Capitulo 29: Dolores y penas


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Una lágrima solitaria rodó por mi mejilla al ver nuevamente el reflejo en el espejo. Me estremecí nuevamente, aun teniendo los ojos llorosos y aquella mueca de dolor en mi rostro. Hice el cuello de la camisa a un lado para ver el horrible corte que ahora me atravesaba la piel desde debajo de mi oreja izquierda hasta mi pecho. Mi cuello había quedado totalmente destrozado por aquello. Una y otra vez mis dedos recorrieron aquella herida, causando que mas lagrimas por dolor cayeran por mis mejillas.

El sol ya se había ocultado totalmente, una oscuridad apenas iluminada por la luz de la luna dominaba mi habitación. Mire mi rostro lleno de terror en el espejo. Nuevamente el miedo había sido gravado en mí mediante el dolor. Tome el paño humedecido y nuevamente lo pase por la herida una y otra vez, solamente causando que se llenara más de sangre. Seguí conteniendo las lágrimas por más que estas amenazaban a cada instante con vencerme. Debía ser fuerte, no me pondría a llorar. Pero aquella herida no hacia mas que causarme dolor. No debería haber provocado a Christ tan descaradamente y de ese modo. No me tendría que haber reído, simplemente incentivándolo más a herirme.

Baje mi vista un segundo solo para volver a dejar el paño ahora rosado a causa de mi sangre y cuando me volví a fijar mi reflejo ya no era el mismo. Gemí al encontrarme con la glacial y furiosa mirada de Kate desde el otro lado del espejo. Ella, también con el corte en el cuello, me miraba con un odio casi visible. Instintivamente retrocedí un paso, totalmente aterrada antes de recordarme a mi misma que no me podía pasar nada. Y aun así, el miedo estaba ahí y parecía no querer abandonarme. Kate se cruzo de brazos y continuó mirándome seriamente, con el ceño fruncido. La sangre huyo de mi rostro al saber que yo no la había invocado, que ella había aparecido por su cuenta ahí. Algo me decía que aquello no estaba bien, nunca antes había pasado.

_ Vete –susurre

_ Buenas noches Katherin. ¿Te gusta el nuevo corte que tenemos? –dijo ella, bajando el cuello de su camisa para dejarlo totalmente al descubierto- ¡Es todo gracias a ese maldito! ¿Acaso no te das cuenta de que ya no le importas al estúpido ángel? Y aquí estamos nuevamente, arriesgando nuestra vida por un imbécil que ya se olvido totalmente de ti.

_ Cállate –dije tapándome los oídos y negando con la cabeza pero ella continuo hablando

_ ¡Esta herida la tenemos gracias a él! Se merece cualquier sufrimiento y tortura luego de lo que nos hizo –dijo ella

_ No –dije

_ Acéptalo Katherin, él solamente provoco dolor en ti. ¿Realmente no merece lo mismo? ¿No crees que merezca sufrir lo mismo que a ti te hizo? ¡Mira lo que nos paso por defenderlo! No me importan cuantos planes tengas armados en esa cabecilla tuya detrás de toda esta farsa, no triunfaras mientras Christ siga teniendo poder sobre ti mediante a su hermano. ¡Ni siquiera tendríamos por que estar aquí! –Exclamo ella furiosa- ¡Si el tonto se busco este destino ahora que lo aguante! No hubiera provocado a la mano izquierda de Lucifer y listo.

_ Son mis decisiones, tu no tienes control sobre mi –dije

_ No –dijo ella y sonrió- Pero pronto lo tendré. Tu fuerza se esta debilitando Katherin, pronto ya no podrás tenerme atrapada por mucho mas. Y cuando yo finalmente sea la que tiene el poder haré que te vayas de aquí ya mismo.

_ Estás loca si crees que no podré mantenerte controlada durante los siguientes días –dije y sonreí

_ ¿Enserio? –dijo ella

Kate se acerco y apoyo su mano contra el cristal. El vidrio tembló ligeramente, revelando lo frágil que era en aquel momento y me estremecí de la cabeza a los pies. Ella sonrió maliciosamente y lo golpeo con un puño, solo demostrando aun mas lo fina que se había vuelto la barrera que la mantenía apresada. La desesperación junto con el pánico me invadió, ella no podía ser libre y tomar el control. ¡Todo esto era culpa de Christ! Si él no me influyera a creer que teníamos algo similar y que pensaba del mismo modo malvado que él, esto definitivamente no estaría pasando. Cuanto mas mis deseos impulsados por el odio me dominasen, más fina seria aquella línea que me separaba de la bruja oscura que había dentro de mí.

_ Solo cuestión de días Kat –dijo ella- Sigue odiando a Diana, sigue dejando que una parte de ti crea que Alexander merece sufrir y entonces yo quedare libre.

_ ¡No! –exclame

Me abalance sobre el espejo y lo golpee fuertemente, hiriéndome la mano. Pero Kate ya no estaba ahí, nuevamente estaba mi reflejo. Mi desesperado y aterrado reflejo. Las lágrimas de impotencia cayeron sin control alguno por mis mejillas. Christ me estaba venciendo en todo sentido y solo era cuestión de tiempo para que diera su tiro de gracia y terminara por ganarme totalmente. No estuve segura de cuanto tiempo más lograría resistir aquí. Él ya había encontrado el modo de que yo compartiera mis conocimientos con él. Él ya había encontrado el modo de fortalecer a la bruja oscura dentro de mí y debilitar mi control sobre ella. Él pronto encontraría el modo de que terminara bajo su poder...

Un golpe de puerta me trajo de nuevo a la realidad. Levante la cabeza, aun con las lágrimas rodando por mis mejillas, mientras alguien seguía llamando de una manera furiosa a la puerta. Ni tuve tiempo de responder, Nicholas abrió la puerta y entro mas que furioso sin esperar invitación alguna. Evite su furiosa mirada y agradecí a la débil oscuridad para que ocultara mi rostro. Me limpie las lágrimas rápidamente, aun evitando su mirada. No era difícil imaginar por que estaba aquí, no me sorprendía.

