un poco –dijo Alex- Pero realmente no puedo dejar de preguntarme que ocultas Katherin.

_ Supongo que cada uno lleva su secreto –dije recobrando mi animo y mirándolo- Yo deje todo atrás como tu dices. Mi familia, mis amigos, mi novio, mi colegio, todo y vine a vivir aquí con Cato. Pero lo cierto es que, fue lo mejor que pude haber hecho. Yo tenia hecha una imagen única de lo que era mi vida, la veía perfecta y como si esta no pudiera mejorar, luego me di cuenta del verdadero problema en el que me había metido y logre escapar justo a tiempo –le explique y lo mire con curiosidad- ¿Alguna vez te ha pasado de hacerte una imagen incorrecta respecto a algo?

_ Supongo que si –respondió Alex- Yo tenia armada una imagen bastante espectacular respecto a una sociedad y luego me di cuenta de lo que realmente eran y ahora los aborrezco.

_ ¿Y tu historia cual es? –Pregunte- Digo, por que tu tampoco eres lo que aparentas.

_ Supongo que no debe ser muy diferente a la tuya. Deje todo atrás, familia, amigos, colegio, todo lo que tenía y tuve que venir a vivir aquí con Gabriel, Raphael, Miguel y Daniel –dijo él y luego suspiro- Creo que no somos tan diferentes como creí en un principio.

_ Realmente debemos de ser dos personas muy desafortunadas para ser tan jóvenes y que nuestra vida ya sea semejante embrollo –dije bromeando y logra sacarle una sonrisa

_ Si, pero dudo que tu hayas terminado aquí por las mismas circunstancias que yo –respondió Alex- Aun así, es bueno que alguien me comprenda en parte.

_ ¿Y los demás tienen historias similares? –pregunte

_ Todos dejamos atrás todo al mudarnos aquí, pero no puedo mentir, tenemos una forma de vida excelente y no la cambiaria por nada por más que extraño mucho mi vida anterior –contesto él

_ No entiendo como cinco adolescentes pueden convivir solos en una casa sin armar un desastre –dije y él rió

_ Alguien se tiene que ocupar de poner el orden y mantener todo controlado –dijo él- Y por más raro que sea, yo soy el menor de los cinco y soy el líder. Pero lo cierto es que no me gusta mucho ese término y tampoco me gusta el puesto que tengo, no soy ese tipo de persona a la que le encanta andar dando órdenes y mantener todo bajo su control.

_ Me gustaría ver como es que mantienes el orden –dije casi riendo- ¿Por qué viniste esta noche? –pregunte

_ Esta mañana, cuando nos cruzamos en la escuela, parecías diferente –dijo él, vacilando- Estabas como feliz, pero realmente feliz y sin ningún atisbo de temor ni nada en el rostro. Tenía la esperanza de que si te encontraba esta noche consiguiera lo que quería y por lo que veo no me equivoque.

_ ¿Te sientes mejor ahora o sigues con el dolor de cabeza de esta mañana? –pregunte

_ Sigo igual, pero se me pasara en cuestión de horas –respondió Alex- Es solo el día.

Continuamos caminando en silencio por la plaza, Alex a un lado mío con la mirada baja y las manos el los bolsillos. Por primera vez me fije en como estaba vestido esta noche, sin ningún disfraz ni nada, simplemente unos jeans, una remera y una chaqueta marrón. Me costaba creer que solamente hubiera venido para buscarme a mí. Varias veces lo mire de soslayo, preguntándome que era lo que él ocultaba pero sin encontrar respuesta alguna.

Levante la vista al cielo, mirando a la gran luna llena que había y sin poder evitar sonreír ante el efecto que esto causaba en mí. Alex levanto apenas la cabeza, sorprendido al verme. Pero ni siquiera tuve tiempo de preocuparme por ello por que un ruidito agudo me distrajo. Lo pude identificar perfectamente, era un llanto, o más bien alguien estaba llorando y estaba conteniendo cualquier sonido que pudiera delatarlo. Mire a mí alrededor, sin ver nada más que el camino empedrado por el que estábamos andando, la plaza y los árboles de alrededor. Nuevamente escuche el mismo ruido y me di cuenta de que venia de detrás de uno de los árboles. Casi corriendo me acerque a él, rodeando el gran tronco que tenia y deteniéndome al encontrar a Camille. Ella estaba llorando, con las piernas dobladas y la cabeza apoyada sobre las rodillas mientras rodeaba con los brazos sus piernas. Sentí a Alex pararse detrás de mí y no pude evitar agacharme y acercarme más a la niña. Ella levanto su cabeza y me miro, alterada por un segundo pero luego se tranquilizo. Ahora que la veía mejor, realmente me daba pena esta chiquilla, con su cabello corto y lacio que no le llegaba a los hombros y sus ojos grises totalmente empapados de lágrimas al igual que sus mejillas. Camille era realmente hermosa, más hermosa de lo que podría llegar a ser una niña de su edad y no dejaba de mirarme.

