Prologo de oscuridad:


.

¿Acaso he muerto? ¿Sigo con vida? ¿Logre escapar? Esas eran las únicas preguntas que invadían mi mente en este momento. Ahora solamente estaba hundida en una gran oscuridad, negro por donde viera y mire extraña como mi piel tenia un tenue resplandor que parecía ser la única luz que había. Totalmente rodeada de oscuridad a excepción de mí que apenas si era un pequeño resplandor. Toque mi suave piel, extrañaba verla sin ningún rasguño ni corte. Suavemente me acaricie los brazos, disfrutando plenamente de mi delicada piel. Me toque el rostro, ya sin ningún golpe ni el miedo gravado en él. Luego deslice mis dedos por mi cuello y me desate el cabello. Al fin podría lucirlo como lo amaba, sin estar obligada a llevarlo siempre atado. Este cayó mas allá de mis hombros y no pude evitar tomar un mechón de mis finos cabellos para olerlo. Frutillas, cuanto había extrañado su dulce aroma y cuanto me reconfortaba el olerlo ahora.


De pronto, una ráfaga de viento helado, y me abrace a mi mismo por el frío extremo que sentí. La fina remera de tiritas y el pequeño short no bastaban para resguardarme del aire helado, al contrario, dejaban totalmente mis piernas y mis brazos al descubierto de modo que me congelaba. Cerré fuertemente los ojos, sintiendo como esa ráfaga se llevaba todo de mi y para cuando los abrí, nuevamente oscuridad. Ahora estaba parada en medio de un círculo de luz. Mire desesperada mi piel al ver lo pálida que esta se había puesto quedando casi en el blanco y por primera vez en toda mi vida una lágrima salio de mis ojos. Me lleve sorprendida la mano a mi mejilla y toque con dulzura la calida lágrima. Casi sonreí, y entonces me percate de algo. Volví a tocar mi piel, no sentía nada, solamente frío. Me desespere deslizando una mano por todo mi brazo y aun así la helada piel no pareció cambiar. Esa ráfaga no solo se había llevado todo color de mi piel, sino que también toda calidez y temperatura.


Me senté en el suelo, apoyando mi cabeza sobre mis rodillas y nuevamente mas lagrimas brotaron de mis ojos. ¿Entonces así se sentía llorar? Sonreí y entonces mire el pequeño circulo de luz que había a mi alrededor, eso solo consiguió que la felicidad me invadiera. Toque con mis dedos el pulido piso. Lo sentía perfectamente, al igual que el desgastado cuero de mis botas acordonadas, la tela de ambas medias o la delicada piel de mis piernas. ¿Acaso ya no había oscuridad en mí? ¿Había logrado escapar? Por mas que estuviera muerta o no, este era un mejor destino del que me hubiera podido tocar si no escapaba. Entonces los dolorosos recuerdos me invadieron. Mi tenebrosa celda con su única puerta de madera y el exterior a través de los barrotes de esta, el muchacho que se había adentrado para darme de comer y yo casi había matado con un simple tacto, yo corriendo por los oscuros pasillos y escapando. Y por ultimo, el momento en el que de un salto había logrado cruzar la línea y había estado a salvo. Al momento lo supe, yo había dado todo de mí con tal de lograr escapar y en el intento me había golpeado fuertemente la cabeza contra la piedra del suelo quedando inconsciente. Después de todo si había logrado escapar y estaba viva. Una oportunidad mas, un nuevo comienzo alejado de toda esta oscuridad.


Frente a mi apareció un gran libro, se notaba la cantidad de años que este tenia en sus antiguas y frágiles paginas. Lo mire con curiosidad y luego de unos segundos lo abrí, tome el par de guantes de cuero que encontré dentro y entonces me fije en la pagina marcada. Lo quise cerrar viendo de qué trataba, negando nuevamente que era yo, pero aun así algo me obligo a seguir viéndolo. Entonces una frase capto totalmente mi atención:


Un miedo, un deseo; elige sabiamente que y a quien.


Mire con horror mis manos, al fin comprendía que era lo que pasaba. El placer que le causaba a él, el dolor que le causaba a ella. Un simple tacto bastaba para hacerle sentir eso a cualquiera. Dolor o gozo, sufrimiento o placer, tristeza o felicidad. Levante mis manos ante mí, mirándolas con espanto sabiendo lo que estas podrían provocar en cualquiera con un simple roce. Tome rápidamente los guantes y me los puse, evitaría tocar a la gente el resto de mi vida si eso era necesario para no causarles ningún mal. Conocía perfectamente las probabilidades, solo a una persona le había provocado placer mi tacto mientras que a las otras solo les había provocado dolor y sufrimiento.


Entonces seguía siendo igual, después de todo nada había cambiado en mi. Pero aun así, yo me sentía diferente. Mire el pequeño resplandor de mi piel, si lo podía ver era por que había luz. Había luz en mí, yo era en cierta forma luz. Me habían hecho creer que era pura oscuridad y que solo a eso podía servir, pero no, yo era luz y ahora serviría para tal. Esta era mi segunda oportunidad, no me volvería a equivocar, no volvería a caer en lo mismo. Esta vez mi vida seria tal como debería ser y no concluiría otra vez en lo mismo, este era mi nuevo comienzo.


Ahora solo me quedaba esperar a que despertara...

4 Responses to “Prologo de oscuridad:”

  1. Muse says:

    wow ¡¡¡ me encanto, me dejo intrigada ( eso me mata) la intriga corre por mis venas ¡¡¡
    te sigo, postea pronto¡¡¡ ya queiro saber muchisimo más
    besos

  2. Unknown says:

    uaaaaaaaau k bueno, me has dejado intrigada.
    Esta muy bien, a ver como continua.
    Estare esperando por la próxima, sigue escribiendo lo haces muy bien!


    besos! dw

  3. OMGGG!! esta de lo mejorrr... wena moxaa! ;) oiesss... io me kede DONDE LE PONGO COMMENT A LA CHICA??... xD jajajaja y se me ocurrió ponerte aki... jejeje a ver cuando pones tu CBox...!!! moxaaa el blog esta de lo mejor :D animo...!! te sigo y te afilioooooooooooooo!!! no te preocupesss... TODAS fuimos nuevas alguna vez ;) !!!

  4. ola wapa, soy Marie, del blog de "El rincón de un sueño". Q sepas que está muy bien y me ha dejado bastante intrigada!!! ya spero el primr capitulo!!! y gracias por pasart x el blog...bss
    bye!!!

Your Reply