_ ¡Te ha golpeado! –exclamo él y evite totalmente su mirada

_ Nicholas, no importa –dije

_ ¿Cómo te atreves a decir que no importa? ¡Te ha golpeado y herido! ¡En menos de una hora ha vuelto a grabar aquel miedo en tu rostro! –Dijo Nicholas- Dime donde esta ahora, lo matare.

_ No puedes matarlo –dije y reí tontamente- Nadie puede matarlo.

_ No me importa si puedo o no, no dejare que esto continúe así –dijo él- No pienso morir sin al menos haber tenido el placer de golpearlo.

_ Nicholas, déjalo –dije- No fue nada.

_ ¡Te ha golpeado, te ha herido y encima se ha atrevido a disfrutarlo! ¿Cómo pretendes que lo deje de lado tan fácilmente? –Continuó él totalmente furioso- ¡Y tú no haces nada más que dejarlo pasar como si no fuera nada!

_ Ya déjalo –dije seriamente

Lo mire directo a los ojos y entonces fue él quien evito mi mirada. Resoplo frustrado, cruzándose de brazos y tratando de apaciguar la gran furia que lo dominaba en ese momento. Sentí que mis piernas no lograrían mantenerme en pie por mucho más tiempo. Camine con un mínimo de fuerzas hasta mi cama y me senté en la mitad de ella, cruzándome de piernas y mirando a Nicholas. Tome el gran libro negro que tenía a un lado y lo abrace fuertemente contra mí como si pudiera encontrar consuelo en él.

_ Confía en mi –susurre- Tengo todo bajo control.

_ Aquello no es cierto –dijo él

Por favor, tan solo confía en mí –dije- Por más que no parezca, tengo todo bajo control.

Gatita, el tiempo se nos esta acabando y aun no sabes ni como harás para encontrar al ángel –dijo Nicholas

Algo se me ocurrirá, estoy segura –dije y él suspiro

_ Definitivamente, a veces no te entiendo –dijo Nicholas

_ ¿Por qué no es seguro hablar en voz alta? –dije

_ El don de Damon es poder saber cualquier cosa que pase en un radio de quinientos metros a su alrededor. Luego, él puede reproducir aquel hecho como si de un video se tratase y mostrárselo a quien desee –dijo Nicholas- Ahora estamos a salvo, Damon no se encuentra lo suficientemente cerca como para captarnos.

_ Supongo que eso no cambia mucho la situación –dije y suspire

_ ¿Por qué respondiste a ese examen correctamente? –Dijo Nicholas, tratando de controlar la furia que nuevamente lo invadía- ¡Por que lo has hecho!

_ No tenía otra opción –dije

_ ¡Era de lo único que te tenias que ocupar! ¡Que Christ no conociera tu don y se lo has dicho perfectamente gracias a ese examen! –Exclamo él- ¿Acaso no te das cuenta de lo que estas haciendo? Al no responder mas que con la verdad en esos exámenes le estas haciendo saber todo de ti.

_ No debo sacar bajas calificaciones –susurre atemorizada- No debo hacerlo si no quiero que algo terrible pase.

_ ¡Katherin estoy hablando de ti! Al responder correctamente a esos exámenes solo le estas permitiendo a Christ encontrar el modo de vencerte. Le estas facilitando aun mas su trabajo –dijo él- ¡Ponte a pensar por un segundo en lo que haces!

_ ¡Es que no puedo! –exclame y nuevamente había lagrimas en mis ojos- ¡No puedo evitarlo!

_ ¡Claro que puedes! Esta en ti responder a esos exámenes correctamente o no, nadie te esta obligando –dijo Nicholas

_ ¡Es que no entiendes! –dije, ya sintiendo las lagrimas correr por mis mejillas- Si respondo incorrectamente... Si saco bajas calificaciones...

_ ¡Katherin no puedes permitir que esto siga así y tampoco puedes permitir que él siga teniendo poder sobre ti! –Exclamo Nicholas molesto- Deja de darle la información que pide.

_ No puedo –repetí

_ ¡Katherin por el diablo! Al principio no había problema alguno en que sacaras malas calificaciones. ¿Por qué ahora te niegas a hacerlo? ¡Estas ayudando a ese maldito en lo suyo! –continuo él totalmente furioso- ¡Deja de ser tan terca y reacciona!

_ ¡Eres tu él que es terco y no me escucha! –grite totalmente molesta y luego me calme, causando que la desesperación me invadiera de vuelta y mi voz apenas si fuera un susurro- Por cada mala calificación que saque, Christ torturara a Alex. No puedo, no puedo dejar que eso pase. Necesito sacar buenas notas para que él no le haga daño. No puedo sacar malas calificaciones, no quiero que Alex sufra.

Nicholas no respondió al instante, podía ver en su mirada que se debatía entre que decir. No me sorprendió, él seguramente no comprendía el temor que yo sentía por lo que pudiera pasarle a un ángel. Después de todo, Nicholas era un brujo. Nuevamente me volví a limpiar las lágrimas y abrace mas fuertemente el libro como si así pudiera evitar que volvieran a aparecer.

_ No quiero que nada le pase –repetí en un susurro

_ Katherin... –dijo Nicholas

_ ¿Por qué me hace esto? ¿Por qué Christ me extorsiona de este modo? –Dije y levante la vista para mirarlo con unos ojos llorosos- ¿Por qué se aprovecha de mis sentimientos solo para causarme más dolor? Te juro que trato de entenderlo pero no le encuentro sentido alguno. ¿Por qué él odia tanto a su hermano?