_ ¿Por qué lloras? –pregunte y ella negó con la cabeza y se cubrió los ojos- Camille –susurre

Ella volvió a negar con la cabeza, apoyándola sobre sus rodillas. Me acerque más a ella, poniéndole una mano debajo del mentón y levantándole el rostro para que pudiera verla. Camille me miro totalmente aterrada por un segundo y luego la curiosidad invadió su rostro mientras seguía llorando.

_ Por favor, no llores –dije limpiándole las lagrimas de las mejillas- No tienes por que hacerlo.

Ella continuó negando con la cabeza y luego levanto apenas la cabeza para mirar a Alex. Los ojos totalmente atemorizados de la chiquilla lo miraron durante unos segundos y luego Camille volvió a ocultar su rostro. Me acerque mas a ella y me detuve ante la presencia que sentí. Entonces me percate de algo, Camille era una bruja, podía sentir perfectamente su presencia y mucho mas en Halloween cuando esta se incrementaba. Y estaba segura de que ella también sentía la mía, era imposible de ocultar en este día. Ella levanto nuevamente el rostro y me fije mejor en sus ojos, en sus pupilas totalmente dilatadas como las de un gato y en las lágrimas falsas que caían por su mejilla.

_ ¿Fue Victoria quien te hizo llorar? –pregunte y ella asintió- No tienes que hacerle caso, sino dile que la hechizare –dije sonriéndole

Era una suerte estar portando un disfraz de bruja, podría decir cualquier cosa y Alex se lo tomaría como broma por más que Camille sabría que decía una verdad. Ella me sonrió al escuchar esas palabras, limpiándose las lagrimas con las manos. ¿O debería decir agua normal? Ya que eso era realmente. Luego Camille se acerco más a mí, sin dejar de sonreírme y miro a Alex.

_ Él me da miedo –dijo y apenas si logre oírla

_ ¿Él? –pregunte girando apenas el rostro para ver a Alex y luego lo volví hacia Camille- No es una mala persona –dije y ella se acerco mas a mi, pegando sus labios a mi oído

_ No puede saber lo que somos –susurro y se alejo rápidamente de mí

_ Solamente es muy supersticioso pero no tienes de que preocuparte –le respondí a Camille

El miedo cruzo su rostro cuando miro a Alex nuevamente. Suspire y me puse en pie, tendiéndole una mano y ayudándola a levantarse. Una vez que estuvo en pie, ella me miro con plena incertidumbre. La pequeña bruja que tenia aquí delante apenas si me llegaba al pecho en altura, estaba segura de que tenia menos años de los que decía. Y ahora que me fijaba mejor, Camille realmente tenía la apariencia de toda bruja. Hermosa, con las facciones del cuerpo finas y delicadas, sus ojos, con las pupilas totalmente dilatadas en este caso. Me concentre en solo mirarle los ojos, y sonreí al no encontrar oscuridad en ellos. Entonces no era una servidora de Lucifer.

_ Deberías volver a la fiesta –le dije sonriendo- La pasaras muy bien y andaban buscando una persona para que me reemplazara.

_ Pero Victoria... –comenzó a decir Camille nuevamente al borde del llanto

_ Si Victoria te dice algo, dile que no tiene los requisitos suficientes para hablarte –dije y mi sonrisa solo se ensancho- Ella sabrá a que te refieres y si te pregunta quien te lo dijo, dile que fui yo.

_ Pero te meteré a ti en problemas –dijo Camille casi en un susurro

_ No me meterás en ningún problema en el que ya no este metida, es Victoria, puedo controlarla –respondí- Ahora ve y diviértete. Es Halloween, estoy segura de que no quieres desaprovechar el resto de la noche aquí llorando. Busca a Nikky y dile que yo te mande como mi reemplazante, la pasaras muy bien arriba del escenario como presentadora.

_ Pero el chico ese pidió a una chica linda como presentadora, por eso te hizo subir a ti. Yo no soy linda –dijo Camille tímidamente

_ Tu eres mas linda de lo que crees –dije acomodándole un mechón de cabello detrás de su oreja- Hagamos algo, tu ve y diviértete el resto de la noche, no permitiré que la pases aquí llorando. Y luego, si quieres, puedes buscarme al día siguiente si quieres hablar.

Camille asintió obedientemente y luego se puso de puntillas para colgarse de mi cuello y abrazarme durante unos segundos. Luego se separo, sonriéndome tímidamente y echándole una ultima mirada aterrorizada a Alex. Luego la chiquilla partió casi corriendo de nuevo a la fiesta. La mire durante unos segundos, dudando si ella vendría a buscarme luego o no, y dándome vuelta para continuar caminando con Alex.

_ Sabes, cuando uno esta llorando normalmente quiere estar solo y no que la gente venga a tratar de consolarlo y molestarlo –dijo Alex

_ La gente no tiene por que estar triste, la vida pasa muy rápidamente y puede cambiar y terminar de un momento al otro, no podemos pasarla llorando y lamentándonos –dije por lo bajo y suspire- Al menos yo creo eso, por que si te detienes y te entristeces por todo lo que te anda pasando, eso no te permite avanzar y seguir adelante. No puedo ver a los demás tristes, y mucho menos a causa de alguien como Victoria.

_Realmente no te llevas muy bien con ella –dijo él- Por cierto. ¿Qué era eso de los requisitos? –pregunto Alex y reí por lo bajo

_ Cuando me hablaste por primera vez estando en el pasillo –le dije- Al parecer todo el colegio se entero de ello y vino Victoria a decirme que por eso cumplía con los requisitos para ser su amiga. Pero ella es malvada, no se quien se cree, pero trato mal a mis amigas y entonces yo le dije que lo sentía pero que ella no cumplía con los requisitos para ser mi amiga. Y desde entonces quedo así, Victoria no cumple los requisitos para nada. Y por eso no me llevo muy bien con ella, por que me negué a ser su amiga.

Alex no pudo evitar reír y continuamos caminando hasta haber cruzado toda la plaza y detenernos. No podía evitar preguntarme cuanto tiempo habría pasado ya, cuanto tiempo faltaría para medianoche y cuanto quedaría de este día. Pero lo cierto es que seguía hiperactiva y con los sentidos totalmente alertas mientras que Alex parecía cansado y con muestras de que no se sentía para nada bien, como si estuviera débil o algo así. No creía que los dolores de cabeza duraran tanto en los humanos pero lo cierto era que yo no sabía mucho al respecto.

_ Realmente las mujeres hacen que todo parezca una complicación gigante, ni que fuera mas allá de un simple “no” tu problema con Victoria –dijo él

_ Si te contara todo lo que he vivido este último año te juro que seria algo mucho más que complicado –dije y él rió como si fuera una broma

_ Tú no tienes idea de lo que es una vida complicada –dijo Alex- Yo a los trece años ya estaba viviendo aquí, solo, con los demás.

_ A los trece años fue cuando todos mis problemas comenzaron –le dije recordando que había sido en ese entonces cuando Diana había conocido a Nicholas- Y a los catorce entre al Instituto Bella Vista.

_ ¿Y como es que conseguiste entrar? –pregunto él

_ Se entra por invitación y esa invitación solo te la pueden dar las personas calificadas –dije- Eso puede ser desde un profesor hasta un estudiante con alto rango y en el cuadro de honor.

_ ¿Y a ti quien te dio la invitación? –continuo Alex

_ Un estudiante –respondí

_ Y ahí empieza la historia de tu vida –dijo él- Conociste a un chico, te enamoraste de él, lograste entrar al Bella Vista con la invitación que él te dio y años después aquí estas hablando conmigo al respecto. Y me estoy olvidando de tus conflictos con tu hermana, ella seguramente habrá enloquecido de celos cuando tu lograste entrar al Bella Vista.

_ De hecho, ella entro antes que yo –le corregí sonriéndole- Mi hermana fue quien lo conoció primero y quien empezó a salir con él. Fue en cuestión de días que ella lograra entrar al Bella Vista por que él la invito y entonces se fue. Al año ella volvió para las fiestas junto con él y ahí es donde, según tu, empieza la historia de mi vida.

_ Me cuesta imaginarme que hayas sido tu quien le robo el novio a tu hermana –dijo Alex- ¿Acaso eres mala debajo de esa apariencia que muestras? –bromeo y reí dulcemente

_ Supongo que me considero como una bruja buena, no me gusta hacer mal –admití y él sonrió

_ Te queda bien ese disfraz, lastima que sea de bruja –dijo él por lo bajo

_ Lastima que seas tan supersticioso –conteste y él hizo una mueca- Sabes, hay muchas cosas que los supersticiosos creen que no son ciertas.

_ Pues entonces enséñame, después de todo tu eres la experta –dijo Alex y luego suspiro, mirándome de soslayo- Tenias razón.

_ ¿En que? –pregunte

_ El otro día, cuando dijiste que las otras marcas en las fotografías podían ser una escritura antigua –respondió él aun mirándome de soslayo, como si no quisiera creerlo- Estuve haciendo mis averiguaciones por mi parte y resulto que si eran una escritura pero no sé leerla. ¿Tú sabes? –pregunto

_ No –mentí

_ ¿Y entonces, si no sabes leerla, como es que sabias que era una escritura? –inquirió él

Durante unos segundos me quede totalmente helada y entonces lo comprendí. Siempre que él me miraba de soslayo, que se negaba a mirarme al rostro, era por que sospechaba algo y no me creía. Alex desconfiaba de mí y para mi mala suerte él era más inteligente de lo que yo había creído. ¡Pues claro! ¿Cómo reconocer algo que nunca habías visto como una escritura a menos que estuvieras mintiendo y además supieras leerla? Ahora no sabia que responder. Estaba segura de que él no me creería si le mentía tal como no me había creído antes, solamente lograría aumentar sus sospechas sobre mí. Y si le respondía con la verdad, que sabia leerla, no habría explicación lógica para un humano que darle. Estaba atrapada de ambas formas. ¿Qué se suponía que iba a decirle ahora? “Si, sé leer esa escritura pero se supone que no debo decírtelo por que soy una bruja y tu no debes saberlo” Y justamente él, que era supersticioso, que para mi creía en este tipo de cosas por mas que no lo demostrara y que si se enteraba que yo era una bruja seguramente cambiaria totalmente de actitud con respecto a mi.