_ Por que siempre fue así desde que esta aquí –dijo él

_ No lo entiendo –repetí y Nicholas suspiro, apoyándose contra la pared

_ No recuerdo muy bien que paso aquel día que fui tras él, el maldito se ocupo de hacerme olvidar gran parte de lo sucedido –dijo Nicholas- No recuerdo ni siquiera a su hermano, como ya habrás visto. Fue de lo único que él se ocupo de que olvidara y nunca mas pudiera recordar, su hermano. Y aquella noche, cuando yo reaccione y te vi junto con un ángel, lo ultimo que se me ocurrió pensar fue que él era el hermano de Christ. Yo lo creía muerto. Yo había estado en su juicio, había visto como Christ había convencido a los funcionarios de la cámara alta y como al muchacho le habían arrancado las alas. Salí detrás de Christ, persiguiéndolo y encarándolo a la salida del edificio del Consejo. Discutí con él pero al final tan solo conseguí una paliza y olvidar totalmente el hecho de que él alguna vez había tenido un hermano. Ahora tan solo lo sé por que he visto los pensamientos de Christ y aun así me sigue resultando imposible de creer que ese ángel sea su hermano.

_ Pero lo es –susurre- Y Christ desea matarlo. ¿Por qué?

_ Por ira, por soberbia –dijo Nicholas y me miro a los ojos- Por envidia. Yo le abrí los ojos a ese muchacho cuando aun había tiempo pero para Christ ya no había. Él era un fiel servidor del Consejo, totalmente seducido por las leyes. ¿Tienes idea de lo que fue para él conocer la realidad? Las leyes y aquella organización lo eran todo para él. Ahora imagínate lo que fue para él saber que sus padres prácticamente habían fundado una organización que iba totalmente en contra de las leyes que él tanto idolatraba. Su hermano no lo tomo de ese modo sino que todo lo contrario. Odio al Consejo y a todas sus leyes.

_ Antes de ir tras de ti Christ y Alex discutieron –susurre y Nicholas asintió con pesar- Gracias a ti, Alex ya no confiaba mas en el Consejo y eso a Christ lo disgusto terriblemente.

_ Así es –dijo Nicholas- Y el odio hacia su hermano solo aumento al ver que él se negaba a seguir cualquier ley básica del Consejo como ayudarlo y venir tras de mi también. En vez de eso, Alexander se limito a quedarse en su casa e ignorar cualquier indicación que le hubiera dado su hermano, hasta le dijo que él no volvería por ir tras de mi. Debí haber previsto el cambio que sucedió en Christ desde el momento en que su hermano se opuso al Consejo y lo presente ante el director. Él no creía en nada más que esa organización y sus leyes. El deber lo cegó totalmente de modo que olvido cualquier sentimiento que hubiera tenido por su hermano y lo empezó a odiar por estar en contra de lo que él tanto respetaba. Tendría que haberlo previsto, tendría que haber matado a Christ cuando lo atrape en vez de traerlo aquí. Pero fui un tonto, no lo vi venir. No me di cuenta del odio que crecía en ese ángel y para cuando me di cuenta ya era demasiado tarde. Intente con todos mis métodos para hacer que Lucifer cobrara su alma de una vez y lo matase, pero Él parecía dispuesto a examinar más a fondo aquel ángel. Después de todo, supuestamente era el mejor de esta generación. Le dije que lo matase, que le arrebatase su alma, que todo aquello no era más que puras mentiras pero el demonio se seguía negando a hacerlo de inmediato. Fue entonces cuando no pude evitarlo y me burle, preguntando sarcásticamente si acaso tenía en mente ofrecerle el trato a ese ángel de darle poderes a cambio de su alma. En ese momento no me di cuenta de lo que en realidad acababa de hacer y cuando Christ dijo que aceptaba no pude hacer nada más. Cerraron el trato. Él le juro lealtad y le dijo que su alma le pertenecería eternamente, a cambio Lucifer le dio poderes. Al instante en que estrecho la mano del diablo, cerrando finalmente el trato y recibiendo sus poderes supe que no estaba bien. Al instante la parte maldita que acababa de obtener lo ataco y no hizo mas que provocarle dolor hasta dejarlo inconsciente. Aproveche ese mismo instante para hacerle olvidar todo lo referido a los ángeles, para que su mente fuera igual de ignorante que la de un brujo normal. Hasta hoy en día, Christ no ha logrado recordar nada de lo que borre de su memoria aquel día. Si le preguntas cual es el punto débil de un ángel o cualquier cosa que solo un ángel podría saber, él no tendrá idea de que responderte.

_ Aun así eso no cambia el hecho de que eres responsable de él –dije- Te guste o no has ayudado a crear este mal que ahora trata de salirse con la suya. ¿No ves la gravedad del conflicto? Si Christ consigue hacer lo que desea, la guerra entre la luz y la oscuridad será declarada y será terrible.

_ Lo sé y lo lamento –dijo Nicholas bajando la vista- Pero temo que el poco tiempo que me queda no es suficiente para que lo detenga. Seria demasiado bueno para mi poder estar vivo el suficiente tiempo como para asegurarme de que será derrotado pero sé que no tendré tanta suerte. Yo estaba consciente de lo que había hecho, hasta lo intente matar. Pero no pude. Trate de aprovechar ese momento en que él luchaba por que la parte maldita que acababa de aceptar no lo matase para poder destruirlo pero la suerte no estuvo de mi lado. No solo tomo el control sobre su parte maldita sino que también evito que lo matara y me ataco. Casi me mata pero me dejo con vida. Todo esto que ahora esta pasando no son más que años de planeación. Claro, él no tenia en cuenta el hecho de que su hermano hubiera sobrevivido. Aquello tan solo pareció intensificar el odio que ya le tenía. A él no le gusta no salirse con la suya, no le gusta fallar en algo. Ahora imagínate que el ángel estuvo viviendo todos estos años sin problema alguno y Christ se entero luego de que su hermano lo había burlado totalmente y no había muerto. Y por lo que he visto en su mente últimamente, al parecer su hermano consigue todo lo que él no puede y eso solamente aumenta más su odio. Por cada cosa que Christ averigua respecto a su hermano, solamente lo odia más.

_ Lo envidia –susurre al comprenderlo- Por eso lo quiere matar, por que no soporta que alguien sea mejor que él en algo. Y Alex... Él realmente lo quería a Christ y le dolió mucho el hecho de que desapareciera, por eso no se dio cuenta de la realidad.