_ Katherin... –dijo él, dudando

Listo. Si no respondía pronto sabría que estaba mintiéndole. De pronto alguien se echo sobre mí, riendo y sorprendiéndome a la vez de quien era. Gabriel continuó riendo, aun manteniéndose apoyado sobre mi espalda y luego se separo. Lo mire más que confundida sin lograr entender nada al respecto. ¿Acaso ahora él también iba a notar mi existencia? Nunca antes había ni siquiera escuchado una palabra de parte de Gabriel y ahora él aparecía así, apoyándose sobre mi espalda y riendo ante mi reacción como si me conociera de toda la vida. Al menos había bastado para sacarme del problema con Alex. Pero aun así, había algo en Gabriel que hacia que un frío me recorriera la parte baja de la espalda. La primera vez que lo había visto en el tren, él me había seguido junto con Raphael con quien sabe que intenciones. Y luego, en la clase de biología el primer día, él había hecho tiempo para poder escuchar mi conversación con el profesor y luego había intentado tocarme.

_ Sabes, me siento muy solo con Miguel en México –dijo Gabriel

¡México! Ahora que lo pensaba mejor, no había visto a Miguel en todo el día en la escuela, si él estaba ahora en México seguramente habría partido ayer. De hecho, al único que había visto en la escuela en todo el día, de los cinco, había sido a Alex. Me fije en Gabriel, tampoco portaba algún disfraz ni nada, iba vestido muy normal con unos pantalones negros y una chaqueta. Llevaba el cabello negro peinado, totalmente contrario al de Alex que era rubio y siempre despeinado, dejando totalmente libres sus grandes ojos celestes que me miraban con extrema curiosidad. Pero había algo en su rostro... parecía en el mismo estado que Alex, débil. Pero ahora que los tenía a los dos frente a mí, bajo la luz de la luna llena y tan cerca los podía observar mejor. ¡Vaya, realmente eran demasiado guapos considerando que eran humanos! Antes solo hubiera aceptado una belleza así de parte de algún brujo o vampiro, pero ellos no se comparaban a ningún ser que hubiera conocido antes.

_ Los demás se fueron a pasar Halloween en sus respectivas ciudades con sus familias –me explico Alex

_ ¿Y ustedes dos por que se quedaron? –pregunte

_ No podemos dejar la casa totalmente sola –respondió Gabriel y luego me miro con interés- Tú eres Katherin. ¿No?

_ Así es –respondí

_ Soy Gabriel Luteri –dijo, tomando mi mano y besándola por más que estuviera enguantada- Compartimos algunas clases.

Si antes me había sentido totalmente confundida, ahora más. Gabriel, que nunca me había dirigido ni siquiera una mirada luego del primer día de escuela, ahora me estaba tratando tan amigablemente. Claro que sabía que compartíamos algunas clases, de eso estaba consciente perfectamente, pero la clase en donde más notaba su presencia era en biología donde siempre era el primero en entregar y respondía siempre correctamente.

_ Si, lo sé –me limite a decir

_ También se podría decir que eres mi competencia en biología, realmente eres muy inteligente –dijo Gabriel

_ Eso es por que asistía al Instituto Bella Vista, escuela de gran privilegio y prestigio –dijo Alex

_ Aun así tú sigues entregando primero y siempre tienes todo correcto –dije y él me miro pensativo durante unos segundos

_ Te he visto en clase –admitió- terminas solo segundos después que yo pero guardas tu hoja hasta que el profesor las reclama –dijo y luego me sonrió ante mi expresión- Tranquila, no le diré a nadie.

_ Gracias. Lo ultimo que quiero es a mas gente encima mío interrogándome respecto a por que cambie de escuela y todo eso, ya bastante tengo con algunos profesores –dije sonriéndole

_ Te entiendo. Detesto cuando las personas se meten en la vida personal de uno. Es decir, son tus decisiones, la gente no tiene por que interrogarte al respecto –dijo Gabriel

Lo mire sorprendida. Es decir, los demás me llenaban de preguntas cuando sabían que venia del Instituto Bella Vista y que lo había abandonado para mudarme aquí. Mientras que ellos dos, nada, se limitaban a decir que era mi vida personal y no tenia por que responderles.

_ Gabriel, tu por que estas siempre ocupado, pero sal alguna vez y veras que la gente te atormenta con cientos de preguntas –dijo Alex poniendo los ojos en blanco

_ Prefiero quedarme en casa. Creo que ni aunque me hubieran pagado hubiera ido hoy hasta esa fiesta en New York. Y si tú hubieras ido, solo habría ido para acompañarte por que realmente me aburro en esas fiestas –contesto Gabriel

_ ¿Tenían una fiesta en New York? –pregunte casi atónita y ambos asintieron

_ ¿Alguna vez has ido a una fiesta en esa ciudad? –pregunto Alex

_ He ido a fiestas en todo el mundo –admití sonriendo, por no decir también tiempo

_ Entones sabrás lo insoportables que estas resultan a veces –dijo Gabriel

_ Hasta la peor fiesta se puede soportar estando en buena compañía –respondí

_ En eso estamos de acuerdo –dijo Alex, sonriéndome

_ Aun así hasta New York para una cena llena de gente rica que no les importa nada más que ellos –murmuro Gabriel- Quedarse aquí resulta mucho mas divertido. Además, es Halloween.

Casi como si esas palabras causaran algo en él, Gabriel se tambaleo y se llevo una mano a la cabeza. Alex lo agarro por atrás para sujetarlo y le susurro unas palabras al oído que no llegue a oír. Gabriel asintió, cerrando los ojos y poniéndose en pie nuevamente. Dude de su estabilidad durante unos segundos, preguntándome que era lo que acababa de pasar y sin comprender nada.

_ Disculpa –dijo Gabriel mirándome- Creo que lo que comí anoche no me cayo muy bien.

_ Eso te sucede por dejar que fuera Daniel quien se ocupara de la comida –dijo Alex y Gabriel hizo una mueca

_ Si tú hubieras estado en vez de pasar toda la noche en el techo... –comenzó a decir Gabriel

No oí el resto de sus palabras, algo atrajo más mi atención. Instintivamente me puse alerta, quedándome paralizada en el lugar y agudizando mis oídos. Podía sentir perfectamente la presencia de un brujo cerca y los ojos de este clavados en mí. Por unos segundos me pregunte si seria de nuevo Camille, pero rápidamente deje esa idea de lado. La presencia de Camille era mas delicada, suave, ideal para como era ella pero no pasaba desapercibida ante mí. En cambio esta presencia la había sentido antes, estaba segura, la sentía totalmente firme y sabía de donde provenía. Fuera quien fuera, estaba alejado varios metros detrás de mí seguramente en mitad de la plaza.

_ ¿Quién es él? –pregunto Gabriel mirando por encima de mi hombro

Casi me estremecí y junte todas mis fuerzas, rezando internamente por que no fuera ningún servidor de Lucifer que me hubiera reconocido. O aun peor, que fuera Nicholas y que me hubiera encontrado finalmente. Eso último me aterro totalmente y me concentre en mi mente. No, si fuera él ya estaría metido en mi cabeza husmeando y torturándome. Además, la presencia de Nicholas resultaba fuerte y esta solo era firme. Deje mis miedos de lado y gire apenas la cabeza para poder ver. Por un segundo creí que estaba alucinando con quien veía, que todo esto no era mas que un truco o alguna ilusión causada por el don de Diana ya que ella seria la única en saber que hacerme ver para que cediera, pero no era así, era real. No pude evitar sonreír y me volví nuevamente a Alex y Gabriel para despedirme.

_ Es un amigo –dije aun sonriendo

_ Entonces supongo que aquí nos despedimos –dijo Gabriel

_ Te veré después, aun no has cumplido totalmente con tu parte del trato –dijo Alex devolviéndome la sonrisa

Me despedí de ellos sonriéndoles una última vez y luego me di vuelta. Corrí prácticamente hasta encontrarme con Derek y entonces salte, abrazándolo y colgándome de su cuello. Él me estrecho fuertemente contra él, levantándome del suelo y sosteniéndome así durante unos segundos. Cuanto lo había extrañado todo este tiempo y cuanto lo necesitaba. Me separe de él solo para comprobar que era real y no una ilusión, pero definitivamente era él. Solo Derek era capaz de llevar de algún modo el cabello peinado y despeinado a la vez. Le sonreí y nuevamente lo abrace.

_ Cuanto te extrañe brujita –dijo estrechándome más contra él y luego finalmente me bajo

_ Yo te extrañe mucho más –dije

Me fije en él, en que estaba mas bronceado debido a su estancia en Miami y que aun conservaba puestas unas gafas oscuras. El sonrió en modo de disculpa al ver en lo que me estaba fijando y se las saco, doblándolas y guardándolas en un bolsillo. Lo conocía desde hacia años y aun así sus ojos casi celestes siempre causaban la misma tranquilidad en mi como si no estuviera acostumbrada a verlos.

_ Te advertí que te esperaba una sorpresa, no habrás creído que permitiría que pasaras la noche de brujos sola. ¿Verdad? –dijo él sonriéndome y haciendo aparecer una rosa de la nada

Su magia podría haberse hecho pasar como cualquier truco que podría hacer un humano solo que este si era real. Además, la oscuridad de la noche nos cubría y estábamos solos en medio de la plaza bajo un gran árbol que había. Tome la flor y aspire su embriagador aroma sin poder ocultar mi gran felicidad por verlo

_ No creí que te referirías a esto –admití

_ Una bruja no puede pasar Halloween sin estar en compañía de otro brujo –susurro él aun sonriendo y luego se fijo en Alex y Gabriel que seguían hablando en la calle- Espero no haber interrumpido algo.