_ Yo intente advertirle –dijo Nicholas, dejándome sin palabras- Yo fui quien dejo las cosas de Christ a su alcance sabiendo que haría mejor uso de aquella espada y también le advertí.

_ Otro ángel caído mas... –dije al recordarlo- Aquel fue el mensaje que le dejaste, vi ese recuerdo. Pero aquello ni bien podía significar también que Christ había caído de haber muerto y no de haberle jurado lealtad a Lucifer.

_ Por eso Christ se ocupo de que me olvidara totalmente de que alguna vez tuvo un hermano, por que yo intente advertirle –dijo Nicholas- Y aun ahora, me sigue pareciendo imposible. Por más que lo intente realmente no puedo creer que ese ángel sea su hermano. A veces me pregunto realmente hasta que punto fue una coincidencia que tú terminaras con él.

_ No fueron más que manipulaciones de Christ –dije y baje la vista- Lamentablemente, yo existo gracias a él.

_ Aquello no es cierto –dijo Nicholas y lo mire sorprendida, él me sonrió- He revisado su mente al derecho y al revés. Él no te mintió, fue un brujo el que se ocupo de juntar a tus padres. Pero él no fue ese brujo. Tan solo te dijo aquello para jugar contigo y su don no hizo más que favorecerle. Ya te lo he dicho, cualquier palabra que oigas de él te resultara totalmente creíble por más imposible que sea. Eso es lo que él hace, usar las palabras para manipular a los demás. Ya es muy tarde, debería irme.

_ ¿Es aquella la verdadera razón o es que mi alma ya te tienta demasiado? –pregunte y él se detuvo en seco

_ Katherin.... –dijo él

_ Zachary me dijo que es por eso que te mantienes alejado de nosotros –dije y lo mire- Por que nuestras almas te tientan cada vez mas y tu control se debilita. Nicholas por favor, no quiero que mueras.

_ No hay otra salida que este dispuesto a tomar –dijo él evitando mi mirada

_ ¿Al menos no me permitirás abrazarte una última vez? –pregunte totalmente dolida y él suspiro negando con la cabeza

_ Yo también lo deseo pero llegadas a estas alturas, si te acercas demasiado a mí tu alma me tentara mucho y lo último que quiero es hacerte daño –dijo Nicholas- Será mejor que me vaya.

_ Al menos dime cuanto tiempo te queda –pedí en un susurro

_ No creo sobrevivir los próximos tres días –dijo

Aquello realmente me pego duro. Me lleve una mano al pecho y gemí de dolor ante la terrible realidad. Él continuo evitando mi mirada y partió, dejándome totalmente sola y dolida. No, no podían quedarle solamente tres días como máximo. Trataba más que nada de no creer aquello. Me acurruque sobre la cama, abrazando más fuertemente el libro y combatiendo contra el dolor que amenazaba con vencerme. No quería perder a Nicholas, realmente no quería hacerlo. Y tampoco deseaba que pasara sabiendo que yo era responsable de aquello. Si no fuera por mi, él jamás hubiera decidido vivir sin alma alguna. Las lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro y abrace mas fuertemente el libro buscando algún consuelo.

No llores por mí –dijo él

¿Cómo pretendes que no lo haga cuando en parte lo que te sucede es culpa mía? Si nunca me hubieras conocido, si nunca me hubiera cruzado en tu vida, estoy segura de que el presente no seria este –dije

Conocerte fue quizás lo mejor que me sucedió en la vida y nada de esto es culpa tuya. Ahora deja de sufrir por mí –dijo él- Y prométeme que no lloraras más por mi causa. Prométeme que no lloraras por mi muerte.

No cuentes con ello –dije y lo oí suspirar

Lamento no haber podido ser lo que deseabas Katherin –dijo él

Desee más que nada poder tenerlo frente a mí y abrazarlo fuertemente, hundir mi rostro en su pecho y tratar de calmarme con el sonido de su acompasada respiración. Pero todo aquello era imposible. Clave mi vista en el cielo nocturno totalmente estrellado a través del ventanal y rápidamente me perdí en la luna creciente. El sueño comenzaba a pesarme, el agotamiento físico luego de todos los golpes que había recibido se hacia presente mas que nunca. Las lagrimas cesaron, o simplemente ya no había mas lagrima que pudiera soltar. Abrí el libro que sostenía aun conservando la tristeza en mi garganta. Una débil sonrisa se dibujo en mi rostro al abrirlo en la pagina marcada y ver aquella pluma perfectamente blanca. La tome y la abrace contra mí, recordando como se sentía acariciar aquella suave ala recubierta de plumas.

Poco a poco el sueño me fue venciendo y finalmente cerré los ojos, cayendo totalmente en la inconsciencia. Todo era negro a mí alrededor, no había más que oscuridad y yo me paseaba por ella sin rumbo alguno. Pero al instante aquella nada aparente se vio reemplazada. Todo a mí alrededor había imágenes de mis recuerdos más dolorosos. Caí totalmente destrozada al suelo al ver nuevamente como me peleaba con Alex. Él me miraba furioso, casi con odio y desprecio, me decía que maldecía el día en que me había conocido y no deseaba volver a verme nunca más. Me lleve ambas manos al rostro, aun estando tirada en el suelo y me eche a llorar. Las lágrimas continuaron cayendo mientras seguía escuchando sus dolorosas acusaciones, sus dolorosas palabras.

Quise levantar la vista y atreverme a mirarlo desde el suelo mientras lloraba. Gritarle que yo no lo había engañado con otro hombre y que jamás había sido mi intención mentirle y ocultarle cosas. Deseaba más que nada decirle todo lo que en aquel momento no había podido, decirle que él era la persona que yo amaba y continuaba haciendo por más dolor que aquello me provocase. Pero ni siquiera a eso me atreví. No soportaba la idea de levantar la vista y encontrarme con sus hostiles ojos. Y aun así, sabía que internamente moría por la más mínima demostración de afecto de parte de él por más que fuera tan solo una farsa por simple lastima.