_ Para nada, tu sabes que tienes prioridad sobre la mayoría de los casos –respondí y ambos reímos

_ El único caso en el que no me atenderías seria que te estuvieras besando con alguien a quien realmente deseas y todo el mundo sabe eso –dijo él aun riendo

Me ruborice durante un segundo, dejando de reír pero no de sonreír. Derek era como un hermano para mí, podía hablar de cualquier cosa con él sin que eso me importara y él siempre me escuchaba y comprendía.

_ ¿Quiénes son ellos? –pregunto Derek

_ Creo que son dos amigos, no se bien –admití con una mueca sin saber con que termino referirme a Gabriel y Alex

_ Pues parece que llamas mucho la atención del rubio –dijo él

_ ¿Enserio? –pregunte totalmente incrédula y Derek asintió disimuladamente- Igual no es de mi tipo. Es humano y supersticioso.

_ Pero dejando eso de lado sabes que te encanta –dijo Derek y rápidamente le pegue un codazo a lo que él respondió riéndose- Esta bien, esta bien, igual no fue para molestarte que vine. Dime, ¿Ya has comido?

_ No –respondí y entonces él sonrió

_Entonces estamos de suerte y la noche aun es joven –dijo él

Tomo mi mano muy delicadamente y la dio vuelta a tiempo que sacaba un lápiz de su bolsillo. Rápidamente supe de que se trataba y él dibujo con el lápiz sobre mi piel. Mire con curiosidad las líneas una vez que el termino y leí la palabra casi al instante.

_ Rapĭdus –murmure fijándome en la escritura y él asintió

_ ¿Quieres correr tan rápido como un vampiro luego de tomar sangre humana? –Pregunte él, bromeando- ¿Verdad que uno ni los ve cuando corren luego de eso?

Derek me tendió una mano que enseguida tome y leí las palabras en sus labios por más que no las dijo. “Solo corre, no vaciles”. Asentí apenas de modo que solamente él lo supo y entonces apretó más su mano entorno a la mía. Estábamos en un área publica, y por mas que la plaza estuviera casi vacía y que nadie se fijara en nosotros, solo era cuestión de un abrir y cerrar de ojos para que desapareciéramos en el momento indicado y nadie lo notara. Si enserio este hechizo te hacia correr tan rápido como un vampiro, era cuestión de un segundo para estar totalmente alejados de aquí. Me pregunte si él se habría hecho el hechizo antes y había sido eso lo que le había permitido llegar hasta aquí tan rápido. Seguramente.

Él hizo la señal, un doble parpadeo que había sido nuestra señal desde que nos habíamos conocido hacia años. Respondí del mismo modo para confirmarle y lo seguí cuando corrió. Sentí el aire fuertemente contra mi rostro y entrecerré los ojos para poder ver. Pero en menos de un segundo ya habíamos atravesado todo el centro y nos encontramos en medio del bosque. Derek se detuvo abruptamente de modo que casi choque contra él. Fue cuestión de segundos para que recuperara nuevamente el sentido de la orientación y me fijara en donde estábamos. Reconocí casi al instante la zona del bosque por la que había andado por el principio del día estando hiperactiva y sin nada que hacer. Camine inconscientemente unos pasos hasta que salimos del bosque y estuvimos en el pequeño claro por donde pasaba un arroyo.

_ Admito que extraño estar en casa para celebrar la noche de brujos pero aquí podemos ser nosotros mismos –dijo Derek

_ ¿Y que tienes planeado para celebrarlo? –pregunte

Él me sonrió, chasqueando los dedos y haciendo que apareciera una canasta llena de comida en su mano. No pude hacer más que sonreír y ambos nos sentamos en la hierba a un borde del arroyo. Derek abrió la canasta, colocando primero una servilleta en el suelo para cubrirlo y empezando a sacar la comida.

_ ¿Tienes tu daga? –pregunto él

_ No –respondí y él me miro perplejo- Entiéndelo Derek, supuestamente soy una humana mas, no puedo andar por ahí llevando una daga encima.

_ Aun así, no puedes andar siempre desprotegida y andar ocultándote. Katherin, yo te conozco, tienes miedo. Le temes a Nicholas, a Diana, a cualquiera que sea servidor de Lucifer y no puedes seguir el resto de tu vida con miedo por que eso es lo que ellos quieren que hagas. Que el miedo te invada hasta que finalmente no lo soportes más y termines por ceder –dijo Derek mirándome- Por favor, hagas lo que hagas, no te dejes caer.

_ Derek, prefiero morir antes que permitir que ellos me atrapen –dije tristemente- Ahora, si no te importa, preferiría no hablar del tema.

_ Lo siento, es solo que me preocupas mucho –dijo él mirando al suelo- No puedo dormir sabiendo que tu estas separada de mi y que te persiguen.

_ Pero no puedes hacer nada, ya has hecho demasiado –murmure- No puedes quedarte cerca de mi por que correrás peligro.

_ De un modo u otro ya estoy en peligro –dijo él sonriendo tristemente- Cuando se den cuenta de que Lucas era un señuelo y que no era realmente tu, a la primera persona que buscaran será a mi. No puedo estar cerca de ti sin ayudarlos a ellos.

_ Escucha –dije tomando su rostro entre mis manos- No importa cuantos kilómetros nos separen, tu siempre estarás cerca de mi.

Él me sonrió, abrazándome fuertemente contra su pecho y hundiendo su rostro en mi cabello. Desde que me había reencontrado con Derek, luego de huir del Instituto y haberme despertado, jamás habíamos tenido un tiempo tranquilo ya que había tenido que hacer mi rápido escape. Pero ahora estábamos a salvo y podía pensar con claridad. Entre al Instituto Bella Vista cuando tenía catorce años y desde entonces no lo había vuelto a ver. Lo abrace mas fuerte deseando que nunca mas se alejara de mi y pensando en como es que él había hecho para perdonarme tan fácilmente.

_ Debí haberte hecho caso cuando me advertiste de que no fuera a ese Instituto en vez de pelearme contigo –dije

_ El amor vuelve estúpida a la gente, no puedo culparte de nada –dijo él aferrándose mas a mi- ¿Lo extrañas?

_ Demasiado –admití tristemente y trate de contener las lagrimas que implicaban su recuerdo- Me destroza ver en lo que se ha convertido.

_ Tranquila, si él enserio te amaba tanto como demostraba estoy seguro de que no será capaz de hacerte daño –dijo Derek- Nicholas ahora actúa así por que perdió su libertad y es Lucifer quien lo controla. Él es muy inteligente, si encontró el modo de burlar las reglas de Lucifer una vez encontrara el modo de hacerlo dos veces.

_ Ojala tengas razón –murmure

_ La única que realmente me preocupa es Diana –dijo él y me puse totalmente tensa- Ella hará cualquier cosa con tal de cumplir con las ordenes de su Señor.

_ Si se acerca a mi no le tendré piedad –dije furiosa

_ Es tu hermana.

_ Y aun así quiere verme muerta al igual que yo a ella. Excepto la sangre, no nos une nada y si no fuera por mis padres ella me hubiera matado hace años –masculle

_ Lo que me preocupa es que si ella se te acerca lo suficiente para poder poner en acción su don, tu estarás en un problema muy grave –dijo Derek

_ Es mi hermana, conozco su presencia a la perfección y cuando la sienta cerca mío empezare a dudar de todo mi entorno. Sus ilusiones no me engañan tan fácilmente, tendrá que esforzarse si espera que caiga –dije y me separe de él- La presencia de Diana me resulta inconfundible.

_ Entonces solo espero que tengas el suficiente tiempo para huir una vez que hayas sentido su presencia –dijo él

_ Lo tendré y si se acerca mucho, solo basta con que la toque para tener la oportunidad de huir –conteste y él suspiro

_ Entonces aun no controlas tu don –murmuro Derek

_ No es tan fácil. Tu sabes que cada don es único e irrepetible, no es que haya alguien capaz de decirme como controlarlo –dije molesta- Mi tacto con la gente sigue incontrolado y cada vez que toco a alguien le hago revivir su peor recuerdo. Por suerte no he tocado a nadie excepto a dos brujos una vez. Esa faceta de mi don es terrible, los toque el tiempo suficiente para que cayeran inconscientes al suelo.

_ Al menos eso te sirve cuando tienes que enfrentarte a alguien –dijo Derek

_ Aun así. No sé como hacer para controlarlo y hacer que funcione al contrario. Y con los objetos me sucede otra cosa, puedo ver lo que paso pero tengo que concentrarme en un momento determinado y luego quedo exhausta –dije

_ Creo que con eso te puedo ayudar pero primero me gustaría comer –dijo él sonriendo y asentí

_ ¿Y que es lo que ha traído hoy para comer señor? –pregunte recuperando nuevamente mi animo

_ He traído mi especial pero primero debo prepararlo –dijo él

Enseguida Derek saco de la canasta todo lo que necesitaba y puso sus manos a la obra. Abrió el pan, introdució el queso, puso aceitunas, sal y por ultimo aceite de oliva. Casi reí al recordar nuestro famoso sándwich de queso. Hacia varios años, una vez que estábamos los dos solos en su casa, nos moríamos de hambre y no había nada que comer por lo que tuvimos que improvisar con la poca comida que había. Nuestro experimento había resultado más que delicioso y así había quedado desde entonces.

_ Estaría mejor si tostáramos el pan y derritiéramos el queso –dijo él entregándome un sándwich- ¿Sabes algún hechizo de fuego?

_ Tostāre –dije sonriendo y enseguida el pan tomo color fundiendo el queso- Supongo que deberé agradecer el hecho de que el Instituto no ofrecía buena comida y por lo tanto la mayoría del tiempo terminábamos haciéndola nosotros mismos.