_ ¿A esto te has rebajado? –dijo ella

Mire debajo de mí a Kate quien desde el otro lado del cristal me miraba con seriedad. Golpee el cristal con fuerza, lo ultimo que deseaba era su compañía. Ella rió simplemente antes de esfumarse de debajo de mi. Continué en el suelo, con la mirada baja, llorando y viendo como mis lágrimas caían al negro suelo. Escuche los pasos acercándose a mi y vi la mano que apareció tendida delante. Levante apenas la vista y apreté los dientes al encontrarme con la mirada de Christ.

_ Acéptala –dijo él

_ Nunca –dije

Con desprecio golpee su mano alejándola totalmente de mí. No necesitaba de su ayuda para volverme a levantar. No era precisamente su mano la que necesitaba. Con gran esfuerzo me puse en pie a pesar del terrible dolor y la tristeza. Él me miro completamente molesto al ver que había despreciado su oferta pero aun así no me importo. Yo no quería su mano, no quería su ayuda, no quería nada de él. Él volvió a tender su mano delante de mí para que la tomara.

_ Acéptala –repitió

_ Por nada del mundo –dije

_ Entonces no tienes idea de lo que acabas de decidir –dijo Christ

Él me golpeo, tirándome al piso nuevamente. Me pateo en medio del vientre, haciéndome rodar por el frío suelo y haciéndome escupir sangre. El dolor por sus golpes no tardo en invadirme y comencé a estremecerme por el frío mortal que sentía. Él se acerco nuevamente hasta estar a mi lado y se agacho. Me tomo por mi ropa y tiro de mí hasta levantarme por la fuerza, no causándome nada más que dolor. Me obligo a mirarle a los ojos por más que yo me rehusaba y entonces el terror me invadió cuando me fije en sus ojos color miel.

_ ¿Qué harás? –pregunte temblorosa y él sonrió maliciosamente

_ Has rechazado mi mano –dijo él y me tiro fuertemente contra el suelo, causándome mas dolor- Has rechazado cualquier oferta que te he hecho y cualquier ayuda que te he propuesto. Yo he sido amable contigo y tú no has hecho nada más que negarte a todo lo que te ofrecía.

_ Si aquello es amabilidad no quiero ni pensar como debe ser tu odio –dije riendo tristemente y él nuevamente me pateo

_ Tranquila, ya lo conocerás –dijo él, tomándome otra vez por mis prendas y levantándome contra mi voluntad- Pero tu ya has tomado tu decisión y yo la mía, ahora solo esperan las consecuencias.

_ Entonces tan solo dime que es lo que tendré que pagar y déjame en paz –dije entre dientes y él rió

_ Es que no serás tu la que pagaras por tus actos gatita –dijo él- Será Alexander. Lo torturare tanto como me sea posible física y mentalmente. Lo haré desear estar muerto antes que continuar con vida.

_ ¡No! –exclame en un grito desesperado

_ Ya has tomado tu decisión gatita, ahora acepta las consecuencias –dijo él

Me desperté gritando, totalmente aterrada y desesperada. Mire para todos lados con terror, buscando el más mínimo indicio de Christ y sin encontrar nada. Respire hondamente y trate de calmarme. Solo un sueño, solo un sueño me repetí una y otra vez. Un mal sueño, una pesadilla. Y aun así el dolor estaba presente. Me lleve una mano a los labios y me quede helada al ver la sangre en mis dedos. No había sido un sueño, había sido real. Mis manos comenzaron a temblar delante de mí, aquello solo significaba una cosa.

_ Alex... –susurre totalmente dolida

Las lágrimas por la impotencia y la desesperación comenzaron a caer por mis mejillas. No, no podía ser que ahora gracias a mi él sufriría. ¡Maldito Christ! Me levante aun temblando y tome su pluma, guardándola en mi chaqueta. Salí de mi habitación dispuesta a tranquilizarme pero el desierto y helado pasillo solo aumento mis dolorosos sentimientos. Camine sin rumbo fijo, deseando no volver a dormirme sabiendo que entonces volvería a ver a Christ y seria aun peor. El destrozo me dominaba, necesitaba deshacerme de este dolor antes de que fuera demasiado tarde.

Mis pies se movieron totalmente inconscientes por el pasillo y me detuve al ver una figura al final. El brujo se acerco corriendo hasta estar frente a mí al ver mi estado pero yo seguía temblando y llorando mientras el dolor y la desesperación me dominaban. Zachary me tomo por los hombros y me sacudió para hacerme reaccionar pero cualquier intento fue en vano. Ahora, gracias a mi, Alex sufriría. La culpa no dejaba de pesarme, me odie y me maldije cientos de veces. Zachary grito. Levante mi vista apenas mirándolo, todo me resultaba totalmente ajeno.

_ ¡Katherin! –repitió

No dije palabra alguna, no respondí ni hice señal de que lo hubiera escuchado. Lo abrace fuertemente y hundí mi rostro en su pecho mientras continuaba llorando. Él se quedo totalmente duro pero no me importo. Sabía que si no fuera por él, en cualquier segundo caería hecha trizas al suelo. Lo abrace fuertemente y hundí mas mi rostro mientras mi llanto solo se intensificaba. En algún momento, contra cualquier naturaleza suya, Zachary pasó sus brazos a mí alrededor y me estrecho contra él mientras continuaba llorando.

En algún momento, en aquel estado totalmente destrozado en el que me encontraba, termine con Zachary en su habitación. Mis brazos continuaban alrededor de él, mi rostro hundido en su cuello mientras continuaba llorando como si mis lágrimas fuesen interminables. Realmente no quería creer lo que estaba pasando, me odiaba a mi misma por saber lo que había provocado. ¿Y ahora que? Si algo llegaba a sucederle a Alex sabría que había sido por mi culpa. ¿Cómo se lo explicaría a los demás? Me odiarían aun mas de lo que seguramente ya lo hacían, hasta yo misma me odiaba en este momento.

_ ¿Dejaras de llorar alguna vez? –pregunto Zachary sin ocultar su tono de molestia

_ Sufrirá –dije aun con las lagrimas corriendo por mi rostro y sin atreverme a mirarlo- Christ lo torturara aun mas y todo por mi culpa. ¡No es justo! Yo no quiero que sufra, no quiero que salga dañado, no quiero que nada le pase.

_ Te juro que si me explicaras todo sería mucho más fácil comprender y no estaría sin entender nada como ahora –dijo Zachary

Lo solté y me forcé a tragar las lágrimas junto con el dolor. Me limpie los ojos con el dorso de mi mano pero por mas que me deshice de las lagrimas, el dolor permaneció intacto. Cualquier cosa que ahora le sucediera a Alex a partir de esta noche, seria totalmente por mi culpa. Mire a Zachary totalmente destrozada, él todo este tiempo había tenido razón. Yo jamás había olvidado a Alex.

_ Alexander Engel es el ángel del cual yo me enamore alguna vez –dije sintiendo como mi corazón temblaba ante cada palabra- Y también el hermano menor de Christ.

_ ¿Qué demonios? –dijo Zachary y asentí a mi pesar

_ Yo me enamore... del hermano de la mano izquierda de Lucifer –dije- Y Christ solamente lo odia, lo desea ver muerto mas que nada. Y ahora... gracias a mi... Christ solamente lo torturara mas y le hará mas daño, lo hará sufrir hasta morir.

_ Entonces después de todo yo tenia razón –dijo Zachary tranquilamente- Nunca superaste tu ultima relación.

_ No –dije y lo volví a abrazar, buscando algún consuelo en aquello- Yo lo amaba, realmente lo amaba mas que nada y me dolió mucho pelearme con él.

_ Lo engañaste con otro hombre –dijo Zachary y me quede atónita

_ No sé como demonios lo habrás sabido pero aquello no es cierto –dije- ¡Yo no lo engañe con otro hombre! ¡Lo amaba demasiado como para engañarlo con otro hombre! Para mi no existía nadie más que él.

_ ¿Y entonces que fue lo que realmente paso? –pregunto él y me estremecí ligeramente

_ Christ me beso –dije- Yo salí en una misión tras él, lo perseguí por Sydney y entonces todo se dio vuelta. Él me acorralo, me apreso sin problema alguno y me beso sin escrúpulo. Días mas tarde, apareció haciéndose pasar por el ángel bueno que alguna vez había sido y le dijo a Alex que yo me había besado con otro hombre. ¿Cómo se suponía que lo negara? Aquello era cierto, otro hombre me había besado. Pero en ningún momento había sido por mi voluntad y en ningún momento yo lo había engañado de ese modo a Alex. Mi corazón solamente le pertenecía a él pero no quiso oírme cuando intente explicarme, tan solo se limito a creer lo que había oído. ¡Y encima el maldito había fingido! Me dijo que solamente había fingido quererme por lastima, por que yo le daba lastima. ¡Y tonta como soy yo me deje llevar por la furia! Lo maldije, me pelee con él hasta que simplemente me dijo que me fuera, que no me quería volver a ver nunca más. Y yo acepte, partí con el corazón totalmente destrozado y con la intención de olvidarlo. Pero en todo este tiempo... el dolor en ningún momento me abandono.

Él suspiro y paso una mano por mi espalda, estrechándome más fuertemente contra él en lo que podría haber sido considerado como un acto de compasión. Zachary me levanto el rostro para que lo mirase y con la mano libre me limpio las lágrimas. Casi había sentimiento en aquella mirada suya. Pero mi mente no estaba ahí, mi mente estaba en otra parte sufriendo enormemente por el mal que acababa de desatar y sobre la persona que yo amaba.

_ Por favor deja de llorar pequeña caballera –dijo él- Tu eres fuerte, no te deberías dejar vencer tan fácilmente. Salva a ese ángel tal como dijiste que harías, huye de aquí y luego deja de sufrir. Olvídate de las lágrimas y el dolor que ahora nublan tu mente y empieza a pensar con claridad sobre que harás.

_ Ojala fuera tan fácil de hacer como suena –dije- Pero por cada segundo que estoy aquí, no puedo dejar de pensar en lo que Christ hace.

_ Entonces deja de usar aquello como motivo de dolor y empieza a usarlo como incentivo para actuar –dijo Zachary

Aquello fue lo que finalmente me hizo reaccionar. Solté a Zachary, trate de calmar totalmente aquel pánico y aquella desesperación que tenia. Me prometí que no soltaría ninguna lágrima más, que no me permitiría caer hasta no haber conseguido lo que quería. Debía dejar el dolor y el sufrimiento de lado y conseguir lo que quería, y luego, tal vez me dejaría nuevamente caer en mi dolorosa tortura. ¿Pero si estaba todo el tiempo sufriendo como se suponía que pensara con claridad? Zachary tenía razón, debía usar la opresión de Christ como un incentivo para continuar y no como motivo de dolor.

Suspire y me aleje de él. Me senté en el suelo y apoye mi espalda contra su cama mientras trataba de pensar con claridad. Fácilmente logre dejar cualquier dolor de lado solo para concentrarme. ¿Qué tan difícil podía ser adelantarse a los pasos de Christ? Sonreí fugazmente, él realmente creía que tenía todo bajo control y que todo saldría como tenia previsto. ¿Y si no era así? ¿Y si yo aprovechaba sus planes para darlos vuelta y que el resultado final fuera a mi favor? ¿Pero que tan difícil podía ser dar vuelta el juego a mi favor? Necesitaba pensar como él si quería prever lo que haría y entonces vencerlo.

_ Gracias Zach –dije sonriendo

_ Aunque no lo creas, gracias a ti –dijo él sonriendo

Me quede atónita al ver como él me devolvía la sonrisa y me miraba de un modo... ¿Dulce? ¡Que! ¡Había sentimiento en su mirada! Por primera vez su rostro no era serio y su expresión tampoco era glacial, por primera vez realmente veía un sentimiento en su rostro. Me quede perpleja, sin saber exactamente que decir. Él rió, una risa franca y alegre. ¿Acaso yo estaba delirando? Zachary camino unos pasos hasta sentarse a mi lado y seguir mirándome con esa sonrisa grabada en su rostro.