Le di el sándwich tostado a Derek y enseguida tome el otro para hacer lo mismo. Mordí mi deliciosa comida, degustándome de cada mordisco y saboreándola todo lo que pude. Supe que a Derek también le gustaba por el sonido de gusto que hizo mientras comía. En este momento llegaba a olvidar todo, como si nunca hubiera pasado nada y esta no fuera nada más que otra noche que pasaba en compañía de él.

_ Deberé aprender ese hechizo por que realmente esto esta delicioso –dijo él

_ Se toma un buen tiempo aprender a tostarlo justo pero estoy segura de que podrás perfectamente –dije

Él se detuvo dos segundos para tomar de la canasta dos copas y luego una botella. Lleno ambas con un líquido rosado, casi negro y de un embriagador aroma. Tome la mía delicadamente y disfrute de su suave aroma. Ambos levantamos la vista al cielo, mirando fijamente la luna llena que reinaba desde este y quedando totalmente bajo su poder.

_ ¿Un brindis? –propuso él levantando su copa

_ Por nosotros –dije chocando mi copa con la de él

_ Por nuestra noche –dijo Derek y ambos tomamos de nuestras copas- Sabes, es curioso, en Halloween nuestros poderes y dones se intensifican totalmente. Puedo sentir cada cosa y cada persona que están en este pueblo.

El don de Derek resultaba muy útil en la mayoría de los casos. Él era un rastreador, era capaz de decirte donde estaba cualquier persona u objeto que buscaras que estuviera al alcance de su don. Razón por la cual él nunca perdía nada y podía encontrarme en cuestión de segundos.

_ ¿Y que sientes ahora? –pregunte

_ Siento todas las presencias de nuestro alrededor, cada humano y cada animal, todo. Realmente mi don esta intensificado al extremo ahora. Te puedo decir que en este pueblo hay exactamente un vampiro, una salamandra y dos brujas incluyéndote a ti –dijo él

Lo mire sorprendida. El vampiro ya lo sabia, era Constantine. Las dos brujas éramos Camille y yo. Pero la salamandra realmente no tenía la menor idea. Me resultaba extraño jamás haber sentido la presencia de un hada del fuego en este lugar. Pero existían hechizos capaces de ocultar tu presencia, quizás este hada le hubiera pedido algún favor a un brujo y por eso no podía sentirla. O simplemente jamás me había cruzado con ella y por eso ignoraba su existencia.

_ Ellos deben tener sus poderes igual de intensificados que nosotros –murmure

_ Si, pero no tanto. El nivel que adquieren los poderes de los brujos en esta noche es increíblemente alto y poderoso. Ellos también tendrán su poder intensificado pero no tanto –respondió Derek- Es increíble como esta noche nos afecta y además hay luna llena.

_ No podría ser mas perfecta –dije echándome sobre la hierba y mirando al cielo- ¿Cómo crees que la este pasando Lucas?

_ La ultima vez que le hable estaba en Paris –dijo Derek echándose a mi lado- Conociéndolo la debe estar pasando genial. Para casi todos los seres sobrenaturales la noche de Halloween es la mejor.

_ ¿Casi todos? –pregunte y él sonrió divertidamente

_ Para los seres de luz este es el peor día del año –respondió y entonces rió- Se ponen muy débiles y apenas si pueden mantenerse en pie, todo lo contrario a lo que nos sucede a nosotros que nos ponemos hiperactivos y no podemos estar quietos.

Me congele totalmente ante sus palabras. Alex me había parecido débil todo el día y a Gabriel le había costado mantenerse en pie en la plaza. Resultaba ser mucha coincidencia por más que ellos hubieran dicho que se debía a lo que habían comido el día anterior. Pero eso no tenía lógica, en el caso de que fueran ángeles ya hubieran sentido mi presencia y hubieran intentado de matarme como habían hecho los anteriores.

_ ¿Sientes la presencia de algún ser de luz en este pueblo? –pregunte

_ No hay nada mas de lo que te dije, el resto son todos humanos –respondió Derek, suspire de alivio

_ Gracias, por un segundo creí que también tendría ángeles detrás de mi –admití pero él no hizo pregunta al respecto

_ Este día ellos se ven debilitados, sus poderes y habilidades disminuyen totalmente y no pueden hacer nada. No tienes que preocuparte por seres de luz.

_ Ellos matan a cualquier brujo que vean –dije- Aun si nosotros no le servimos a Lucifer, ellos nos matarían igual si llegáramos a cruzarlos en nuestros caminos.

_ Los ángeles no suelen tratan con brujos y nosotros somos el peor peligro que ellos pudieran cruzarse –dijo Derek- Ellos no son inmunes a nuestros hechizos, nuestras armas les causan heridas mortales con el mas leve corte y además no saben mucho sobre nosotros. La única ventaja que tienen es el factor sorpresa ya que su presencia pasa inadvertida para la mayoría de los brujos. Pero para eso me tienes a mí, puedo sentir perfectamente a cualquier ángel que este en la distancia que cubre mi don. Además, según me dijiste, basta con que toques a tu oponente para dejarlo fuera de combate.

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