_ ¿Te encuentras bien? –pregunte perpleja y él asintió

_ Perfectamente –dijo- De verdad, muchas gracias Kat.

_ ¿Qué demonios te sucede? –pregunte preocupaba- Tu no eres así. Normalmente eres...

_ ¿Desinteresado por la vida? ¿Desalmado? ¿Molesto de tener que seguir viviendo a pesar de que no lo deseo? –Pregunto él y asentí sin palabras- Si, así soy yo ahora. Pero así como me estas viendo es como solía ser. Hacia mucho tiempo que no sentía sentimiento alguno y ahora estoy realmente feliz. Extrañaba lo que se sentía ser feliz, sentir al menos algo. Mi esperanza fue eliminada por las llamas al igual que lo que yo más amaba. Pero ahora la he recuperado y soy feliz de saber que pronto, nuevamente la volveré a ver a ella.

_ ¿Qué? –dije en un susurro y su sonrisa solo se ensancho

_ Yo estoy maldito, fui condenado a vivir eternamente y a nunca morir por haber herido a una bruja –dijo él- Yo solía ser humano, solía apreciar la vida y ser realmente feliz.

_ ¿Y que fue lo que te sucedió? –dije

_ Mi vida humana termino hace siglos, ya ni logro recordar el año exacto –dijo él- Yo no era mas que un simple campesino, un humano totalmente. Un día encontré a una muchacha huyendo y quede atrapado por su inhumana belleza como un tonto. Ya conoces la reacción que los seres fantásticos causan en los simples mortales. Le ofrecí refugio, comida, ropas, todo lo que necesito. Ella era mi todo, yo realmente la amaba como un tonto. Ya sabes como los seres humanos caen tan fácilmente por los seres fantásticos. Y creo que ella también se había enamorado de mí, que también me amaba.

_ Pero la perdiste. Es aquel tu gran pesar que has cargado todos estos años. ¿No es así? –Dije y él asintió con pesar- Tú la amabas y la perdiste.

_ Ella era una bruja, una servidora de Lucifer, yo no lo sabia –dijo Zachary- Yo estaba tan perdidamente enamorado y cegado por mis sentimientos que no me daba cuenta de aquellos detalles que claramente dejaban en claro que ella era una bruja. No me percate de que jamás la había visto derramar una lágrima, que ella siempre actuaba raro bajo los efectos de la luna, que a veces se descuidaba al estar conmigo y sus ojos eran felinos. No me percate de ello, estaba totalmente ciego por mi amor. Quizás, si me hubiera dado cuenta de aquello la hubiera podido salvar. Toda la eternidad me he torturado con aquella pregunta, si lo mejor había sido dejarla morir y tratar de engañarme a mi mismo o si la tendría que haber salvado. El pueblo enfurecido vino a buscarla y la acuso de bruja. Yo me opuse totalmente y la defendí creyendo que era humana. Le arrancaron las ropas delante de mí y dejaron al descubierto la marca de Lucifer a un lado de su cintura. Yo no pude reaccionar, no pude hacer nada en ese momento, estaba en shock. Se la llevaron. Estuve presente en su juicio y escuche todas sus acusaciones. Y aun así, yo trataba de convencerme que ella era buena. Los ciudadanos notaron aquello y me quisieron hacer reaccionar sobre la verdadera bruja oscura de la cual me había enamorado. Me contaron todo de ella y aun así yo seguía buscando cualquier excusa por más imposible que fuera para seguir creyendo que ella era buena. Escuche los cientos de actos que ellos aseguraban que ella había hecho, no me importaron. Escuche los cientos de crímenes de los que supuestamente ella era culpable, tampoco me importaron. No me importaba cuanto me dijeran, yo trataba de convencerme que ella era buena. Pero creo que nada me dolió tanto como cuando me dijeron que en todo este tiempo que ella había estado conmigo, la habían visto besándose con otro hombre. No tienes idea de cuan duro me pego aquello. Me sentí totalmente un tonto, me sentí manipulado por aquella bruja. Yo realmente la había amado y me estaban diciendo que ella solamente se había aprovechado de mí.

_ Lo siento –susurre

_ Fui a visitarla a su celda una hora antes de que la quemaran. Discutí con ella, me pelee, maldije el día en que la había encontrado y le dije que no quería volverla a ver nunca mas –continuó Zachary- Le dije de todo, la trate de manipuladora, de bruja, de servidora de Lucifer. La furia que tenia contra ella era solamente para ocultar el dolor que realmente me había causado saber que ella me había manipulado y engañado con otro hombre. Ella me dijo que aquello no era cierto, que ella nunca me había engañado, que su corazón siempre me había pertenecido a mí. No quise escucharla. ¿Sabes cual fue su último deseo? Un beso, mío. Me lo pidió antes de que me fuera, me dijo que si en realidad iba a morir al menos deseaba saber como se sentían mis labios sobre los suyos. Me negué y me fui no sin antes decirle que ella ya no me importaba. No opuso resistencia alguna cuando la tomaron, ni tampoco cuando la ataron a un poste y prendieron fuego la hoguera debajo de ella. Casi parecía que ella realmente prefería morir a seguir viviendo. Lo ultimo que hizo fue mirarme a mi, directo a los ojos. Jamás algo me dolió tanto como cuando ella me miro con una mirada totalmente destruida y vi sus labios moverse por más que las palabras no llegaron hasta mi oído. Me deje caer frente a las cenizas una vez que estuve solo y en plena noche. Mis manos temblaban delante de mi por lo que había hecho, mis ojos ardían y aun así ninguna lagrima salía. Sufrí en solitario durante horas tratando de convencerme de que no debía hacerlo por que después de todo ella solo me había manipulado y aun así cualquier intento fue en vano. Un brujo se presente frente a mi, me culpo de la muerte de ella y me dijo que yo merecía un castigo peor que la muerte. Él noto mi dolor y me condeno a vivir eternamente cargando aquel sufrimiento que sentía. ¿Tienes idea de cual fue su último acto? Ella me cedió sus poderes antes de morir, por eso ahora soy un brujo. Durante siglos intente terminar con mi vida sin conseguir nada, durante décadas cargue este terrible dolor y sufrimiento. Ya nada tenia sentido para mí, no le encontraba importancia ni valor a la vida. Todo este tiempo he vagado por el mundo sin destino alguno. Lo único que quiero es morir, volver a verla aunque sea en el mismo infierno, pedirle perdón por haberla despreciado de aquel modo.

_ ¿Y acaso no existe solución alguna a tu maldición? –pregunte y él sonrió

_ Hace muchas décadas, una noche de San Juan que estuve en el reino de las hadas le pedí un deseo a la reina. Le pedí que acabara con mi maldición, que me matara –dijo Zachary- Ella dijo que aquello no era posible, que la maldición que tenia era tan fuerte como para que ni ella ni nadie pudiera romperla. No me quito mi maldición pero si le agrego algo mas que me permitía la opción de liberarme. Pero lamentablemente, el único modo que tenia de liberarme gracias a la reina me resultaba imposible.

_ ¿Y cual era el modo? –dije y Zachary me miro directo a los ojos

_ Que debía comprender el dolor que le cause a esa bruja y solo así seria posible acabar con mi vida –dijo él- Pero yo no creía posible que aquella bruja hubiera sufrido por mí. Por lo tanto, la maldición siguió vigente. Ahora entiendes mi pena y mi dolor todos estos años, mi eterna tortura.

_ ¿No has pensado en que quizás ella también te amaba y no te utilizo? –pregunte

_ ¿No has pensado que quizás el ángel por el que lloras sufre del mismo modo por ti? –pregunto él y suspire

_ Aquello es diferente –dije

_ No, no es diferente –dijo Zachary- Al igual que yo, él tampoco te dejo hablar y se limito a decirte que no te quería ver nunca mas.

_ Él todo ese tiempo solo me quiso por lastima –dije

_ Katherin, tu aun tienes una segunda oportunidad. Encuéntralo y deshazte de ese sufrimiento y dolor que guardas. Aun hay tiempo para ti, sigues viva al igual que él –dijo Zachary y suspiro- Para mí ya no hay oportunidad alguna, ella murió. Mi única esperanza es poder morir para volverla a ver y decirle cuanto lo siento. Debí haberla escuchado, debí haberle creído en vez de ocultar mi dolor tras aquella furia con la que la ataque. Ni siquiera pude llorar por su muerte. Pero tú aun tienes tiempo.

_ Dudo que Alexander siga sintiendo algo por mi si es que alguna vez lo hizo realmente –dije

_ Déjame ver a ese ángel tan solo una vez y te diré lo que siente –dijo él- Ahora tan solo deja de sufrir por un pasado, concéntrate en el presente y esperánzate con el futuro.

Suspire y me apoye contra el hombro del brujo, casi deseando que tuviera razón por más que sabía que así no era. Metí la mano en mi chaqueta y saque su pluma. Sonreí al verla entre mis manos, al recordar los buenos momentos, al imaginarme nuevamente su sonrisa. Me quite los guantes y me permití sentir a la perfección la extrema suavidad de aquella pluma. Levante apenas la vista, mirando a Zachary que tenia la mirada perdida en algún punto del techo. Sonreí y nuevamente guarde la pluma antes de apoyar mi mano sobre la de él. Vi al instante la sonrisa que se dibujo en el rostro del brujo, vi una expresión llena de felicidad y dulzura que jamás hubiera imaginado fuera posible en su rostro, sentí como añoraba enormemente la compañía de aquella bruja. Luego de unos segundos, lo solté y aleje mi mano de él. Volví a ponerme ambos guantes mientras Zachary clavaba su vista en mí.

_ Gracias –susurro

_ A veces mi don tiene algo de bueno –dije y le sonreí- No fue nada.

_ Sabes una cosa, lo estuve pensando –dijo Zachary y lo mire con curiosidad

_ ¿Qué? –pregunte

_ Nicholas necesita al menos tomar energía vital para no morir ahora pero se niega a hacerlo. Sin embargo, por cada segundo que pasa su control se debilita mas –dijo Zachary- ¿Y si nos ocupamos de tentarlo lo suficiente como para que rompa su control y tome la energía vital de alguien? ¿Acaso no es mejor dejar de lado su voluntad por un momento solo para salvarle la vida?

_ Es Nicholas, no puedo jugar con su voluntad –dije- Yo no soy así.

_ ¿Entonces dejaras que el tonto siga creyendo que es mejor morir a robar al menos energía vital? –Dijo Zachary- Te hablo de energía vital, no de un alma. Él puede tomarla de alguien, después de todo la energía vital se recupera en unos días. Tan solo hay que hacerle perder su control, aprovechar ahora que le cuesta más que nunca y asegurarnos de que haya alguien cerca. Él no podrá resistirlo.

_ Estoy segura de que ahora mismo esta escuchando nuestra conversación si es que esta despierto –dije y suspire- Lo peor es que sé que lo esta, lo conozco demasiado. No nos permitirá que nos acerquemos si sabe que será para hacerlo tomar la energía vital de alguien.

_ Pues entonces lo siento Nicholas pero no permitiremos que te rindas tan fácilmente y mueras sin más –dijo Zachary

_ ¿Crees que sea posible salvarlo y también triunfar con nuestra misión? –pregunte y él sonrió

_ Resulta que un ángel le juro lealtad a Lucifer. Llegado a estas alturas, creo que soy capaz de creer que cualquier cosa es posible –dijo él- Tan solo es cuestión de aquello, creer. Confío en que podrás conseguir lo que quieras Kat, tengo esperanzas en ello. Tan solo... Deja de sufrir y ocúpate de actuar correctamente. No escuches lo que la mano izquierda de Lucifer tenga para decirte, recuerda que siempre habrá alguien atrás tuyo que te apoyara de todos modos. Tienes mi lealtad eterna, no te olvides nunca de aquello.

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